![La vecina de Matapozuelos Ramona Alarcia depositando su voto en ambas urnas.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/07/23/matapozuelos1-kouG-U2008441523496ND-758x531@El%20Norte.jpg)
![La vecina de Matapozuelos Ramona Alarcia depositando su voto en ambas urnas.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2023/07/23/matapozuelos1-kouG-U2008441523496ND-758x531@El%20Norte.jpg)
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Cuando las urnas se topan con la fiesta: «Es un fastidio, pero hay que cumplir»Secciones
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Cuando las urnas se topan con la fiesta: «Es un fastidio, pero hay que cumplir»Este domingo, en Matapozuelos han tenido doble fiesta: la de la democracia y la de Santa María Magdalena. Una coincidencia que no ha sentado muy bien a los vecinos, que han visto cómo el desarrollo de sus días grandes ha tenido que adaptarse a ... la circunstancia de las urnas.
Eran las 8:00 horas cuando el alcalde, Conrado Íscar, también presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, acudía a las viejas escuelas para abrir el colegio electoral y controlar que la formación de la mesa se realizaba según correspondía. Había sido una noche dura para él. Y larga. Muy larga. Es lo que tiene ser el regidor de un pueblo cuyos festejos congregan a cientos de jóvenes dispuestos a una buena juerga. Le ha tocado estar pendiente de todo lo que acontecía, vigilante ante cualquier posible incidente.
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Marco Alonso
El Norte
A primera hora ejerció su derecho al voto. Lo hizo entre los saludos de sus vecinos. «¿Todo bien, Conrado?», le pregunta uno. «Todo controlado», responde el interpelado. «Desde las 00:00 horas de esta noche, según mi reloj, llevo dados 18.676 pasos. ¡No he parado!», nos dice antes de preparar sus papeletas. No las trae de casa. Cumple metiendo su voto en las urnas y, a continuación, pregunta a los componentes de la mesa que cómo toman el café, dispuesto a llevarles él mismo, un tentempié con el que pasar mejor la cita electoral. «Esta noche ha habido mucha gente de fiesta, aunque algo menos que otros años. Han llegado muchos autobuses desde otras localidades y el grueso de asistentes nos ha llegado a través del tren. Afortunadamente, todo ha salido bien y no ha habido ningún percance», explica mientras da indicaciones a unos vecinos que van a votar. «Debido a las fiestas hemos tenido que cambiar la ubicación del colegio electoral, ya que la Casa de Cultura, donde votamos habitualmente, está justamente en la zona de bares y donde se concentra todo el botellón. Si hubiéramos mantenido el espacio habitual, tal vez hubiéramos necesitado a los GEOS para abrir el colegio electoral», bromea. «Las nuestras, son unas fiestas con muchísima afluencia. Por eso, hemos contratado seguridad hasta las 12:00 horas, con el objetivo de controlar la zona del atrio de la iglesia y, ya de paso, asegurarnos que la apertura del colegio se hacía con todas las medidas de seguridad posibles», apunta.
Las elecciones han obligado a la corporación y a la comisión de festejos a cambiar el programa festivo. Así, el tradicional encierro matutino dominical se ha trasladado al lunes por la noche. «Es complicado compaginar las fiestas con las elecciones. Nosotros teníamos cerrada la programación taurina desde marzo. Hicimos reuniones y valoramos que lo menos malo era mantener las fiestas. Es lo que nos ha tocado y lo estamos sobrellevando», dice Íscar. «La programación de hoy domingo, la hemos dejado más descafeinada para facilitar a la gente que pueda votar y no perjudicar tampoco a aquellos que les toca estar en mesa», informa el presidente del PP en Valladolid, quien prefiere quedarse con lo bueno, que es «que por fin se han convocado elecciones», aunque la fecha no le parezca la más oportuna. «En estos días podemos llegar a triplicar la población y la gente está tan cabreada que no va a dejar de ir a votar a sus residencias habituales», opina.
El goteo de vecinos que acuden por la mañana es constante. La mayoría, de avanzada edad. Los jóvenes acaban de terminar la fiesta y lo harán más tarde. Unos de los primeros en ejercer su derecho son Andrés Martín y Teresa Fernández, que acudieron con su hijo Jesús a las urnas. «Nos gusta venir pronto. Vivimos en Villalba de Adaja, una pedanía de Matapozuelos y a nosotros da igual que sean fiestas que no», señala esta familia. Ramona Alarcia, Rafael Rodríguez y su primo José María Hernández también acuden con su papeleta en mano. «No nos parece muy bien el hecho de que las fiestas hayan coincidido con las elecciones, pero las cosas han venido así y hay que votar sí o sí. Se puede disfrutar y votar a la vez. La prueba es que esta noche hemos salido un rato de fiesta y ahora venimos a cumplir», explican estos tres matapozuelanos.
