Con la resaca aún de las generales y los resultados del domingo en la cabeza, los partidos trazan ya su estrategia para las elecciones municipales, cuya campaña comienza la próxima semana con la vista puesta en el 26 de mayo.
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La carrera electoral se descorchará ... con un dato cierto: los partidos del centro derecha (PP, Ciudadanos y Vox) recibieron 108.530 votos en la capital. Los situados a su izquierda (PSOE y Podemos)sumaron 82.182. Es muy aventurado extrapolar los datos de unas generales a unas municipales. Más en este caso, en el que hay un actor adicional, Toma la Palabra (no se alcanzó acuerdo para una lista conjunta con Podemos), que fragmentará el voto de la izquierda.
Pero la salida se produce con una clara diferencia de votos que, ahora mismo, beneficia a los partidos del bloque conservador (26.348 más). A partir de esta realidad es como se tendrá que armar la batalla por obtener una mayoría suficiente que permita conquistar o mantener la Alcaldía. Serán 27 concejales en liza (dos menos que en 2015, la anterior cita con las urnas, porque en este tiempo el padrón ha bajado de los 300.000 vecinos).
El PSOE se presentará con una ventaja que no conocía desde las municipales de 1987. Ha sido el partido más votado en los últimos comicios. Además, ha incrementado sus apoyos, ha reconquistado 23 barrios (entre ellos La Rondilla, Delicias, Pajarillos) y se juega la continuidad del alcalde, Óscar Puente. Es una posición de ventaja para los socialistas, que en 2015 ni siquiera fueron la lista más votada. Les ganó el PP en número de apoyos.
Los populares fueron en 2015 (municipales) la opción mayoritaria.En 2019 (generales) es el PSOE. Y con eso jugarán en esta campaña. El PP tendrá que intentar recuperar la fuga de votos (29.465) hacia las posiciones más centristas de Ciudadanos (sobre todo en los barrios del suroeste: Villa de Prado, Covaresa, Parquesol...) o de la ultraderecha de Vox (especialmente en el centro).
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Pilar del Olmo, la candidata del PP, deberá buscar argumentos para intentar recuperar esos apoyos y taponar la hemorragia que sufre en los barrios (este martes ya subrayó su carácter «de centro»). Ahí estará una de las claves de la campaña.
La otra será lo que ocurra a la izquierda del PSOE y la capacidad de Toma la Palabra para retener los 22.259 votos que recibió en las locales de 2015. No hay que olvidar que es una candidatura municipalista, nacida con la semilla de IU, que siempre ha obtenido en las municipales más respaldo que en las generales.
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