El responsable de Carpintería del Ayuntamiento de Valladolid muestra la diferencia entre las urnas antiguas (con la tapa de colores) y las modernas (al fondo a la izquierda, en finas cajas blancas). Alberto Mingueza
13-F Elecciones Castilla y León

Dónde se guardan las urnas cuando no hay elecciones

El Gobierno de España se encarga de proporcionarlas, pero son los ayuntamientos quienes las custodian durante el tiempo que transcurre entre unos comicios y otros

Lunes, 31 de enero 2022

Abulta poco, muy poco. Plegada, poco más que un archivador grande de oficina. Una caja de cartón la protege del polvo, imposible de esquivar para alguien que permanece en el mismo sitio, inmóvil, durante mucho tiempo. Porque ella prácticamente no sale. Salvo excepciones, solo un ... día de cada 1.460. Y eso que es el principal símbolo de la democracia.

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La urna es un instrumento esencial para ejercer nuestros derechos y obligaciones como ciudadanos. El próximo 13 de febrero hay elecciones autonómicas en Castilla y León, y por eso estará en cada una de las 4.531 mesas que se habilitarán para la votación en la comunidad. El 13F es una fecha señalada para este sencillo pero importante contenedor de papeletas, que volverá a ocultarse durante años en cuanto pase. Los focos y el relumbrón darán paso a la oscuridad del almacén, porque es ahí donde reside habitualmente. La cuestión es quién la cuida entre elecciones.

Transparentes, resistentes y con pocas piezas

Esquema de una urna que recoge el real decreto que regula sus características.

Las características de las urnas electorales están perfectamente establecidas en la ley. En primer lugar, es obligatorio que estén fabricadas con «un material resistente y transparente», así como que ocupen, «una vez desmontadas o plegadas, el menor espacio posible para su almacenamiento».

La normativa estatal también fija que deben tener «el menor número de piezas separables posibles para facilitar su montaje y desmontaje», y unas «medidas interiores, aproximadas», de 42 cm de largo por 31 de alto y 29 de ancho. Las dimensiones exteriores no pueden exceder en más de tres centímetros de las primeras.

También es preceptivo que la ranura de la tapa sea de unos 18 cm de longitud y 0,5 de abertura. Por último, y «a los efectos del oportuno precinto» de las urnas, deben contar con «los correspondientes orificios que, permitiendo mecanismos de sellado adecuados, no sobresalgan de la parte lateral».

La pregunta tiene su miga. El Real Decreto 605/1999 de 16 de abril, de regulación complementaria de los procesos electorales, establece que el Gobierno de España –a través de sus delegaciones o subdelegaciones– debe proporcionar las urnas a las juntas electorales de zona. Y que a estas les corresponde su montaje y precinto. «Como los secretarios de los ayuntamientos son delegados de las juntas electorales de zona, son los ayuntamientos quienes realizan esta labor», explican desde la Consejería de la Presidencia de la Junta, la encargada de organizar la inminente jornada electoral. En la práctica, esto supone que los municipios se encargan de custodiar las urnas entre unos comicios y los siguientes. En los pueblos es sencillo, porque lo habitual es que deban guardar como mucho tres. Pero la cosa se complica en las ciudades, donde la cifra se multiplica.

Nostalgia de la escuela

En la provincia de Valladolid los dos extremos son Aguasal, con 17 habitantes empadronados, y la capital, que tiene 297.775. Desde hace tres años Antonio es el encargado de la Sección de Carpintería del Servicio de Mantenimiento del Ayuntamiento vallisoletano, al que se incorporó en 2004. Su departamento tiene llave de la nave del polígono Soto de Medinilla donde se guarda todo el material electoral y se ocupa de su distribución, una labor en la que tiene mucha experiencia.

De las 769 mesas electorales que hay en la provincia casi la mitad están en la capital. De ahí que durante las tres semanas previas a los comicios un dispositivo formado por diez trabajadores y cuatro vehículos se encarga de trasladar las urnas necesarias: 468, para 97 locales electorales. «Las dejamos montadas y las cabinas desplegadas», explica Antonio, quien añade que por eso les gusta «empezar con tiempo». También llevan tableros y caballetes para montar las mesas, allí donde son necesarias. Y, por el camino, reparten por las calles los soportes donde pegan sus carteles los partidos políticos. Un trabajo intenso que continúa el día de los comicios, cuando están de guardia de 08:00 a 20:00 horas en previsión de que pueda surgir cualquier emergencia, como por ejemplo que haya algún desperfecto o que se llene tanto la urna que haga imprescindible habilitar otra.

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Vídeo. El alcalde de Aguasal, José Nieto, en la sala de la antigua escuela donde se guarda el material electoral. Rodrigo Jiménez

El Consistorio aún conserva las que se usaban hace años. Ocupan buena parte del almacén, apiladas en una gran torre, y la mayoría tienen las tapas de colores que indicaban que servían para elegir a diputados (azul) o senadores (salmón). Nada que ver con las modernas, las que se utilizarán el 13F, que precisan un espacio mínimo porque están plegadas dentro de estrechas cajas de cartón blanco.

En Aguasal todo es mucho más sencillo. El día antes de los comicios, cuando se adecente el salón, se sacará y limpiará la única urna que necesitan. El resto del año se guarda bajo llave junto a otras dos en lo que fue la escuela, «que desde que se marcharon los niños es para lo que vale, para votar», desliza con un deje de nostalgia en la voz el alcalde, José Nieto.

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