Siete alcaldes para 44 años de municipalismo en Palencia

Los comicios municipales le dieron el poder en Palencia a la UCD, aunque, en aquella primera corporación democrática, el reparto de concejalías se hizo proporcional a los votos obtenidos por cada partido, con lo que no sólo había concejales 'ucedistas' al frente de los diferentes departamentos municipales, sino que los socialistas ocuparon la presidencia de dos de las concejalías: Infraestructuras y Cultura y Festejos; e incluso el edil comunista Mariano San Martín se mantuvo durante todo el mandato como edil de Tráfico y Seguridad. Este reparto inicial del trabajo no se mantuvo durante mucho tiempo, ya que los concejales del PSOE renunciaron a sus responsabilidades de gobierno en el Pleno del 13 de enero de 1981, alegando que el alcalde interfería en sus funciones. Así, los dos puestos vacantes quedaron ya hasta el final del mandato en manos de la UCD.

Pero la renuncia de los ediles socialistas no fue el único cambio importante que vivió aquella primera corporación democrática, puesto que también estuvo marcada por la tragedia, con el fallecimiento en accidente de tráfico, el 13 de noviembre de 1980, del primer teniente de alcalde, Severino Infante León (UCD), cuya vacante fue ocupada por Mariano Arconada Cabos. Presentaron además su renuncia los también 'ucedistas' Celedonio García Córdoba y José Silva Conde, que fueron sustituidos por Gonzalo Cavero Franco y Mercedes Oliva Fernández. En el PSOE, renunció el también senador y secretario de la UGT, Ángel Benítez Moro, cuyo puesto lo ocupó Mariano Villaver Miranda. Y también dimitió el concejal comunista Anselmo González Varas, al que sustituyó Ana María Melero Zumel.

Pero este solo fue el primer mandato, desde entonces se han venido sucediendo diez corporaciones municipales más, que han estado presididas por otros seis alcaldes, además de Francisco Jambrina, entre los que nunca ha habido una mujer, aunque una candidata sí ha llegado a ganar las elecciones. La socialista Miriam Andrés  se alzó con la victoria hace cuatro años, sin que lograra finalmente hacerse con la Alcaldía, que recayó en Mario Simón, de Ciudadanos, a pesar de solo haber sacado tres concejales. Un pacto con el PP y el voto favorable de Vox le despejaron el camino.

Jambrina volvió a ganar cuatro años después, ya bajo las siglas de Alianza Popular, en lo que se convirtió en un tenso mandato, con secuectro incluido de un concejal tránsfuga. Pero aun así, este partido también se impuso en los siguientes comicios municipales de 1987. Eran tiempos convulsos en los que la hacienda municipal no estaba especialmente saneada, por lo que el candidato popular, el afamado entrenador de atletismo Gerardo Cisneros, renunció a la Alcaldía solo 45 días después de haber asumido el cargo.

Encina, el tercero

Tomó el testigo como tercer alcalde de la democracia el médico Antonio Encina, que formaba también parte de las listas de Alianza Popular y logró un pacto de gobernabilidad con los tres concejales que tenía el CDS. Eran los años de refundación de AP, que pronto se denominaría Partido Popular (PP) y las tensiones internas en Palencia eran continuas entre los defensores de Encina y los de Jesús Mañueco.

Finalmente, el alcalde abandonó la disciplina del partido y fundó otra formación política de carácter localista, Agrupación Palentina Popular (APP), en la que se integró la que hoy es portavoz de Vox en el Ayuntamiento y candidata a la Alcaldía, Sonia Lalanda, que fue en aquellos años concejala de Bienestar Social.

Las derechas pagaron en las urnas aquella división cuatro años después, en 1991, cuando se hizo con el cargo el socialista Heliodoro Gallego. Fue el primer año que ganaba en Palencia una lista de izquierdas, aunque con una débil mayoría.

Gallego no consiguió revalidar su triunfo cuatro años después, ya que se impuso por mayoría absoluta el popular Marcelo de Manuel, que tuvo que afrontar un duro mandato marcado por la muerte de una niña en las vías del tren y las inundaciones en Pan y Guindas.

El PP no logró retener la Alcaldía y en 1999 comenzó la hegemonía socialista que se mantuvo durante doce años. Tres mandatos consecutivos en los que Heliodoro Gallego, que no desaprovechó su segunda oportunidad, arrasó en las urnas y se llevó tres mayoría absolutas consecutivas.

El desgaste de Gallego y del PSOE llegó en 2011, cuando la apuesta del PP con Alfonso Polanco logró una más que holgada victoria, con 14 concejales, lo que no se veía desde 1983. Polanco volvió a ganar en 2015, aunque ya con minoría y tuvo que apoyarse en los votos de Ciudadanos.

La victoria volvió al PSOE hace cuatro años, pero el pacto PP-Ciudadanos le impidió gobernar.