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La de hoy ha sido una noche dura, por desacostumbrada, en las sedes del PP de Castilla y León. El PSOE ganó sus primeras elecciones en la comunidad desde 1987, poniendo fin a más de tres decenios de hegemonía popular. El silencio anoche de Alfonso Fernández Mañueco fue atronador. La última victoria de los socialistas en esta tierra, en unas generales, se remonta a 1986. Felipe González ponía cara al cartel electoral y se llevaban las chaquetas de pana. Ni siquiera el leonés José Luis Rodríguez Zapatero logró ganar en la comunidad. 33 años después de aquella victoria, el PSOE vuelve a adelantar a los populares. Los electores de la comunidad, con casi el 100% del voto escrutado, han proporcionado un billete para Madrid a doce diputados del PSOE, diez del PP, ocho de Ciudadanos y uno de Vox. Cambio radical respecto a los escaños de 2016: 18 del PP, 9 del PSOE, 3 de Unidos Podemos y 1 de Cs.
Los socialistas reciben 450.901 votos frente a los 394.452 de los populares a un mes de la próxima cita con las urnas que deja en manos de los electores el gobierno de la Junta de Castilla y León, de las nueve diputaciones y los ayuntamientos de la comunidad, con las capitales de provincia a la cabeza. Ciudadanos se presenta a esas elecciones, sobre todo a las autonómicas, con el aval de los 286.155 recogidos.
Luis Tudanca, secretario autonómico del PSOE de Castilla y León y candidato a la Junta, resaltó que el partido «es la primera fuerza política en Castilla y León donde se están poniendo los cimientos para un cambio que tiene que llegar a esta tierra el 26 de mayo». Tudanca interpretó el resultado en clave autonómica: «Se han puesto los cimientos para el cambio que tiene que llegar a Castilla y León el 26 de mayo». En el PP nadie de la primera línea de la directiva autonómica salió a valorar los datos del escrutinio. Ni Alfonso Fernández Mañueco, presidente y candidato a relevar a Juan Vicente Herrera en la Junta, ni su segundo y secretario general, Francisco Vázquez.
La participación en los colegios electorales castellanos y leoneses rozó el 80% (78,24), más de tres puntos por encima del 75,75% del conjunto de España y la apertura de las urnas de las 4.832 mesas repartidas por los 2.248 munipios de la comunidad deparó un vuelco electoral. El escrutinio ha dejado dos ganadores contundentes, PSOE y Cs; dos perdedores claros, PP y Unidas Podemos y, entre medias, a Vox. La formación de Santiago Abascal cierra caja con un diputado en Valladolid, que se antoja un rédito decepcionante para las expectativas creadas en una comunidad de voto tradicionalmente conservador y tras mítines atestados de militantes entonando el himno de la Legión en auditorios con los que los demás partidos no se han atrevido por miedo a no llenar.
Ironías de la política, la Ley Electoral convierte en damnificados del recuento parcelado en nueve circunscripciones provinciales y la aplicación del método D'Hont en la asignación de escaños a formaciones que están en las antípodas ideológicas: Vox y Unidas Podemos.
El partido de ultraderecha se sitúa como cuarta fuerza política, adelantando en la comunidad a los de Pablo Iglesias, que pasan de la tercera a quinta posición. Vox con 186.197 papeletas recogidas en Castilla y León, solamente rentabiliza las 45.735 de Valladolid. Los morados firmaron el resultado más amargo de noche, por delante incluso del PP, puesto que perdieron los tres escaños con los que partían en Valladolid, León y Burgos. Los más de 157.281 votos que obtuvieron caen en saco roto, al no llegar al mínimo para lograr un escaño en ninguna de las provincias. La formación de Pablo Iglesias pierde casi 70.000 electores respecto a junio de 2016. Pablo Fernández, secretario general de Podemos en Castilla y León y candidato a la Junta, manifestó anoche su «decepción» con el resultado.
