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Las elecciones autonómicas del pasado domingo han confirmado una tendencia que ya se observaba en los últimos comicios celebrados en la capital segoviana: el PSOE pierde apoyos, el PP se mantiene estable y Vox crece a marchas forzadas en la ciudad del Acueducto. Aunque es ... cierto que los resultados de unas elecciones autonómicas o nacionales no se deben extrapolar a unos comicios municipales –en los primeros casos se vota más al partido político mientras que en unas elecciones locales tiene mayor peso la cercanía y el conocimiento del candidato–, sí que subrayan unas inercias que en Segovia capital apuntan a una clara mayoría del bloque de la derecha.
En el análisis calle por calle que ya manejan las distintas formaciones políticas de la ciudad hay varias conclusiones claras. La primera es que el Partido Socialista ha perdido el dominio de los últimos años. A falta de que la Junta de Castilla y León confirme el resultado de una mesa del barrio de Santo Tomás (la correspondiente a la zona con más renta de Segovia y que tradicionalmente ha ganado el Partido Popular con holgura), hay un empate técnico entre socialistas y populares. Pero con una gran diferencia. En unos comicios con aproximadamente 3.000 votos menos en las urnas autonómicas que hace dos años y medio, el PSOE se deja 1.600 apoyos, una pequeña sangría que se produce en todos los barrios de la ciudad. No hay zona de la capital segoviana en la que los socialistas consigan mejorar sus datos. El PP, por su parte, resiste el empuje de Vox y el aumento de la abstención y tan solo pierde 200 votos. Y aunque se deja apoyos en algunos barrios, también ha sido capaz de aumentarlos en otros.
Así, el mapa de la ciudad de Segovia es ahora más azulado que hace dos años y medio. Los populares mantienen su dominio en barrios de la ciudad donde ya eran la fuerza más votada, aunque en algunos casos con menos votos que en la primavera de 2019. Pero la caída del PSOE es todavía mayor, lo que permite al PP consolidar su hegemonía en zonas como el recinto amurallado, la parte alta de San Millán o Santo Tomás. Pero además, logran desbancar a los socialistas en zonas concretas de La Albuera, El Salvador o Santa Eulalia, distritos donde durante los últimos años imperaba el color rojo del PSOE.
En el centro geográfico de la ciudad, en los distritos censales que comprenden los barrios de Santo Tomás, El Salvador, Santa Eulalia y El Cristo del Mercado, los populares logran romper el empate que había en 2019. Pierden un centenar de votos por empuje de Vox, pero resisten mejor que el PSOE, que pasa de 2.729 votos a poco más de 2.300. También logran vencer en los barrios incorporados de Segovia.
Donde mejores resultados vuelve a cosechar el Partido Socialista es en las afueras de la ciudad. Es la fuerza más votada en el polígono de San Millán, en el barrio de San Lorenzo y San Marcos, en el global de La Albuera-El Carmen, en Nueva Segovia, en Santa Teresa-Puente Hierro, en San José, en el nuevo barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra y en una pequeña parte del Cristo del Mercado. Pero en todos ellos, feudos socialistas desde hace décadas, pierden apoyos. San José y el polígono de San Millán son las zonas más fieles para el PSOE en Segovia.
El descenso generalizado del PSOE no ha sido aprovechado por la coalición de Podemos e Izquierda Unida, que pese a acudir juntos a las elecciones consiguen peores resultados que los obtenidos hace dos años y medio por la formación morada. No obstante, se consolidan claramente como la cuarta fuerza política por delante de Ciudadanos. La formación naranja ha perdido en la capital más de 3.000 apoyos y tan solo fue capaz de quedar por delante de la coalición de izquierdas en alguna mesa del centro de la ciudad.
Su lugar como tercera fuerza política de la capital ha sido conquistado por Vox. La formación de ultraderecha, pese a no llegar a los 4.000 votos que sí alcanzó Ciudadanos en 2019, se mueve entre el 15 y el 20% de los apoyos en todos los barrios de la ciudad y se convierte en la única formación que crece en toda Segovia.
Centrados, dos años y medio después de perder su representación en la capital, queda en estos comicios como la última de las ocho formaciones presentadas a las elecciones por Segovia.
La alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, rechazó cualquier extrapolación de los resultados autonómicos en Segovia capital a la política municipal y lamentó que Castilla y León se vaya a convertir en «el campo de prueba de este país en cuanto a entrada de Vox en un gobierno autónomo», situación que ve con «mucha preocupación». En su opinión, el Partido Popular ha cometido «un error histórico» con el adelanto electoral, que ha supuesto «la apertura de las puertas de las instituciones de Castilla y León a la extremaderecha». Luquero teme que haya «consejeros o consejeras de Vox en Educación, Cultura o en todo lo que tiene que ver con lo social y la igualdad, que defienden valores machistas y xenófobos».
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