La mesa la preside María Teresa Martínez, a quien le hubiera gustado celebrar el domingo festivo «como es debido». No obstante, recibe con una sonrisa a todos sus vecinos y les envía a casa si se les ha olvidado el DNI. «Aquí, sin carné, no se vota. Es la norma», justifica. A mí no me importa que hayan puesto las elecciones en verano. Lo que sí que me fastidia es que coincidan con las fiestas de mi pueblo, porque son días en los que se duerme poco y hoy la jornada va a ser muy larga. Pero es nuestro deber y lo tenemos que cumplir», señala.
En el pueblo los hay más inconformistas con la fecha electoral. A Alfonso Fernández le parece «toda una barrabasada» tener que votar en julio. «¡En pleno verano y en fiestas! Eso sólo se le ocurre a una mente maquiavélica que lo único que quiere es fastidiar», apunta. «Las fiestas están siendo estupendas, pero me parece mal que Pedro Sánchez nos haga esta faena», susurra otra vecina a punto de entrar en la misa dominical. «Ya podían haberlo puesto en otra época», apostilla otra. «Las fiestas están siendo muy buenas, con mucha afluencia de público. Es un día malo para los vecinos del pueblo porque nos ha tocado cambiar la programación, pero también es una fecha incómoda para el resto de España, porque la gente está de vacaciones», añade Juli Rico. La que no está para fiestas es María Luisa Domínguez, que a sus 91 años, acude con su papeleta, dispuesta a decidir quién gobernará los próximos 4 años. «Tenemos que venir sí o sí a votar. No nos van a dar nada, pero es algo que tenemos que hacer. Así que… ¡A mí qué más me da que sean fiestas o no!».
Los trabajadores municipales se mostraban más conformistas. Ahí estaban Anselmo y Esteban, peones del Ayuntamiento, que tras darlo todo recogiendo los restos del botellón, se disponían a ir a las urnas. «No entendemos que hayan elegido esta fecha, en la que todo el mundo está de vacaciones. Pero lo han querido hacer así y nos tendremos que conformar», dicen ambos.
A los jóvenes convocados para las mesas, los comicios también les han condicionado las fiestas. Así, a la matapozuelana Maite, integrante de la peña 'Cebras a cuadros', ha vivido una noche de fiesta pendiente del reloj. Era segunda suplente de presidente de mesa y le tocaba estar a primera hora de la mañana, lista y preparada por si le tocaba ejercer. «He estado todo el tiempo mirando la hora. Una vez que he visto que se habían presentado los titulares, he preguntado si me podía ir y he podido seguir la fiesta a gusto», señala. En la zona de peñas del pueblo, situada en una explanada del parque municipal, encontramos un grupo de veinteañeros que han alargado la noche de fiesta. «Es un fastidio que sean hoy las elecciones. A algunos amigos nuestros han tenido la mala suerte de que les ha tocado de mesa y se han tenido que ir pronto, a las 03:00 de la mañana, porque les tocaba madrugar», dicen los amigos Javier Molpeceres y Jorge Vallejo, de Simancas y Olmedo. «Nosotros ahora nos vamos a desayunar, luego a dormir y ya por la tarde, iremos a votar en nuestros pueblos», continúan.
Carlos Díez, gerente del Bar La Gramola, explica desde el otro lado de la barra que ha notado, y mucho, cómo las elecciones han influido en el desarrollo de las fiestas. «En condiciones normales hubiéramos tenido encierro que atraería mucha gente forastera y el vermú se habría alargado. Hoy, en cambio, será un 'vermú muy light'. Lo hemos notado bastante, pero es lo que hay. Somos españoles y hay que acatar lo que nos digan. Me parece mal que lo hayan puesto en esta fecha. Hubiera sido mejor en invierno que no hay nada», comenta.
Villafranca de Duero, otro pueblo en fiestas
Villafranca de Duero es otro de los pueblos de Valladolid que celebra estos días sus fiestas grandes en honor a su patrona, Santa María Magdalena. Las mesas electorales se formaron al son de la diana que se encontraba recorriendo las calles del pueblo desde las 07:00 horas. El goteo de gente a votar fue constante durante toda la mañana, incluso durante la hora del encierro urbano, cuyo recorrido transcurría escasos metros del colegio electoral. La mayoría de los que acudieron a ejercer su derecho al voto durante ese tramo horario eran personas de avanzada edad, según informa Miguel Ángel Rochas. «La gente ha madrugado y a las 11:00 horas ya había votado el 25% de los vecinos», explica José Antonio Seco, alcalde del municipio. «Las elecciones no nos han influido a la hora de diseñar el programa. Por la mañana hemos tenido el encierro y por la tarde, el Grand Prix, que comenzará casi finalizado el recuento. Desafortunadamente hemos tenido un grave incidente en el encierro, con la cornada a un octogenario, pero lo que son las elecciones no nos han impedido el desarrollo de nuestras fiestas», concluye.
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