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La campaña va a ser muy larga, confesaban en la presentación de la candidatura del PP en Valladolid. Porque empezó con dos semanas frenéticas ... antes de final de año, justo tras el adelanto electoral anunciado por Alfonso Fernández Mañueco. Porque le ha seguido, en su caso, la organización del Congreso del partido en León, que siempre obliga a un esfuerzo extra. Y porque aún faltan nueve días para el 28 de enero, cuando empieza oficialmente la campaña electoral.
La campaña se le va a hacer larga al PP. Ese es el matiz que introduce Ciudadanos, que también presentó candidatura en Valladolid, con Francisco Igea a la cabeza y Verónica Casado, «nuestra consejera de Sanidad», como apertura del acto y cierre de lista. «Volverá a ser consejera de Sanidad», vaticinó Igea con optimismo a prueba de encuestas.
Eventos preelectorales que destilan simbolismos, algunos premeditados y otros fruto del azar inoportuno. Al PP de Valladolid le gustó la idea de hacerse la foto electoral ante la Academia de Caballería, en una tarde soleada y fría. Un escenario de postal con nombre propio desde que el Ayuntamiento de Óscar Puente (PSOE) decidió poner allí unas letras-jardinera incontestables, «Valladolid». El PP prefirió dejar al margen ese detalle ecológico urbanístico y situar por delante del letrero 'socialista' a sus candidatos y su propio cartel de Valladolid, color azul Génova, y el logo del partido.
«Renacimiento» fue la palabra escogida por el número 1 de la lista,Jesús Julio Carnero, para resumir el programa que presentará el PP. De nuevo el simbolismo, esta vez encerrado en una palabra. Por el renacimiento personal, después de que Carnero pasara dos meses en la UCI por culpa del covid, lo que entronca además con ese «renacimiento» necesario de la comunidad tras la pandemia, especialmente en el ámbito económico. Pero también se puede relacionar con el renacimiento político del hoy número 1 de la lista por Valladolid. En 2019 la confección de las listas a las Cortes y al Ayuntamiento le tuvo en busca de acomodo hasta el último momento, en plena discusión con Génova, que quería a Borja García Carvajal en el Salón de Plenos consistorial. Situado a última hora como número 3 en la papeleta de las municipales para la capital, Fernández Mañueco rescató a Jesús Julio Carnero para ser el titular de la Consejería de Agricultura y Ganadería. Dos años y medio después, en Madrid no han rechistado en la construcción de las candidaturas. Mañueco ha colocado los números 1 al 6. Jesús Julio Carnero, Raúl de la Hoz, Paloma Vallejo, Noemí Rojo, Ramiro Ruiz Medrano y Pablo Trillo. En 2019 sacaron cinco procuradores en Valladolid. Un resultado prácticamente nunca visto que se correspondió con la derrota autonómica. Hoy todos miran a Trillo deseando que el seis consiga plaza, por si los augurios. Lo que quedó claro con este procedimiento de elaboración de candidaturas es que no era tiempo de guerras internas y Mañueco ha podido recompensar a todos sus consejeros con el número 1 en cada provincia, lo que les asegura el escaño. Solo Alejandro Vázquez, el recién titulado de Sanidad, va con el 2, pero porque coincide con otro consejero, Ángel Ibáñez, en la papeleta de Burgos. Un podio que no le impedirá ser procurador de nuevo.
A unos trescientos metros, en el Atrio de Santiago, y con la caseta de Vox por medio, Ciudadanos presentaba un día más tarde su lista de 15 aspirantes y 3 suplentes por Valladolid. En este caso, los simbolismos inoportunos y azarosos dejaron dos imágenes chocantes. La primera, el momento en que, en pleno discurso de Verónica Casado, el generador se quedó sin gasolina y dejó a la ex consejera en silencio. El segundo,mientras hablaba Francisco Igea, cuando Alan Pipo, el hombre que pasea con carteles colgados por la calle Santiago, se acercó hasta el Atrio de Santiago. Y en las cartulinas llevaba escrito: «El berrinche evita pensar para evolucionar y se hace mendigo de la necedad».
Si se toman por presagios, mala cosa. Francisco Igea, sin embargo, considera que habrá«tres debates», que Ciudadanos conseguirá suficiente representación como para volver a ser decisivo y basará su campaña en que «otra política es posible». Y sitúa como antídoto a la «otra política» a Verónica Casado, que a pesar de que no conseguirá escaño –va como número 15 de la lista, Ciudadanos tendría que lograr los 15 procuradores en liza–, va a ser una de las voces fuertes de la formación. «Mi experiencia en política ha sido horrorosa de la muerte», «podemos hacer otra política», «lo que nos han hecho no se hace con nadie», «la mentira es lo que explica la desafección de la gente hacia la política». Esas serán sus armas.
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