Desolación y tristeza entre los demócratas

Pese a que Harris se había mostrado optimista de cara a los resultados antes de que el escrutinio se iniciara, a medida que se conocían los resultados la noche se oscureció más aún en Howard. Nada que ver con su imagen confiada a su llegada, con una caja de Doritos, su snack favorito durante la campaña y agradeciendo su apoyo a los miembros de su campaña: «Esto es lo mejor, lo mejor, lo mejor y les agradezco mucho a todos». En una de las llamadas con uno de los votantes ha dicho «estoy bien», «¿Ya votaron? ¿Lo hicieron? ¡Gracias!», ante el aplauso de la sala.

Ha sido una felicidad momentánea. Las caras largas se han empezado a reproducir en los aledaños de la universidad cuando los resultados de Carolina del Norte, uno de los 'Estados bisagra' han aparecido en pantalla y han mostrado a Trump como ganador. Así ha sucedido en los otros, donde el republicano también ha tomado ventaja. Los simpatizantes de Harris han empezado a abandonar la universidad, ya que la demócrata no va a comparecer ante sus seguidores.

Los estadounidenses han salido a votar en masa en una jornada electoral que culmina más de un año de fiera campaña por parte de republicanos y demócratas en un país con profundas divisiones entre Estados, comunidades, e incluso, miembros de la misma familia. A pesar de acudir temprano a los centros de votación, muchos han tenido que esperar en ocasiones más de seis horas en las colas para poder votar, en una elección extraordinaria y sumamente reñida en la que un buen número de electores indecisos han hecho su decisión de voto a última hora.

Durante la jornada, Kamala Harris, que ha votado por correo, ha participado en una serie de entrevistas de radio durante la jornada electoral en una última apelación a los ciudadanos a que fueran a las urnas, en las que ha insistido que su primera prioridad si es elegida para la Casa Blanca será «reducir el costo de vida de la gente».

Antes de que comenzase el escrutinio, la candidata apeló a los votantes indecisos en busca de los últimos votos con llamadas telefónicas desde la sede del Comité Nacional Demócrata, en Washington D.C., donde además ha compartido un rato distendido con los voluntarios. Entretanto, desde su 'cuartel' de West Palm Beach los miembros de la campaña de Trump han impedido el acceso a periodistas de medios críticos.