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cecilia cuerdo
Viernes, 8 de abril 2016, 16:27
El juzgado de Vigilancia penitenciaria de Málaga ha denegado la concesión de la libertad condicional al exalcalde de Marbella Julián Muñoz, alegando que esta medida vulneraría el equilibrio constitucional entre el más absoluto respeto a la dignidad intrínseca que toda persona debe de poseer y el deber de cumplimiento de las penas impuestas. Muñoz cumple en la actualidad 19 años de condenas por varios procesos judiciales, como Malaya, Blanqueo o Minutas, y tiene pendientes aún medio centenar de juicios.
En la actualidad el exregidor marbellí está clasificado en tercer grado penitenciario y puede disfrutar de permisos de fin de semana, aunque aún no se ha formalizado. De hecho, en la misma tarde del viernes salía del penal de Alhaurín de la Torre (Málaga) para hacer uso del segundo permiso. Sin embargo, su defensa había solicitado el paso a la libertad condicional por motivos humanitarios, alegando que su estado de salud es terminal. La petición cuenta con el visto bueno de la Fiscalía.
Enfermedad «grave» pero no «terminal»
El juzgado, no obstante, recuerda que los informes médicos aportados por el forense y los servicios sanitarios del penal, estiman que su enfermedad no es terminal, como alegó su abogado, sino grave e incurable. Por este motivo, entiende que sí se debería aplicar ya ese tercer grado y cumplirlo en un Centro de Integración Social (CIS) siempre que pueda asistir a las diversas citas extra penitenciarias que tiene programadas y pueda seguir el tratamiento prescrito.
Para el juez, el cumplimiento del tercer grado en este tipo de centros sería una progresión a un régimen de semilibertad en un centro abierto. Y apunta que debe considerarse como el paso prudencial previo () a una posible libertad condicional, si efectivamente existieran razones para ello, una vez observada la posible evolución del interno en dicho régimen de vida. Argumenta su decisión en que los servicios médicos de la cárcel han aumentado el horizonte de vida de Muñoz, pasando de un pronóstico desfavorable a medio plazo de uno a cinco años a uno desfavorable a largo plazo de cinco a diez años, y que el forense avala que el cumplimiento de ese tercer grado en un CIS.
Aunque el abogado de Julián Muñoz ya ha anunciado que recurrirá la denegación de la libertad condicional, el juez matiza que el tercer grado concedido a Muñoz puede llegar a permitir, si así se acordara y atendiendo a las circunstancias particulares del caso, una modalidad de vida prácticamente equiparable a la que pudiera obtenerse con la libertad condicional que además permite "continuar valorando prudencialmente la evolución tanto de salud como tratamental del interno en dicho grado".
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