La pedrea del último escaño

El PP y Vox fueron los principales beneficiarios en estas escaramuzas y los socialistas resultaron los más perjudicados. Hasta 21 de los 88 diputados populares fueron los últimos que se repartieron en sus respectivas circunscripciones, casi la cuarta parte. Una batalla trepidante se vivió en Melilla, donde el PP se hizo con el último escaño por 179 papeletas de diferencia sobre Coalición por Melilla, la formación local que capitanea Mustafá Aberchán. También en Málaga los populares arrebataron el último acta en juego a Vox por 826 sufragios. Pero no siempre salieron ganadores. El PNV se hizo con su cuarto representante en Vizcaya por 163 votos de diferencia sobre los populares.

Vox, aupado en su inercia ganadora, consiguió nueve de sus 52 escaños por tener mejores restos que sus contrincantes. En Baleares logró el octavo diputado por apenas 884 votos de diferencia sobre el PSOE.

El PSOE también consiguió 15 de los últimos escaños en juego, pero en el cómputo general perdió más que ganó ya que fue derrotado en 21 pujas finales. Obtuvo triunfos por los pelos, como el que logró por apenas 218 votos a Unidas Podemos por el quinto representante que se repartía en Huelva y se alzó con el tercero de Cuenca al aventajar por 200 sufragios al partido de Abascal.

Pero el domingo también encajó derrotas dolorosas como la mencionada de Baleares y la sufrida en Ceuta, donde vio como el escaño en juego caía del lado de Vox por 1.331 papeletas.

Otros partidos beneficiados en las disputas por el último acta del Congreso en juego fueron EH Bildu que ganó dos últimos puestos al PP en el País Vasco. Ciudadanos, Unidas Podemos, PNV y Bloque Nacionalista Galego se impusieron en una disputa cada uno.

ntre los derrotados, además de los socialistas, también figura el PP, que perdió en última instancia 12 diputados aunque su saldo final sea positivo. Vox se quedó con la miel en los labios en seis circunscripciones; Unidas Podemos en cuatro; Ciudadanos y Esquerra en dos; mientras que el PNV, Junts per Catalunya y la CUP fueron derrotados en una oportunidad.

Las pugnas, por lo general, son más cerradas en cuanto más pequeñas son las circunscripciones. En las grandes, al ser mayor el caudal de votos, las diferencias suelen ser también más amplias. En Baleares, Zamora, Málaga, Huelva, Cuenca, Melilla y Vizcaya el último diputado se decidió por menos de mil papeletas.

En cambio en Sevilla, Asturias, Badajoz, Pontevedra, Cádiz, Guipúzcoa, Almería, La Rioja, Ciudad Real y Barcelona las diferencias entre el penúltimo y el último diputado se dilucidaron por encima de los 20.000 sufragios de diferencia.