La cara opuesta a Unidas Podemos la ofrecía Ciudadanos. Pasa en la región de un diputado a ocho y rentabiliza en todas las provincias, salvo en Soria, los votos que recibe. El partido naranja gana más de 85.000 electores respecto a las últimas generales y el porcentaje de apoyo en la comunidad se sitúa en el 18,90%, tres puntos por encima de la media nacional. Francisco Igea, es ahora el referente del partido de Albert Rivera en Castilla y León tras imponerse en las primarias del pucherazo a la expopular Silvia Clemente, fichada por la dirección nacional. El diputado saliente por Valladolid y candidato a la Junta leyó anoche este resultado en clave autonómica.
Castilla y León ofreció ayer a Génova la única provincia de España coloreada en azul en el reparto de escaños. Fue Salamanca, que resistió el envite del PSOE y Ciudadanos. Los populares partían con tres escaños de los cuatro en liza y perdieron uno en favor de los del Albert Rivera. Una mirada al retrovisor da cuenta de la aspereza de esa victoria. El porcentaje de apoyo al PP en la provincia charra fue ayer del 28,62% frente al 28,14% del PSOE, que se quedó a 1.017 papeletas de hacerse con el segundo diputado popular. El apoyo cosechado por el PP en 2011 fue del 60,18% en Salamanca y casi del 62% en Ávila, provincia que ha acogido como diputado aPablo Casado en anteriores citas y donde ayer bajó el porcentaje de voto popular hasta el 31,41%. Ese mapa de colores tiñe de azul Ávila si se cuentan los votos, no los escaños. El PP fue la fuerza más apoyada. seguida del PSOE muy de cerca, pero Cs logra hacerse con uno de los dos diputados de salida de los populares. Resultado final: uno para cada partido.
El PSOE ganó en escaños en Valladolid, Burgos y León, y los tres de Palencia, Segovia, Zamora y Ávila de repartieron a razón de uno por partido para PSOE, PP y Cs. Los dos se Soria no se movieron, salvo que el más votado fue el diputado del PSOE. Luis Rey, secretario provincial de esa provincia, resaltó que la victoria de su partido en Castilla y León, «feudo absoluto del PP hasta la fecha», es una evidencia de que la sociedad de la comunidad «quiere un cambio y está cansada».
Con las papeletas del Congreso escrutadas casi al 100%, empezó el de las 'sábanas' del Senado. El PP lograría 19 senadores en Castilla y León frente a los 17 del PSOE, con el 80% escrutado. Los populares perderían ocho representantes en la Cámara Alta, que pasarían a la bancada socialista. La composición del Senado, en la última legislatura con mayoría absoluta del PP, ha dado visibilidad a una Cámara que ejerce de prima segunda del Congreso, pero que en la práctica es central en asuntos territoriales, como la aplicación del articulo 155 en Cataluña. El PP partía de 27 senadores y el PSOE tenía 9, de elección directa por los ciudadanos, a los que se suman otros tres designados por las Cortes autonómicas.
El escrutinio deja sin escaño a parlamentarios veteranísimos del PP, caso de los senadores vallisoletanos Miguel Ángel Cortés o Arenales Serrano, o dirigentes cuyo encaje en las candidaturas fue forzado desde la calle Génova, como la soriana Mar Angulo.
Presidentes provinciales del PP reconocían anoche el mal resultado obtenido, aunque algunos ponían la carga de la responsabilidad en los votantes. El leonés Juan Martínez Majo animó a los electores a «reflexionar sobre el sentido de su voto, porque el conjunto de los partidos de derecha suma 150.000 votos y los de izquierda 128.000, aunque el resultado en escaños es inverso, lo que vaticina que hay miles de votos que no se ven en el resultado final». Jesús Julio Carnero, desde Valladolid, achacó a la división del centro-derecha los «malísimos resultados.
En la cuenta de Twitter delPP de Castilla yLeón, pasada la medianoche de ayer todavía podía leerse: «En #CyL vamos a llevar a @pablocasado_ a la Moncloa». Fin de la cita, que diría Mariano Rajoy.
El PSOE se alza con dos escaños en Valladolid, como el partido más votado, a costa de Podemos, y el PP pierde uno que gana Vox, mientras que Ciudadanos mantiene su representante y Podemos se ha quedado sin el suyo en el Congreso.
El resultado en Valladolid, con el PSOE como primer fuerza en detrimento del PP, se ha mantenido invariable desde el 30 % de los votos escrutados. Los socialistas pasan del 22,73 de 2016 al 28,85 %, y el PP retrocede del 41,81% al 23,36 %.
