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A sus 88 años, Juan García Benito ansía volver a tener en sus manos el bastón de mando de su pueblo natal, Rábano, de 175 vecinos. Él cuenta con la experiencia y las ganas de trabajar necesarias para el cargo. En 2007 se presentó por ... primera vez a las elecciones animado por un amigo. Hoy, tras cuatro años de barbecho político, retoma esas ganas de seguir trabajando por el bien común. Lo hace respaldado por las siglas del PSOE, un partido que, según dice, siempre le ha apoyado y querido. «Este sábado ha sido mi cumpleaños y una de las felicitaciones que más ilusión me ha hecho es la de la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Es increíble que se haya acordado de mí. Hace tiempo también me hicieron un homenaje al que acudieron Patxi López y Javier Izquierdo, con los que me hablo por WhatsApp», dice orgulloso y emocionado.
Juan nació el 13 de mayo de 1935 en Rábano y durante 40 años trabajó en la construcción en Valladolid. Al jubilarse, él y su mujer, María Luisa, regresaron al pueblo y él se presentó a las elecciones. «Le debí de coger gusto, porque me quedé durante 12 años. En las de 2019, como vi que había relevo con personas muy competentes, di un paso atrás y me alejé de la política. Ahora, cuatro años después, me vuelvo a presentar con la misma ilusión de la primera vez», cuenta este rabanero, quien confiesa que le ha costado convencer a su familia y sus cuatro hijos de esta decisión. «Me decían que no me presentara, pero al final se han dado cuenta de que es lo que quiero de verdad. Ven todo lo bueno que he hecho por el pueblo y lo mucho que me animan los vecinos y me apoyan muchísimo», continúa.
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Su principal objetivo es construir una residencia para mayores. «Es algo que me reclama mucho la gente y creo que llevan razón. Solo espero que las instituciones me ayuden a conseguirlo. Hay terreno y tenemos un entorno precioso, con un área recreativa que es la envidia de toda la provincia. Una residencia aquí sería un lujo para todos los mayores», asegura.
De sus 12 años como alcalde, entre 2007 y 2019, de lo que más orgulloso se siente es de «haber logrado la unión» entre todos los vecinos. «Antes había mucha división de opiniones por el tema de la política. Ahora todos estamos unidos y podemos echar la partida juntos y eso es muy grande. Lo más importante es llevarnos todos bien, porque en este pueblo la gente es muy buena», prosigue. «En 2007, Rábano era el pueblo más endeudado de la provincia. Se debían 170.000 euros y conseguimos poner la deuda al día. Yo jamás he cobrado un céntimo del ayuntamiento, ni de plenos, ni de dietas. Todo me lo pago yo. Llevándolo con ilusión y trabajando no es difícil. Yo como estoy jubilado, siempre estoy de servicio», afirma.
La renovación de la red de alcantarillado es uno de los proyectos más importantes que ha liderado. «He trabajado más en los doce años que he estado en el ayuntamiento, que en toda mi vida y voy a seguir dándolo todo. Hay otra candidatura a mayores, de lo cual yo me alegro, porque así el pueblo tendrá la posibilidad de elegir quien quiere que sea su alcalde», remata.
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