Ayuso neutraliza el argumento de Casado y da por bueno el pacto con «el partido de Ortega Lara»

La frase que Ayuso soltó en un mitin almuerzo en el centro de Valladolid encierra, además un contrasentido. El PP sí podría pactar en Castilla y León con el partido de su exmilitante José Antonio Ortega Lara, pero ni Fernández Mañueco ni, en un suponer, Luis Tudanca, podría acordar nada con «quienes lo secuestraron» porque ninguna de las formaciones que en la comunidad tienen posibilidades de entrar en el hemiciclo autonómico encaja en esa etiqueta. La dicotomía que plantea Ayuso no vale para la campaña de Castilla y León.

El PP echa mano del tirón de la presidenta madrileña para plantar cara a las encuestas que les alejan de la mayoría absoluta que acariciaban hace tres semanas y reactivar a su electorado. Tras verbalizar esa posibilidad de pacto con Vox, que lleva implícito un resultado electoral insuficiente cuando el 20 de diciembre el presidente de la Junta convocó elecciones anticipadas, Ayuso comparó lo que les queda a los populares de aquí al domingo 13 con una etapa de montaña de un vuelta ciclista. Un trazado rompepiernas. «No hay que dejar de dar pedaladas», remarcó. «Llueva, nieve o truene», añadió la madrileña. Porque además, en 2023 hay elecciones municipales, y no es igual acudir a las urnas gobernando la Junta que no. Y para mantenerse, el pacto con Vox puede ser el mal menor. Eso vino a decir Isabel Díaz Ayuso en una jornada en la que se trabajó el voto para Mañueco en Valladolid y en Ávila, como días antes se había pateado Segovia y Burgos.

El candidato del PP estuvo en Aranda de Duero, en un acto sobre sanidad, antes de encontrarse con la dirigente madrileña. Allí, Mañueco se comprometió a articular medidas que permitan a los médicos estirar la edad de jubilación hasta los 70 años. Faltan facultativos y la edad de la plantilla, con un elevado porcentaje en puertas de colgar el fonendo y la bata, dibuja un horizonte complicado en Sacyl. Esta medida será voluntaria, explicaron desde el equipo del PP que acompaña al candidato en una campaña que ha virado argumentalmente tras el devenir de las encuestas. Hay menos sanchismo y más Castilla y León.

Al mitin almuerzo con Isabel Díaz Ayuso le siguió un escueto paseo por Valladolid. Ya sin Mañueco, que dedicó la tarde a preparar el segundo debate de la campaña, que afrontarán él, Luis Tudanca y Francisco Igea, en unas horas. Es poner el pie en la calle e Isabel Díaz Ayuso arrasa. Y eso que los dirigentes del PP de Valladolid rodearon la entrada de la calle Santiago -allí está la caseta de campaña de Vox- y condujeron a la madrileña hasta la suya dando una vuelta por los atrases de la popular vía pucelana. Ayuso pidió el voto allí «para los que se presentan, que no soy yo» y arremetió contra «las divisiones, con las que ni se crece ni se va a ninguna parte». Dijo también que «Madrid es de todos, es vuestra casa» y elevó la apuesta: «Éramos una misma región hasta hace poco». Luego cogió carretera hacia Ávila, para dar el callo en la campaña de Mañueco. «Tú sí que vales», le regaló un simpatizante a Isabel Díaz Ayuso, apuntándola con el índice.

Y este miércoles, de plato fuerte, debate televisado.