Colas en Valladolid para librarse de ser mesa electoral el 28-M

Y para ausentarse en esa jornada, iniciaron hace una semana visitas a la junta electoral de la zona de Valladolid, este año ubicada en la sede judicial de Angustias, para excusarse. Hasta el momento, ochocientas personas ya se han acercado para alegar algún tipo de motivo. De todas esas, unas 80 resoluciones ya se han dictado.

Y lo que El Norte de Castilla ha palpado, es que en un sondeo de diez personas, todas ellas, han sido agraciadas con la excusa pertinente y eludir pasarse el domingo electoral por el colegio. Algo así como cuando una madre firmaba el correspondiente justificante para no ir a clase al día siguiente.

Esta improvisada encuesta a pie de los juzgados ha encontrado todo tipo de motivos para ausentarse. Estaba el caso de Flor Castillo, que le ha tocado presentar toda la documentación de su marido. Este, a sus 61 años, reside en Alemania por trabajo y no tiene pendiente viajar a finales de mayo hasta la provincia vallisoletana.

Por motivos laborales tampoco acudirá a su deber democrático Manuel de Frutos. Tiene una explotación ganadera en Viloria del Henar y ese día, como todos, le toca dar de comer a los cerdos. «Me ha tocado aportar todo tipo de documentación. Cuanto más traigas, mejor. La faena es que me ha tocado hacer dos viajes», apunta De Frutos tras recoger su recompensa en forma de A-4 con un 'excusa' en mayúscula y en negrita.

Otro clásico de las alegaciones son los viajes. Los que uno programa sin contar que ese 28 de mayo son las elecciones o que ese día a uno no le va a tocar ser mesa. Es el caso de la joven iscariense Sara Criado, que tenía su viaje programado desde enero para trasladarse hasta Barcelona en esas fechas. Así que para alegar su ausencia le ha tocado imprimir los billetes con bastante premura y presentarlos ante la junta electoral. Excusada.

Un papeleo similar le ha tocado presentar a Pedro Pérez, que como buen padre le ha tocado ayudar a su hija desde la distancia. De Erasmus en Lisboa, ha acercado la documentación pertinente para ser liberada ese día y no cortar sus estudios internacionales en mayo. «A ella, desde allí, le toca hacer los trámites para votar por correo», añade con la recompensa obtenida bajo el brazo.

Otro motivo, y del que no se necesita más que presentar el DNI, es tener entre 65 y 70 años. Una especie de voluntarios designados, pero que con el hecho de demostrar la edad les basta para eludir responsabilidades. Eran varios los casos que se dieron este miércoles, como le sucedía a Isabel de Roa, que ha viajado desde Tudela con su marido para enseñar únicamente su DNI y demostrar que suma 69 primaveras. «Es absurdo. hacemos un viaje para esto. Había que replantear el método de elección», agrega un poco contrariado el marido de Isabel.

A estos casos se sumaban también aquellos que alegaron alguna enfermedad, como una mujer con depresión o los motivos de Francisco José Diez, con una persona con discapacidad a su cargo. Excusados, también.

Precisamente, las alegaciones de los designados podrán presentarse hasta el 13 de mayo, pero siempre en un plazo de siete días a partir de la notificación. Los afectados podrán presentar ante la Junta Electoral de zona una causa justificada y documentada que les impida la aceptación del cargo. La Junta resolverá sin posibilidad recurso en el plazo de cinco días y comunicará, en su caso, la sustitución producida al primer suplente del 1 al 18 de mayo. Posteriormente, se podrá comunicar a la Junta Electoral de zona la imposibilidad del desempeño del cargo al menos 72 horas antes del día de las elecciones, aportando las justificaciones pertinentes.

Existen algunas razones que de por sí implican la exención de ser mesa electoral: ser mayor de 65 años, tener una discapacidad o una incapacidad permanente y absoluta y gran invalidez, una incapacidad temporal para el trabajo, estar embarazada de seis meses o más y ser madre en periodo de lactancia, estar al cuidado de menores de ocho años, personas con discapacidad o de familiar de hasta segundo grado por edad, accidente o enfermedad, estar internado en prisión o en un psiquiátrico, haber sido miembro de una mesa electoral al menos tres veces en los últimos diez años y tener una orden de alejamiento contra un votante censado en ese colegio.