Ciudadanos pasa del 15,61 % al 20,17 % y Vox de un 0,34% llega al 13,67%, para conseguir un diputado por esta provincia. Sin embargo, Podemos, que obtuvo en 2016 el 16,35% de los votos, baja al 11,64 %y se ha quedado lejos de mantener el escaño.
El Partido Socialista ha ganado las elecciones generales en la provincia de Segovia al lograr el 28,16 % de los votos, lo que le otorga un representante, que ocupará el secretario provincial del PSOE, José Luis Aceves.
Igualmente, los socialistas pasaron del 21,48% de los anteriores comicios del 26 de junio de 2016 a superar el 28% de los votos, lo que había situado al PSOE en segunda posición.
Asimismo, el Partido Popular, se queda con uno y pasa a ser segunda fuerza política en Segovia. Los 'populares' recibieron el 26,97 %de los apoyos este domingo, frente al 45,38 % de hace tres años, por lo que solo ocupará un escaño en el Congreso de los Diputados, la 'popular' Beatriz Escudero.
Como principal novedad, el parlamentario que pierde el PP lo obtiene Ciudadanos, con el 19,96% de los sufragios, frente al 15,36% de hace tres años. Eduardo Calvo representará a la provincia segoviana por la formación naranja.
El Partido Popular logra de nuevo la victoria en la provincia de Ávila, pero pierde un diputado que se lo lleva Ciudadanos. por delante del PSOE, que mantendría su representante en el Congreso.
Ciudadanos se mantendría como tercera fuerza con el 18,57% de los sufragios, por delante de Vox y de Unidas Podemos.
El PSOE ha dado el vuelco en la provincia de León y se ha convertido en la fuerza más votada, lo que le permite conseguir dos diputados frente al único representante con el que se queda el PP. Ciudadanos también alcanza representación en la Cámara Baja al arrebatar el único escaño que Podemos había obtenido en las últimas elecciones generales.
Los socialistas han sido la fuerza más votada, con el 32,7 % de los sufragios, más de seis puntos por encima de los conseguidos en las últimas generales del año 2016, mientras que los 'populares' se quedaron con el 23,5 % de los votos, 16 puntos porcentuales menos que hace tres años. En esta ocasión, Ciudadanos ha sido la tercera fuerza más votada, al tener un cinco por ciento más de apoyos, hasta el 17,4 %, mientras que Podemos obtiene el 12 % de los sufragios.
Resultado histórico en la provincia de Burgos. El PSOE ha sido la fuerza más votada con una diferencia de más de 10.000 votos con respecto al segundo partido con más apoyos, el PP. Los socialistas han conseguido 63.955 sufragios (18.231 más que en 2016). De esta manera, el PSOE consigue, por primera vez en su historia, la representación de dos diputados en el Congreso, con Esther Peña, número uno de la lista, y Agustín Javier Zamarrón, número dos.
La alegría en el PSOE ha constrastado con el sentimiento de los 'populares', que han sufrido su peor resultado en Burgos y pierden su segundo diputado (Jaime Mateu). El PP ha recibido 53.726 votos, 35.059 menos que hace tres años. La caída ha sido tal que solo Sandra Moneo conserva su escaño en el Congreso.
Donde sí han tenido motivos de celebración ha sido en Ciudadanos. Su candidata, Aurora Nacarino-Brabo, ha conseguido 43.316 votos, 10.000 menos que el PP, pero casi 13.000 más que en las pasadas elecciones. La diputada naranja es la cuarta que representará a Burgos en Madrid, dado que el escaño de Unidas Podemos, que hasta ahora tenía Miguel Vila, no lo ha podido revalidar Lola Martín-Albo.
La formación morada ha perdido 8.443 votos, logrando 27.262 sufragios y un 12,48% del respaldo electoral. Muy cerca de esas cifras se ha quedado Vox. La ultraderecha ha recibido 24.267 votos, con un 11,11% de porcentaje de respaldos. Las papeletas de Vox son 23.620 más que en 2016.
