Euforia y derrota contenidas ante un escenario «complicado»

Con gritos de «¡Viva España, viva Pablo!» recibían las decenas de apoderados y afiliados de Vox a su candidato por Valladolid, Pablo Sáez Alonso-Muñumer, que agradeció el trabajo a todas las personas que han hecho posible que la representación de Vox en el Congreso de los Diputados «no pare de crecer». Sáez definió a su partido como la «real alternativa, patriota y social» tras multiplicar por seis el número de escaños que han conseguido Castilla y León. «Hemos subido en votos, pero también en ilusión», espetó el candidato por Valladolid.

En solo once meses, Vox ha conseguido representación, tanto en la región como en España. «Ahora nos conocen más, tenemos un mejor resultado y esto continúa subiendo», explicó Sáez. Los seis diputados de la Comunidad se sitúan en Valladolid, Ávila, Salamanca, Zamora, León y Segovia, donde asegura que se consolida «la alternativa del sentido común», que es «defender la unidad de España, el restablecimiento del orden constitucional en Cataluña, defender unas fronteras justas, combatir la inmigración ilegal y luchar por la España de los ciudadanos y no de los políticos». Además, Pablo Sáez hizo referencia a la importancia de la despoblación en Castilla y León, donde propuso «la creación de comisiones a nivel regional y provincial para actuar ante este acusado problema que afecta también a nivel nacional».

Con rostro serio accedió en cambio Francisco Igea (Ciudadanos), vicepresidente de la Junta, a un céntrico bar de Valladolid ante un aplauso cómplice del resto de cargos y militantes de la formación naranja. El mismo aplauso se repitió media hora después tras seguir por televisión el discurso del líder nacional Albert Rivera tras la gran debacle de la formación naranja al perder 47 diputados, de la que el vicepresidente de la Junta no quiso hacer mención por considerar que España se enfrenta «a la peor de sus crisis en los últimos años». Explicó así Igea que da igual «nueve, diez, once o veinte» diputados en el Congreso: «Hasta la última gota de nuestro sudor y nuestra sangre lo vamos a dedicar a servir a este país», dijo.

Igea, ante la grave tesitura de perder los ocho diputados que tenía Ciudadanos en Castilla y León, adoptó una posición centrista desde la que buscarán la unión de PP y PSOE para que el país «no quede en manos de quienes quieren destruirlo y no creen en la libertad». «Este país no tiene tres millones de ultraderechistas, este país reclama su esencia, su unidad». . Ante el posible paso a un lado de Rivera, Igea negó esa intención porque considera que Ciudadanos «ya ha perdido suficientes personas con valía» y no pretende perder una más.

Desde un hotel de la capital burgalesa compareció el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, quien pidió «humildad» a los partidos para que Pedro Sánchez pueda conformar gobierno porque «no hay otra posibilidad». Tudanca reconoció que el escenario sigue siendo «extremadamente complicado» pero insistió en que el PSOE ha ganado las elecciones de una «forma amplia» y esto abre un escenario a la reflexión para conformar un gobierno para la nación, recoge Europa Press. Recordó así que en los anteriores comicios «no dejaron gobernar a quien ganó» y confió en que ahora «la normalidad impere», pese a reconocer que es una «malísima noticia» que la extrema derecha tenga el mayor número de representantes de la historia de la democracia.

Con satisfacción acogió el Partido Popular de Castilla y León el resultado cosechado en la jornadad de ayer, pues la formación, según admitió el presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, ha ganado la Comunidad y ha dado «la vuelta» a los resultados de abril y vuelve a ser el partido de referencia de la Comunidad, según informa Ical. En su valoración, Fernández Mañueco subrayó que, aunque la participación ha caído en algo más de un punto, crecieron en cinco puntos y en tres escaños más.