David Delfín publica imágenes de su recuperación

El pasado mes de enero, a David Delfín le detectaron tres tumores en el cerebro de grado 3 que le afectaban al habla, la memoria y, además había perdido fuerza en un brazo y una pierna. Sin embargo, lejos de rendirse, el diseñador se muestra con más ganas de vivir que nunca.

La revista 'Vogue' ha dedicado un amplio reportaje al diseñador titulado: 'David Delfín. La lucha'. En la información Delfín abre su corazón, sus miedos y expone sus emociones sin censuras. «A mediados de enero de este año empecé a tener molestias, como calambres, una sensación eléctrica en la parte derecha del cuerpo. Tres veces en un fin de semana», cuenta Delfín, que decidió acudir a su médico de cabecera y le «sugirió que quizás era cosa del estrés, un cuadro de ansiedad». Después de pasar unos días sin dolores, el 20 de enero esos calambres volvieron para quedarse y Delfín permaneció durante ocho días en la Fundación Jiménez Díaz, donde le hicieron pruebas de todo tipo. Al salir, haciendo caso omiso a los médicos, decidió presentar su desfile en Cibeles. A los pocos días sufría un ataque epiléptico. Fue entonces cuando vieron claramente que se trataba de un cáncer avanzado, según recoge el diario abc.es

Pero Delfín es un luchador nato y además tiene mil proyectos en mente que no tiene ninguna intención de abandonar. Por eso, el diseñador se ha tomado con la mejor filosofía posible su enfermedad y no ha dudado en compartir con todos sus «heridas de guerra» para dar energía y buenas vibraciones a quienes puedan estar pasando por algo parecido.

Las fotografías que acompañan al reportaje, fueron realizadas por Pablo Sáez, su pareja, justo después de la operación. En ellas se puede ver como el cráneo del diseñador está cosido con grapas y puntos de sutura. «Fue una cosa íntima, sin pensar en que se iban a publicar. Era algo nuestro, de los dos. Para recordar momentos. Nos pareció que dentro de la dureza tenían... no sé si decirte belleza, pero sí mucha verdad».

«Sé que es grave, que es una lucha real, que la enfermedad quiere seguir adelante... pero tenemos que pararla. Me siento con muchas ganas, estoy listo. No tengo miedo», decía el modisto.