El PSOE ha dado un giro al panorama político en la provincia de Palencia y se ha convertido en la fuerza más votada, aunque mantiene el diputado que ya obtuvo en las últimas generales, la misma representación de pasa a tener el PP, que pierde un escaño que pasa a ocupar Ciudadanos.
Después de un recuento muy reñido, en el que uno de los diputados 'bailó' entre los socialistas y la formación naranja, finalmente ha sido el partido liderado por Albert Rivera quien se ha quedado con esa representación, de forma que tanto PSOE como PP y Cs tendrán un único representante de la provincia de Palencia en la Cámara Baja.
Los socialistas han obtenido el 31,30 % de los sufragios, siete puntos porcentuales más que en los comicios del año 2016, mientras que el PP roza el 30 %, lo que supone 15 puntos porcentuales menos que en las pasadas generales. Ciudadanos crece hasta el 15 %o de los respaldos, mientras que Vox se convierte en Palencia en la cuarta fuerza más votada, con el 11,7 % de los votos, relegando al quinto lugar a Podemos-IU-Equo, que alcanza un nueve por ciento de los sufragios frente al 15 % de hace tres años.
Ciudadanos arrebató hoy un diputado al PP en la provincia de Salamanca, que bajó de tres a dos, si bien ganó las elecciones generales con el 28,67%de los votos. Los 'populares' perdieron un representante en favor de la formación naranja, que alcanza por primera vez el Congreso desde esta provincia, y a punto estuvieron de perder un segundo en beneficio de los socialistas, que mantienen su escaño pero igualan a los 'populares' en porcentaje de voto, con el 28,12 %.
Los socialistas obtuvieron siete puntos por encima de los resultados de las generales del 2016, que sin embargo no les ha servido para sumar diputados. Por contra, el PP cayó en 20 puntos, desde casi el 48,2 % de los apoyos de hace tres años, y se deja en el camino su tercer escaño, que ahora recoge la formación de Albert Rivera, con el 20,7 % de los apoyos totales, frente al 15,74 de los comicios de 2016, cuando no obtuvieron representación en Salamanca.
En las anteriores elecciones generales el PP arrasó en Salamanca con casi la mitad de los votos emitidos y tres escaños, mientras que los socialistas obtuvieron el cuarto, con el 21,36 %.
PP y PSOE mantienen un diputado cada uno, aunque los socialistas han pasado a ser la fuerza más votada, al obtener el 31,6 % de los votos, frente al 26,9 % de los 'populares'.
Con este dato, los socialistas crecen casi seis puntos porcentuales respecto a las pasadas elecciones generales de 2016, mientras que los 'populares' se quedan con el 27% de los sufragios, frente al 45% obtenido hace tres años. Aunque no obtiene representación, Ciudadanos se convierte en la tercera fuerza más votada, con el 16,4 % de los sufragios, un puesto que hasta ahora estaba en manos de Podemos-IU-Equo, que pasa a ser la quinta fuerza más votada, con el 8,5 % de los respaldos.
Vox irrumpe con fuerza también en la provincia de Soria y, aunque no alcanza representación, obtiene el 9,4 % de los sufragios.
La provincia de Zamora se ha convertido en feudo socialista después de que el partido de Pedro Sánchez se haya convertido en la fuerza más votada, con el 31,2 % de los votos, seguida por el Partido Popular, con el 29,53 % y Ciudadanos, con casi el 17 % de los escaños. De esta forma, cada una de estas formaciones contará con la representación de un diputado por la provincia en la Cámara Baja.
Tras los comicios los 'populares' han perdido uno de los diputados de la pasada legislatura a favor de la formación que lidera Albert Rivera, mientras que los socialistas mantienen el escaño conseguido en las elecciones generales de hace tres años, donde alcanzaron un respaldo del 24 %, siete puntos menos que en esta ocasión.
Por el contrario, el Partido Popular pierde un apoyo de casi 20 puntos porcentuales respecto a los comicios de 2016, y Ciudadanos, que ha tenido casi el 17 % de los apoyos, se convierte en la tercera fuerza más votada. Le sigue Vox, con el 11,6 % de los apoyos, y Podemos-IU-Equo, con el 8,3 % de los sufragios, seis puntos porcentuales menos.
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