«El PP promete una rebaja fiscal de 2.000 millones: la mitad del presupuesto de Sanidad»

-¿Qué hay de su hachazo fiscal?

-[Ríe] No se trata de subir o bajar impuestos, la discusión es a quién se los subes y a quién se los bajas. Quiero que hagan un esfuerzo mayor los que más tienen para poderle dar más a quien más necesita. Para implantar incentivos fiscales en el medio rural, para fijar pobladores y empresas. Votaron en contra de eso el Partido Popular y Ciudadanos. No quiero rebajar en los impuestos a los 700 más ricos de esta comunidad autónoma, que es a los únicos a los que se le ha perdonado, con la última rebaja del impuesto de sucesiones, 25 millones de euros que podíamos haber usado para mejorar la sanidad, para no privatizar los test de antígenos, para poner en marcha las unidades de radioterapia en las provincias y en el Bierzo, que aún no la tienen. Esta semana le oí al señor Mañueco hablar de que iba a hacer una rebaja fiscal de 2.000 millones de euros. Eso es la mitad, prácticamente, del presupuesto de sanidad. ¿Qué significa eso? Que vamos a tener la mitad de hospitales, la mitad de centros de salud, la mitad de médicos, la mitad de profesionales de enfermería...

-¿Es posible gobernar en un escenario con once procesos electorales de aquí a las próximas autonómicas de Castilla y León?

-El señor Mañueco convocó cuando le obligaron desde Génova, cuando probablemente se vio acuciado por los casos de corrupción que dentro de nada se estarán juzgando aquí como la trama eólica, la Perla Negra, las primarias... Pensaban en eso. En un escenario electoral, en a ver si con eso levantaba un poco la cabeza el señor Casado. A partir del domingo tenemos que pensar en darle estabilidad y hacer un Gobierno en Castilla y León. No podemos perder más tiempo.