![La desaparición más extraña de Europa, la del 'niño de Somosierra', en Telecinco](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201608/08/media/jpedro.jpg)
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Lunes, 8 de agosto 2016, 11:36
Hace tres décadas, Juan Pedro Martínez Gómez, de 10 años, sufrió un accidente cuando viajaba con sus padres en un camión que portaba ácido sulfúrico. El vehículo se estrelló en el puerto de Somosierra. Los padres murieron en el acto pero el cadáver del niño nunca aparició.
A partir de ese momento, el caso se convirtió en el misterio del 'niño de Somosierra' y fue calificado por la Interpol como «la desaparición más extraña de Europa». Como adelanta 'Vertele', los informativos de Telecinco recordarán este suceso, que ha contado con diferentes hipótesis. Una de ellas, prácticamente descartada, apuntaba que Juan Pedro podría haberse disuelto en ácido, pero extremo quedó descartado al comprobarse que el efecto del óleum durante el tiempo que transcurrió entre el accidente y la llegada de la Guardia Civil hubiese dejado, al menos, restos óseos del pequeño.
La otra hipótesis, al menos la más sólida, es que el niño pudo ser secuestrado. Durante la investigación trascendió que algunos testigos aseguraron que habían visto, en el momento del accidente, a un hombre y una mujer salir de una furgoneta, en la que esperaba otra mujer de avanzada edad. Y que podrían haberse llevado al niño.
Por su parte, la familia del pequeño asegura que éste fue secuestrado, pero antes del accidente, durante el refrigerio que tomaron los padres en el mesón Aragón, de Cabanillas de la Sierra. Esta hipótesis mantiene que, tras su desaparición, el padre persiguió a los captores y por ello alcanzó una velocidad inadecuada para un camión y por ello sufrió el accidente.
Esta hipótesis fue reforzada por el testimonio del dueño de una autoescuela del centro de Madrid que, en 1987, aseguró que una anciana ciega iraní entró en su negocio preguntando por la ubicación de la Embajada de Estados Unidos. La acompañaba, a modo de lazarillo, un niño de 10 u 11 años, que hablaba con acento parecido al andaluz y parecía desorientado.
El encargado del establecimiento juró y perjuró que el crío era Juan Pedro y que la invidente podría ser la mujer mayor que esperaba en la Nissan Vanette apuntada por unos testigos en el lugar del siniestro, pero nada se supo de esa pista.
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