Vox trata de alejar el fantasma del «voto útil»

A pesar de ser una de las formaciones excluidas del cara a cara este lunes, Vox adquirió más relevancia que ningún otro partido durante el debate. Y esta mañana los de Santiago Abascal celebraron ese «protagonismo». La derecha radical admite su malestar por la actitud del líder del PP –quien ofreció a Pedro Sánchez una abstención en caso de no vencer el próximo 23-J si el candidato del PSOE se comprometía a lo mismo–, pero es consciente de que el mayor perjudicado fue el actual presidente del Gobierno y que eso acerca la posibilidad de una mayoría absoluta entre las dos formaciones.

Aunque los de Abascal también tratan de rebajar la euforia del líder popular. En Bambú 12 admiten el «buen hacer» del expresidente gallego en la cita, pero niegan la existencia de motivos para preocuparse por el voto útil al que este alude –Génova sostiene que uno de los efectos del cara a cara será robar una importante cantidad de votos a Vox–.

Fuentes voxistas también señalan que el cheque en blanco ofrecido por el líder popular a Sánchez es una buena prueba de que los de Abascal son más necesarios que nunca para revertir todo lo hecho en la última legislatura. El líder del partido –que ayer asistió a un acto en Málaga– ha recuperado en los mítines protagonizados hasta ahora el discurso más beligerante de Vox. Y en su promesa de derogar el legado de Sánchez, la derecha radical ha incluido algunas de las normas que sí generan cierto consenso entre el resto del arco parlamentario –como el aborto, la eutanasia o la reforma laboral– y que el PP ya ha prometido no eliminar si alcanza la Moncloa.

Y ahora Vox cree que deben incidir en esa vía: erigirse como el único partido capaz de asegurar un «cambio real» y denunciar el «compadreo» entre PP y PSOE, a quienes acusa de pretender reinstaurar el bipartidismo.

Un intento –el de hacer desaparecer el multipartidismo que llegó a España en 2015– del que, según Abascal, también son cómplices los medios. El propio líder vasco ya había cargado contra el formato de un debate que, a su juicio, «no representa la pluralidad de España». Y ayer volvían a verter críticas sobre el mismo. «Ni Sánchez ni Feijóo hablaron de lo que de verdad importa y preocupa a los españoles. Solo Vox habla de Industria, pequeñas y medianas empresas, del agua, de la inmigración y seguridad, de los jóvenes o de vivienda», apuntó Lourdes Méndez, diputada de Vox por Murcia.

• Temas
• España