El último día de campaña, Óscar Puente, delante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se entretuvo en explicar algunas claves de sus fichajes preelectorales. Se detuvo en Carmen Jiménez Borja y, especialmente, en Charo Chávez. «En el año 2011 había jóvenes en Fuente Dorada y ... eso cristalizó en el 15M. Cerré aquella campaña con el deseo de que volvieran al PSOE. Hace cuatro años concurrieron bajo la marca de 'Sí se puede' y hoy, esa gente que decía 'no me representan', se siente de nuevo representada en el PSOE. Y eso quiero subrayarlo. Charo Chávez, gracias por haberte sumado a este proyecto», sentenció Puente.
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El domingo, el propio ex alcalde y rival Javier León de la Riva consideró que el fichaje de la ex portavoz de Sí se Puede había sido una jugada maestra del socialista.
Las cifras gruesas se explican solas. Con dos ediles menos en juego (27 por 29 de 2015), el PSOE ha absorbido por completo los tres que obtuvo Podemos, para pasar de 8 a 11. Los tres que se deja el PP son para Ciudadanos (de 2 entonces a 3) y Vox (1). El restante de los populares, y uno de VTLP, son los que se pierden por la cuestión demográfica.
Pero más allá de la cuestión numérica y de la apuesta por Charo Chávez, el resbalón de Podemos hacia la irrelevancia no es aislado. Ya perdió el diputado nacional que tenía en Valladolid (Juanma del Olmo), junto a los otros dos que tenía en Burgos y León, el pasado 28A. En Castilla y León ha pasado de 10 escaños a 1, y se ha dejado los 2 procuradores regionales que ganó en 2015. En la provincia se ha quedado con solo 1 concejal de los 8 que tenía (apenas tenían candidaturas, reducidas casi a la capital y al alfoz). Y el desplome de los votos ha sido abrumador en todos los casos.
En las generales, se han dejado más de 7.700 votos en Valladolid capital entre 2016 y 2019. Pero es que los 24.010 conseguidos hace apenas un mes por Unidas Podemos (Podemos+IU+Equo) se han convertido en unos exiguos 8.218 en las autonómicas (Podemos+Equo), que ni sumados a los 7.937 que obtuvo Izquierda Unida se acercarían a esos 24.010. En las municipales, los más de 16.500 votos del año 2015 han mermado hasta quedarse en 5.016. O lo que es lo mismo, ha pasado a ser la sexta fuerza del municipio, rebasado incluso por Vox.
Podemos comenzó el mandato con una ruptura radical con los tres ediles electos, que pasaron a conformarse como Grupo Municipal Sí se Puede, sin relación con la estructura de la formación morada. Decidieron, además, apoyar al equipo de Gobierno pero desde fuera, sin entrar a formar parte de él. Formado el Pleno del Ayuntamiento en junio, en octubre ya se hicieron públicas las discrepancias entre el partido, a cuyo frente estaba entonces Daniel García, y los concejales. Hace un año se escenificó de modo definitivo la ruptura, cuando Charo Chávez anunció la desvinculación de los ediles.
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Por aquellas fechas se conocía, también, la llegada a la Secretaría Local de Podemos de Israel Álvarez Calzada, que se impuso en las primarias del partido a Rosa María Martín y Abdul Gadiri. Hace apenas dos meses se celebraron las primarias para decidir candidatos a la Alcaldía y a las Cortes. Álvarez Calzada se presentó en ambas listas. Salió elegido primero. Le secundaron cuatro personas más. En el sexto puesto figuraba Miguel Holguín. Álvarez Calzada renunció a la lista municipal para encabezar la de las Cortes y a continuación propuso al Consejo Autonómico que fuera el sexto más votado quien liderara la candidatura en Valladolid. Eso provocó reacciones en contra dentro del propio partido y ha sido utilizado por sus rivales durante la campaña.
Antes de eso, llegado el momento de decidir la confluencia con Valladolid Toma la Palabra, el fin de semana acordado por ambas formaciones para realizar sus procesos internos Podemos se desmarcó pidiendo un poco más de tiempo, algo que los de VTLP no podían conceder, explicaron, porque los tiempos ya estaban medidos. Las discrepancias en algunos puntos, como el soterramiento, acabaron por romper la negociación.
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La amplia caída de votos en todos los comicios en Valladolid condena a los morados a la irrelevancia política. Con la izquierda como referente de Gobierno en el Ayuntamiento de la capital y sin plaza ni en el Salón de Plenos ni en la Diputación, Podemos tampoco tiene un apoyo fuerte a nivel regional. Pablo Fernández, actual secretario regional del partido, ni siquiera ha obtenido su escaño de procurador por León, con lo que estará fuera del hemiciclo. La burgalesa Laura Domínguez será la única representación regional, en un grupo mixto que compartirá con Por Ávila, Vox y Unión del Pueblo Leonés.
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