PPLL
Viernes, 22 de mayo 2015, 12:45
A José Ortega Cano empieza a cambiarle el rostro cuando ve ya cerca la posibilidad de que le concedan el tercer grado penitenciario, pero antes de que llegue ese momento, el torero estará seis días seguidos con su familia.
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Ayer, cuando abandonaba la prisión de Zuera, en Zaragoza, su aspecto era otro. De hecho, ofreció una imagen impecable delante de los numerosos paparazzi que estaban esperando su salida de prisión.
Este es el cuarto permisió del que disfruta desde que ingresara en prisión en abril del año pasado, aunque no es como los anteriores, algo que se notaba en su gesto "Sí, soy consciente de que quizá no tenga que volver aquí», confesaba ante los periodistas. La razón para realizar esas afimaciones residía en que el diestro espera la resolución de su tercer grado, lo que le otorgaría la condición de semilibertad y supondría el traslado del diestro desde la cárcel de Zuera al centro de inserción social Victoria Kent, en el distrito madrileño de Acacias: «Espero que esto sea un hasta siempre, no un hasta luego».
El torero confesó que todavía no se ha planteado cómo cumplir con las obligaciones penitenciarias de su tercer grado.
En el coche que ayer utilizó la familia para pasar a buscar al diestro le esperaban su hijo menor José María, la 'tata' del niño, Marina y la madre de Ana María, Celia. Más tarde en Madrid se reencontraría con sus otros dos hijos: José Fernando y Gloria Camila, así como con sus hermanos Conchi, Eugenio, Paco y Carmen.
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