La alegría de Passos Coelho tras ganar las elecciones contrasta con su situación personal

Pedro Passos Coelho, ell líder del partido Socialdemócrata portugués, apodado 'el mejor alumno de la troika' por sus políticas de austeridad y su obediencia aplicando recortes al frente del gobierno, vivió el pasado domingo, una jornada brillante al ganar las elecciones generales.

El mejor momento del día lo vivió por la mañana, cuando todavía no tenía ni idea del resultado electoral, ya por la noche fue el primero en celebrarlo, pero su sonrisa era mucho más amplia a primera hora del día, cuando acudió a votar con su esposa, Laura Ferreira, que llevaba la cabeza rapada y caminaba gracias a una muleta.

Al margen de rescatar a su país, lo más importante para Passos Coelho es su primera dama y, sobre todo, desde el año pasado, cuando los médicos diagnosticaron a Laura Ferreira un osteosarcoma, un agresivo cáncer de huesos que le ha obligado a operarse para retirarle la tibia y el fémur y sustituirlos por una prótesis. "Tengo miedo de dejar a mis hijas, a mi familia, a mi marido. Tengo miedo de morir", confiesa la propia primera dama portuguesa en la biografía de Passos Coelho 'Somos lo que elegimos ser', firmada por la asesora del Partido Socialdemócrata Sofia Aureliano.

Ferreira, de 50 años, fisioterapeuta de profesión y natural de Guinea Bissau, no se ha quedado en casa pese a su enfermedad. Su marido quiso zanjar todos los rumores sobre el estado de su mujer, en febrero del año pasado, emitiendo un comunicado en el que informaba del cáncer que padecía su esposa y pedía «respeto y discreción por su vida privada». Después de un viaje oficial que ambos realizaron este verano precisamente a Guinea Bissau, algunos criticaron la utilización de la imagen de Laura Ferreira antes de la campaña por parte del entonces candidato conservador. Otros, lo calificaban como un ejemplo de superación y fuerza para todos aquellos que, como ella, luchan contra la enfermedad. Al final, y según analistas políticos, la enfermedad de su mujer le ha «beneficiado» en las urnas por la «empatía del electorado».

Passos Coelho, casado en segundas nupcias, no solo tiene un gran dolor por la situación que vive su actual esposa, con la que lleva casado once años y tiene una hija de nueve, sino también por la de su 'ex', Fátima Padinha, madre de su tres hijas mayores, que no logra superar una profunda depresión que la mantiene encerrada en su casa desde hace meses. Padinha lleva diez años padeciendo una soriasis que empezó por las palmas de las manos y de los pies pero que ya se ha extendido por todo el cuerpo. Una enfermedad que le impide trabajar. Por si fuera poco, el padre del presidente reveló hace poco que su hijo, con un sueldo de 2.200 euros, «está tieso».