Zapatero, el «faro» en Valladolid del PSOE para «ganar por sorpresa» el 23-J

Fue el vaticinio que dejó el expresidente en la pérgola del Campo Grande. La rotonda que antaño acogía los pasodobles de los guateques para mayores en las fiestas de septiembre readapta usos y acoge también mítines políticos. José Luis Rodríguez Zapatero lleva una agenda de campaña que no tiene que envidiar a la del candidato del PSOE. Está volcado en mítines, actos, entrevistas.

«He venido a mi tierra a pedir el voto para Pedro, para Pedro Sánchez. Con la misma convicción y la misma pasión que lo pedí para Felipe González y que lo pedí para mí. Para el Partido Socialista Obrero Español, el partido columna vertebral de la democracia española, viga maestra de la democracia que hemos construido», remarcó el dirigente nacional entre aplausos de los asistentes.

El presidente contrapuso el «sentido de Estado» del PSOE al «cuestionamiento» que el PP hace de los gobiernos y del sistema democrático cuando está en la oposición. «Cuando no tienen el poder. pasó conmigo», advirtió y añadió que está pasando con Sánchez en la «denigración permanente al presidente del Gobierno» que tuvo «el coraje la valentía de apoyar desde la oposición a Rajoy en la aplicación del 155». Zapatero no ve eso en el PP. Tachó de «grave irresponsabilidad» que Alberto Núñez Feijóo «ponga en cuestión el destino de voto por correo» por lo que supone de sembrar dudas sobre las instituciones, sobre la actitud del Gobierno y sobre el posible resultado del 23-J. También arremetió contra el uso de ETA como arma electoral contra el PSOE. Él y todos los oradores que le precedieron.

El expresidente apeló al voto de la defensa de la centralidad, de la defensa de los derechos y de la «libertad con mayúsculas». Puso especial énfasis en la lucha contra la violencia de género, con la primera ley estatal impulsaba bajo su mandato, a la que sumó la del matrimonio homosexual. «La que nos montaron», recordó sobre esta última. Y relató que poco después, en televisión, se topó con la boda de un dirigente del PP que se acogió a esta ley y con Mariano Rajoy disfrutando del evento como invitado. «Hay mucha doble moral», aseguró, antes de concluir su intervención apelando al papel de los varones en la defensa de la lucha contra la violencia de género. «Un hombre de verdad, lo primero que debe hacer es combatir la violencia machista», subrayó.

Zapatero fue precedido por cinco teloneros en un acto que empezó con media hora de retraso, con aforo completo y el sol de última hora de la tarde aún pegando con fuerza a parte del respetable. Por delante, una hora y cuarenta y dos minutos de intervenciones. Hizo las presentaciones la procuradora autonómica Patricia Gómez Urbán, que dio la palabra a Patxi López. El exlehendakari hizo doblete. Por la mañana en Zamora. Por la tarde en Valladolid. «¿Os acordáis de cuando llegaba la carta y costaba más esa carta que la subida de la pensión?». Apelación directa a los jubilados para que voten «al mejor presidente para los tiempos que nos ha tocado vivir», de pandemia y crisis.

Patxi López recibió el aplauso por su actuación el debate a siete con los portavoces parlamentarios en Televisión Española. Resulta más fácil en el PSOE hablar de ese debate que del cara a cara entre Sánchez y «Pinocho-Feijóo». Así llamó el exlehendakari al candidato del PP.

Entre la eurodiputada Iratxe García, de Laguna de Duero, y Luis Tudanca, se puso ante el micrófono Óscar Puente, cabeza de lista al Congreso por Valladolid. «Los moderados somos nosotros, en nuestro proyecto cabe toda España. En el suyo, solo ellos», afirmó en referencia a PP y Vox. El exalcalde de Valladolid llamó a los votantes del PSOE a no desanimarse. «Como socialista, yo no me he rendido nunca ni me pienso rendir», precisó. Con otro vaticinio-deseo-promesa: «Yo he estado ocho años de alcalde y dentro de cuatro, volveré».

Luis Tudanca, secretario del PSOE de Castilla y León, alentó a los socialistas a «votar en defensa propia, quieren acabar con todos los avances... No nos jugamos un Gobierno, nos jugamos mucho más» e irónizó sobre la maniobra de Alberto Núñez Feijóo de llevar al debate con Pedró Sánchez el documento para que gobierne la lista más votada. «Lo firmamos, pero con efecto retroactivo», para aplicar en Valladolid, en Burgos o en el Gobierno de Castilla y León en 2019.

Iratxe García aterrizó en el Campo Grande procedente de Estrasburgo. Allí le preguntan por la campaña electoral, dijo. «En Europa hay preocupación», aseguró, a que se plasme el tándem de Feijóo con Santiago Abascal como presidente llevando a La Moncloa las políticas de la «ultraderecha» de Vox.

Terminó el mitin, con la sombra frondosa del Campo Grande como refugio climático en una tarde de calor. Esos mismos árboles sirvieron de parapeto para que desde fuera del recinto alguien aprovechara para intentar hacer sonar el 'Cara al Sol' mientras hablaba Zapatero. Fue un amago que no aguó la fiesta a los socialistas, pero perfectamente reconocible.