Un largo recorrido hasta una posible investidura o el adelanto electoral

El 17 de agosto es la única fecha fija en el calendario. Ese día los diputados electos ocuparán sus escaños y tras prometer o jurar su cargo se procederá a elegir al nuevo presidente o presidenta del Congreso. Si en primera votación ningún candidato obtiene mayoría absoluta, se procederá a una segunda en la que se deberá elegir entre los dos aspirantes más votados. Aquí la socialistas Meritxell Batet, en caso de volver a ser designada al cargo por parte del PSOE, partiría con ventaja dadas las mayorías surgidas de las urnas. En el caso del Senado el PP ha obtenido mayoría absoluta y no habrá sorpresas.

Después de la constitución de las Cortes se dará un plazo de cinco días para el registro de los grupos parlamentarios en cada una de las cámaras legislativas.

Una vez constituidos los grupos políticos en el Congreso, la Presidencia de la Cámara baja dará notificación al jefe del Estado. Felipe VI convocará a las fuerzas políticas en orden de menor a mayor de escaños para conocer sus preferencias de cara a una eventual investidura. Es potestad del Rey designar un candidato a la investidura según el balance de apoyos que presente cada candidato.

Una vez que el Rey proponga un aspirante, la Presidencia del Congreso negociará con el candidato los plazos para celebrar la investidura. Esta se aprobará en caso de que el Congreso otorgue al candidato una mayoría absoluta en primera votación o más síes que noes en una segunda, 48 horas después de la anterior.

En caso de que el candidato no reúna los votos necesarios para ser presidente se abre un plazo de dos meses para buscar alternativas. Transcurrido este plazo y de no configurarse un nuevo Gobierno, se disolverán las Cortes y se convocarán nuevas elecciones generales en 47 días.