Las primarias de Valdearcos eligen una candidatura cien por cien femenina

De la necesidad surgió la virtud y después de 30 años Valdercos de la Vega mantiene la tradición de convocar elecciones primarias para elegir a los candidatos del municipio a los comicios municipales. El pueblo fue convocado hace un par de semanas por el Ayuntamiento y, tras la votación, finalmente las elegidas fueron: María del Carmen Tapia González (59 años y ama de casa), Laura Santos Medina (43 años, administrativa) y Concha Rivera Arija (60 años, prejubilada de banca). En este orden figuran en la lista surgida de esta convocatoria, aunque, en el caso de que las urnas las apoyasen, a día de hoy esto no determina quién de ellas sería la alcaldesa.

Las primarias surgieron debido a que «hubo un momento en el que no se presentaba nadie», explica el actual alcalde, Eduardo Santos, y también para que hubiese alternancia, que no estuvieran siempre las mismas personas al frente de la Casa Consistorial.

Enclavada en pleno corazón del valle del Cuco, en esta localidad de la comarca de Peñafiel que ronda las cien almas inscritas en el padrón, los vecinos tuvieron una vez más la ocasión de elegir, de entre ellos mismos, a quien quieren que se presente a las próximas elecciones municipales. Es algo tan sencillo como que, en un pleno ordinario, los representantes municipales convoquen las primarias y que 10 días después, aquellos empadronados mayores de edad que lo deseen, se acerquen al Ayuntamiento y depositen en una urna, habilitada para la ocasión, una papeleta en la que escriben el nombre del convecino que desean que se presente para alcalde. Luego, la última palabra la tiene la persona elegida pues en su mano está si acepta la responsabilidad o no, y también decide el partido político o agrupación por la que se presenta. Esta vez las tres mujeres concurrirán bajo las siglas del Partido Popular.

Al igual que sucedió en las últimas elecciones al Consistorio, después de dos décadas largas en las que los vecinos elegidos en primaras eran los únicos aspirantes a la alcaldía al no existir más propuestas electorales, este año se presentan otras candidaturas como las que han confeccionado el Partido Socialista y Candidatura Independiente-Ciudadanos de Centro Democrático. La configuración consistorial actual es de 3 representantes del PP, incluido el alcalde, y dos concejales del PCAL-CI.

El más votado en las recientes primarias fue José Manuel Repiso, actual concejal, quien declinó la invitación popular. Así que se propuso a la segunda con más votos, María del Carmen (presente concejala de Cultura), encabezar la lista. Tras ella se situaron Laura y Concha que también aceptaron el reto, por lo que de ser elegidas se estrenarán en estas lides.

Laura es natural de Valdearcos de la Vega, mientras que Concha y Carmen llegaron hace unos años al municipio por similares circunstancias. Ambas desembarcaron desde Valladolid, donde residían. Carmen compró, con su marido, una casa para los fines de semana, asentándose definitivamente en la población cuando la empresa de su esposo le trasladó a Aranda de Duero. Concha llegó al municipio de la mano de la familia de Laura, amigos suyos, quienes le hablaron de una vivienda para, al igual que Carmen, pasar los veranos y algún fin de semana. «Ahora vivo aquí; me enamoré del pueblo y de la gente», indica Concha.

Unidas por un carácter vitalista y optimista, un gran sentido del humor, y sobre todo por una gran amistad, reconocen que «eso es lo más importante», por eso Concha señala que en cuestiones municipales «trataremos que haya siempre un acuerdo y siempre buen rollo entre nosotras», subrayando que si hubiera «que tomar decisiones importantes en el pueblo lo consultaríamos con los vecinos». Ese mutuo apoyo es el mismo planteamiento en el caso de que tengan que secundar propuestas de otros candidatos: «Lo que tenemos que hacer es apoyarnos unos a otros, es lo ideal; tener buenas relaciones con todos». Es más, esa filosofía de concordia la quieren trasladar puerta a puerta, pues ante los conflictos vecinales que reconocen que existen, «trataríamos de limar asperezas sin hacernos daño unos a otros y arreglar las cosas lo mejor posible. Con buena voluntad todos podemos llegar a un buen acuerdo y tener un pueblo con buen rollo. En un pueblo de estos la unión hace la fuerza», sentencia Concha.