Castilla y León inicia una nueva era política

En el circo de este 26 de mayo habrá espectáculo en varias pistas. Las preguntas flotan en el aire.

¿Seguirá el PSOE de Luis Tudanca la estela marcada en las generales, donde logró un histórico triunfo en la región?

¿Frenará el PP de Alfonso Fernández Mañueco la sangría de votos para mantener la victoria, aunque sea lejos de las mayorías absolutas de otras épocas?

¿Llevará Francisco Igea a Ciudadanos a alturas impensables para el partido naranja hace cuatro años que le permitan acometer el cambio 'real' que preconiza?

¿Evitará Podemos el desplome morado que sufrió el 28 de abril y una merma sustancial de escaños?

¿Mantendrá José Sarrión su condición de procurador por Izquierda Unida con su candidatura Castilla y León en Marcha, que aquí concurre diferenciada de Podemos?

¿Logrará Luis Mariano Santos aumentar la influencia de la UPL en las Cortes con algún escaño extra?

¿Cuántos procuradores obtendrá Vox, después de su irrupción nacional en el Congreso de los Diputados, donde pasó de 0 a 24?

¿Qué pactos se fraguarán para garantizar la investidura del nuevo presidente?

Aunque no conviene desdeñar el papel que puedan desempeñar otras fuerzas en un escenario tan atomizado, la gran partida se ha jugado estos últimos 15 días entre PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. Los dos debates televisados confrontaron las propuestas de los candidatos de estas formaciones, las cuatro que contaron con grupo parlamentario propio en las Cortes regionales durante la pasada legislatura.

El Norte reunió el pasado martes a Luis Tudanca (PSOE), Alfonso Fernández Mañueco (PP), Francisco Igea (Ciudadanos) y Pablo Fernández (Podemos) aprovechando el segundo de los debates organizados por la Comisión de Medios y emitido por Castilla y León Televisión. Es la última vez que los cuatro han coincidido esta campaña y la cita se desarrolla en medio de un ambiente distendido, una vez finalizada la esgrima dialéctica de la contienda catódica.

Ramón Gómez, jefe de Fotografía de El Norte, guía a los candidatos. Le acompaña Gabriel Villamil, otro de los fotógrafos del diario. «Os vamos a hacer fotos deshojando las margaritas», bromea Villamil. «Eso tendría que hacer yo», comenta con una sonrisa socarrona Francisco Igea, al que PP y PSOE miran porque saben que Ciudadanos va a ser clave en el próximo hemiciclo. «Lo de la novia ha sido muy bueno, de verdad», le dice Pablo Fernández a Igea, en referencia a la metáfora nupcial que uso el aspirante naranja en el debate final.

Todos están listos ya para posar, pero aún falta por llegar Alfonso Fernández Mañueco. ¿Dónde está el candidato del PP? Se escuchan comentarios sarcásticos: «Estará intentando encontrarse a sí mismo». «No seáis malos...», ríe uno de los presentes.

Pero ya se sabe que en este tipo de reuniones uno no puede llegar tarde si no quiere verse expuesto a las chanzas del resto... Así que las pullas vuelan: «En el primer debate decía que era la renovación y hoy aparecía como la experiencia». «El otro día se mostraba como el 'rebelde sin causa'». «Mira que le he dado por todos lados en el debate, pero él va a lo suyo, sin salirse de su esquema». «Yo le he calificado como el rey del 'dónde vas, patatas traigo'». «Es un 'mádelman' total». Pim, pam.

Mañueco, al que le deben estar pitando los oídos a estas alturas de la tarde, sigue sin llegar y los otros tres candidatos deciden cambiar de conversación. Igea explica que le aguarda un acto en Arroyo de la Encomienda (Valladolid). «Allí sacamos casi el 30% de los votos». «¿El 30%? ¿En serio?», le pregunta Tudanca, sorprendido por el buen resultado de Ciudadanos en esta localidad limítrofe con la capital vallisoletana.

Los candidatos pasan a analizar algunos de los pormenores del debate. «A mí me habría gustado que se emitiese en directo», dice Pablo Fernández (el debate se grabó tres horas y media antes de su emisión por decisión de la Comisión de Medios). «Esta vez no ha habido 'streaming'. El otro día decíamos que era como escuchar la final de la 'Champions' en Carrusel Deportivo y luego verlo en la tele», apunta Tudanca. «Yo prefiero la radio porque tengo una ventaja:la voz», dice Igea, con su timbre grave.

Después de cuatro minutos de espera, llega Mañueco. «Perdonad, que me estaba desmaquillando», justifica. La tele tiene estas cosas: hay que maquillarse para colocarse ante los focos y recordar quitarse el 'pote' antes de salir a la calle, que la gente te puede mirar raro.

Ramón Gómez, el fotógrafo-en-jefe, coloca a los candidatos. «Déjame en el centro alguna vez. Está claro que en el centro no me queréis...», bromea Pablo Fernández. «Yo me pongo donde queráis. No creo que nadie vaya a ganar por dónde se sitúe», comenta Tudanca entre risas. «Una cosa os digo a los asesores: no subáis esta foto al Twitter», advierte Ramón Gómez. «Es para Instagram...», le responde con sorna uno de los asesores.

A Mañueco le asalta una duda en plena sesión de fotos: «¿Y si me quito ahora la corbata?». «A tiempo estás», le replica Tudanca. Finalmente, el candidato del PP opta por seguir con la banda de seda. Es el único que ha lucido corbata en los dos debates y en la foto conjunta. Los demás han prescindido de esta prenda.

La sesión va tocando a su fin, pero Gómez aún quiere alguna pose más. El sol golpea en el rostro de los candidatos. «No nos vale, más para acá», ordena el fotógrafo. «Las cosas que nos hacéis hacer...», observa Mañueco. «Ya te digo...», le apoya Pablo Fernández. «Menos pactar, cualquier cosa», responde Ramón Gómez. «No sé si lo habéis visto, pero el otro día posaron los cuatro candidatos a la alcaldía de Burgos con guantes de boxeo...», interviene Tudanca.

La sesión acaba. Todos salen pitando antes de despedirse cordialmente. Un matrimonio pasea junto al jardín. «¿Cómo se llama ese de las gafas?, pregunta la mujer. «Es el del PP», contesta el marido. «Y aquel es Tudanca», señala a lo lejos. La señora suspira: «A ver si hacen algo...».