El PP intensifica su hegemonía en la Diputación con quince escaños

El respaldo masivo recibido ayer es también el reconocimiento a la labor que desempeña el «Ayuntamiento de los Ayuntamientos», como define Miguel Ángel de Vicente a la Diputación que preside. Su equipo en la institución y el propio secretario provincial del PP salen reforzados de la lid electoral. El mapa de la provincia esta mayoritariamente pintado de azul, color que identifica a los populares. Sin embargo, en esa paleta cromática que se crea sobre la geografía segoviana, el rojo del Partido Socialista se difumina y se reduce. Salva Ayuntamientos que son baluartes de su gestión en la provincia, como el Real Sitio de San Ildefonso. También en el alfoz mantiene cierto pulso, al remontar en Palazuelos de Eresma y conservar Torrecaballeros y Trescasas, municipios pujantes del cinturón metropolitano; pero la debacle de la capital castiga al partido de la rosa.

Las cuentas para ver el reparto de escaños en la Diputación la salían en la eufórica noche electoral de ayer a la presidenta del Partido Popular de Segovia, Paloma Sanz, quien al mismo tiempo que citaba algunas plazas conquistadas en las urnas, también enumeraba los sillones en la Corporación provincial que ambiciona ocupar tras arrasar en la provincia. Trece, catorce... ¿quince? Pues tiene visos de lograrlos.

Estos cálculos otorgan al Partido Popular una amplísima mayoría en la Diputación. Quince de veinticinco escaños. De confirmarse, serían dos más que los representantes que ostenta en el mandato que finaliza y que empezó con el susto de los populares y con la polémica por un escaño que bailaba y que al principio se adjudicó a Izquierda Unida. Después de los recursos, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratificó la  mayoría absoluta que prolongó la hegemonía del PP.

Para reeditar mandato, De Vicente tiene precisamente el aval de los resultados electorales. El PP ha alimentado su granero y lo ha hecho crecer en un 14%. Si se compara el escrutinio con el de los comicios municipales de hace cuatro años, el partido ha recabado 4.645 apoyos más en las urnas. En términos contantes y sonantes, el hundimiento de las filas socialistas es de 5.652 votos con respecto al botón que la formación que preside en la provincia José Luis Aceves. Es una caída en torno al 18%.

Otro botón de muestra que revela el predominio del Partido Popular en la provincia es que los datos de anoche del Ministerio del Interior le otorgaban 153 mayorías en otros tantos municipios. De gobernar en estos Ayuntamientos sería dominar casi la mitad de las administraciones locales que hay, que son 209 si se tiene en cuenta también la capital.

Hay que fijarse también en los partidos judiciales. El de la capital, con 55 localidades, incluidas las del alfoz y hasta El Espinar, es un trozo muy goloso del pastel de escaños a asignar para conformar la Diputación. El desplome socialista se opone a triunfos populares en algunas plazas suculentas, como el propio Espinar, donde Javier Figueredo ha sellado una victoria clave que le hará regir el Consistorio sin necesidad de llegar a acuerdos.

Los cálculos de los que se felicitan en el PP le dejan al PSOE con ocho escaños en la Diputación, lo que supondría perder dos con respecto a esta legislatura y retroceder veinticuatro años. Las cifras, a falta de confirmación, también abren la puerta a dos siglas nuevas en la institución provincial. Vox e Izquierda Unida tienen opciones de sentarse en el hemiciclo del Palacio Provincial con un diputado cada una.

La extrema derecha ha más que duplicado los votos cosechados en 2019. Pasa de 2.044 a 5.117. Es el 6,25% de los sufragios. Además, es la fuerza mayoritaria, según los datos de Interior, en tres Ayuntamientos: Pinarejos, Cerezo de Abajo y el más importante, Villacastín.

Izquierda Unida (IU) está cerca de logra su anhelado escaño en la Corporación provincial gracias a rondar el 5% de las papeletas que ayer se depositaron en las urnas.