Espoleado por el 'portazo' que Vox ha dado al PP en sus negociaciones en Murcia, el primer mitin de campaña de Santiago Abascal en Valladolid le llevó a elevarse sobre su argumentario habitual y lanzar serias advertencias al PP de Alberto Núñez Feijóo. Ese candidato ... que, antes de cederle la palabra, el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, calificó de «como un Rajoy, pero sin barba», ante la risotada de las mil personas que abarrotaban la plaza de San Pablo de la capital castellana.
Publicidad
Fue en la parte final de su arenga, donde el líder de la ultraderecha lanzó las mayores cargas de profundidad de su estrategia y dejó claro que «la mayor amenaza hoy es la oferta del Partido Popular de que a partir del 23J gobierne la lista más votada...aunque hubiera una mayoría absoluta entre PP y Vox». Mostraba así su temor a una hipotética continuidad de un PSOE en minoría.
Noticia Relacionada
Ana Redondo
Temeroso de que, tras el recuento de votos, le toque un papel de simple 'muleta' de la mayoría absoluta (tal y como pronostican muchas encuestas), Abascal advirtió a la derecha que «lo único que importa es el cambio de rumbo que beneficie a todos los españoles en su conjunto». Pensando en ese socio con el que ya gobierna en Valencia, Baleares, Extremadura y Castilla y León, se mostró «sorprendido de que aún crean que vamos a ceder a chantajes». Por «chantaje», en el diccionario político de Abascal, se entiende que en Murcia les ofrezcan un 'trozo' del pastel del poder equivalente a la cantidad de votos (dos) que necesita el candidato López Miras (PP) para ser embestido. Y no de la totalidad de su presencia allí: 9 parlamentarios y un 18% de votos.
Ante un auditorio entregado («ni un paso atrás», le gritó alguno), Abascal siguió lanzando invectivas a Núñez Feijóo, del que dijo que «me preocupa verle tan descentrado. Más preocupado de pactar con el PSOE y de apartar a Vox». A su único y posible socio de coalición para ese «cambio de rumbo», en el que insistió una y otra vez, le recordó que «ha votado más veces en el Congreso de los Diputados junto al PSOE que junto a Vox». También afeó al actual favorito de las encuestas que «ande ya repartiendo ministerios», en lugar de centrarse en... el cambio de rumbo.
Publicidad
Antes de reivindicar su papel en el timón de mando de la 'nave España', Abascal repitió sus habituales catastrofismos contra la realidad del país, gobernado por un «presidente ilegítimo, traidor, que ha traído la inseguridad y la ruina». Acusó a Pedro Sánchez de «haber asaltado todas las instituciones (judicatura, fiscalía,...), de haber «pisoteado la Constitución restringiendo las libertades», «indultado a los golpistas, a los violadores». Incluso de haber «importado inmigrantes».
Noticia Relacionada
Para Abascal la cosa no va de acabar con el manoseado 'sanchismo' sino de «acabar con el socialismo y su odio a la patria, la familia y los hijos». Y puso como modelo del insistente 'cambio de rumbo', el caso de Castilla y León, primer gobierno en el que han metido la cabeza. Una tierra donde «han defendido al campo ante los burócratas de Bruselas, mientras otros lo criminalizan».
Publicidad
A Abascal le precedió en el uso de la palabra su hombre en la comunidad, Juan García-Gallardo. Un tanto hiperventilado («¡Buenas tardes, patriotas!» se presentó a gritos), les dijo a quienes le imaginaban de luna de miel (se casó hace unos días) que «no hay ningún sitio más importante en el que pudiera estar que aquí».
Sin modular el tono, clamó contra «un gobierno criminal, corrupto y traidor que nos ha traído la ruina» e invitó a la concurrencia a lanzarse al «vértigo histórico que va a definir el futuro». Trazando el rumbo que después apuntalaría su jefe de filas, insistió en que «no habrá cambio de las políticas de Sánchez si Vox no se integra en el Gobierno de España». Y esto es así porque «el PP ha sido eficaz para consolidar las políticas progres de los socialistas».
Publicidad
Y en eso de gobernar destacó algunos supuestos logros del año y medio que llevan compartiendo poder en Castilla y León. Se atribuyó la mejora del empleo y la competitividad y el 'hachazo' a la financiación de «los sindicatos vende obreros» (arrancó los mayores aplausos de la tarde). «La siembra (frase de campaña en 2022) ha comenzado a dar sus frutos». Ahora ha llegado la hora de los patriotas», se despidió.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.