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EL NORTE
Sábado, 13 de febrero 2016, 12:06
Los familiares de Mario Biondo han sido condenados a indemnizar con 3.000 euros a Raquel Sánchez Silva por daños morales y les obliga, además, a cargar con las costas del juicio.
La presentadora interpuso una demanda contra la familia de su marido fallecido ante el Juzgado de Instrucción número 16 de Madrid por el acoso que estaba sufriendo en las redes sociales, donde se le llamaba «mentirosa», «bastarda» y «cínica», se le denominaba como «una devoradora de hombres que no vale para nada», que «está muy a gusto con el sexo», y que «es una viuda alegre». Según informa El Correo, en estos comentarios se le llegó incluso a amenazar con frases como: «Eres una mierda, destruiremos tu vida».
No obstante, se ha rechazado la petición de Sánchez Silva de impedir que Giuseppe, Santina y Emanuela Biondo puedan acercarse a menos de 500 metros porque, al residir los padres y la hermana del fallecido Mario Biondo en Italia, el juez considera que la medida «carece de toda relevancia práctica».
Ante esto la justicia española ha considerado que «la familia Biondo ha venido realizando una serie de manifestaciones y comentarios de alto contenido vejatorio e injurioso referidos a la persona de Raquel Sánchez Silva» que, difundidos por redes sociales, «están realizados con la única finalidad de desprestigiarla y atentar a su honor», según un extracto del fallo que recoge Vanitatis.
La familia Biondo había pedido ser absuelta pero el juez considera que, aunque a Giuseppe, Santina y Emanuela Biondo actúan movidos por «el dolor que les afecta por la muerte de su hijo y hermano, así como la creencia de que Raquel Sánchez Silva no dice la verdad en la investigación y oculta datos, no los legitima para efectuar tan graves acusaciones».
Raquel Sánchez Silva ha ganado así la primera batalla a sus ex suegros, aunque la más importante se librará en Italia. Allí el caso sobre la muerte de Mario Biondo continúa abierto y, a pesar de que en España se consideró un «suicidio de libro», diversos medios de comunicación del otro lado del Mediterráneo apoyan la teoría de que el cámara de televisión pudo haber sido asesinado.
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