Consulta la portada del periódico en papel
Óscar Puente, actual alcalde y candidato del PSOE, en la pegada de carteles Carlos Espeso
Valladolid

Solo el PP se sale de la 'milla de oro' en la pegada de carteles

Actos simbólicos de los partidos en la inauguración de los 15 días previos a las urnas, con la tarea de convencer al 19% de indecisos detectados por el CIS

Antonio G. Encinas

Valladolid

Viernes, 12 de mayo 2023, 00:22

Y ahora sí que sí. La campaña ya está aquí. Reducida a una convocatoria de elecciones municipales, sin autonómicas por primera vez en Castilla y León, y con cinco partidos que salen aupados por su representación en el Pleno del Ayuntamiento: PSOE, PP, Valladolid Toma ... la Palabra, Ciudadanos y Vox. Con una pegada de carteles en estos tiempos modernos en los que ya es difícil ver una escoba y un cubo con agua y cola, que las redes sociales son más limpias -al menos en eso- y más rápidas.

Publicidad

Y la noche electoral deja unos cuantos detalles curiosos. Por ejemplo, el simbolismo de la puesta en escena de Jesús Julio Carnero, al que su máximo rival, Óscar Puente, ya le ha echado en cara en varias ocasiones que no solo no quería ser candidato, sino que estaba empadronado en Simancas, donde votó el 13F de 2022, sin ir más lejos. El PP se llevó el inicio de campaña a San Pablo. Junto al colegio El Salvador, donde estudió Carnero y donde se hizo 'chamizo', y el instituto Zorrilla, donde cursó bachillerato. En la misma plaza en la que se encuentra la Diputación Provincial, que presidió ocho años. Y muy cerca de donde vive la que es una de las personas referentes en su vida, su madre Aurora. Todo un ejercicio de proclamación de vallisoletanismo del candidato popular, que fue designado a solo cinco meses de las elecciones, con la desventaja que eso supone.

Eso sacó a los populares, eso sí, de la 'milla de oro' de la pegada de los carteles: el eje Plaza Zorrilla (Vox), Santiago (Cs), Ferrari (PSOE), Fuente Dorada (VTLP). En medio, la caseta de campaña del PP, vacía mientras los populares se concentraban aislados del resto. Con el candidato, el presidente provincial, Conrado Íscar, y el ex alcalde Javier León de la Riva, el resto de la lista al Ayuntamiento y hasta su sucesor en la Consejería de Presidencia, Luis Miguel González Gago.

Jesús Julio Carnero, candidato del PP. José C. Castillo

Porque Carnero amaneció como consejero y candidato y a mediodía ya había abandonado una de sus funciones, la de consejero de Presidencia de la Junta. Lo hizo por sorpresa tras el Consejo de Gobierno. No estaba anunciada en la agenda su presencia, pero se añadió después junto al portavoz del Ejecutivo, Carlos Fernández Carriedo. Aunque estaba dispuesto a hacer «un esfuerzo», ni los datos del CIS ni lo exigente de la campaña le han permitido llegar al final con esa dualidad.

Publicidad

El candidato del PP auguró que van a dejar de estar en la oposición en Valladolid capital y que la ristra de «incumplimientos» de Óscar Puente «demuestran que es necesario el cambio en el Ayuntamiento de Valladolid». Pasada la medianoche y tras más de 20 minutos de intervención que sumaron Conrado Íscar y Carnero, este último pidió el voto mientras los asistentes coreaban 'alcalde, alcalde'.

El aspirante del PP tiene enfrente a un alcalde, Óscar Puente, pero también a otra candidata con funciones de Gobierno durante ocho años, María Sánchez. Se enfrenta, por tanto, a un tándem, en una batalla que se configura, dicen las encuestas, por bloques. Izquierda contra derecha, sin posibilidad, parece, de mayorías absolutas.

Publicidad

María Sánchez, candidata por Valladolid Toma la Palabra. Rodrigo Jiménez

Para Toma la Palabra los augurios demoscópicos son buenos. Trata de reconquistar el espacio que se dejó Podemos, a quien ha absorbido, y rebasar esos 20.000 votos que ya le dieron cuatro concejales en 2015 y que se redujeron a tres en 2019. Pierde a Manuel Saravia, pero la precampaña y el acto inaugural dejan claro que el concejal de Planeamiento Urbanístico no se va del todo. Por la mañana, las redes sociales del partido difundieron una conversación entre la aspirante Sánchez y el próximamente jubilado Saravia. Cuarenta minutos de conversación entre compañeros de Toma la Palabra, que en 2011 era oposición y desde 2015 es decisivo en el Gobierno. Suficiente como para empezar la campaña con festejos. Primero, música en la plaza de El Salvador. Luego, más música en Cantarranas. Y luego paseíto hasta Fuente Dorada para la pegada de carteles. Mucho entusiasmo y un discurso final jaleado con voces de «¡esa, esa, esa, es la alcaldesa!» que se colaban en el discurso del vecino, Óscar Puente, apenas unos metros más allá. Pablo Fernández, procurador de Unidas Podemos en las Cortes, acompañó a la comitiva y halagó la labor de la que fue su número 2 en la papeleta autonómica hace poco más de un año.

El PSOE tenía a primera hora de la tarde a una ministra de visita, Margarita Robles (Defensa). Y no será la última. Pedro Sánchez vendrá el 21 de mayo al polideportivo de Delicias, el que presta servicio al barrio y al colegio Allué Morer. Óscar Puente, muleta en ristre, ha perdido ya 9 de las 18 grapas que le pusieron tras la operación para recolocarle el tendón del cuádriceps, y ha ganado en efervescencia. Centra la estrategia en su defensa de la gestión y, a partir de ahí, explicar los proyectos que le darán continuidad a su idea de ciudad. Robles vino, vio, alabó a su alcalde y se largó a velocidad de Ave. Los socialistas eligieron la calle Ferrari para su puesta de largo. Así que la coalición de Gobierno, PSOE-VTLP, se alejó para marcar territorio propio, pero ambos partidos se mantuvieron al alcance de la vista.

Publicidad

A Puente lo introdujo la eurodiputada Iratxe García, que habló de la «gran imagen» que tienen en el exterior la ciudad y su alcalde y le acompañó Javier Izquierdo, otro clásico del socialismo municipal que ahora orquesta la Acción Electoral en Ferraz. «Hace ocho años, aquí mismo, apelábamos al cambio. La ciudad tenía claro qué quería dejar atrás. Hoy la ciudad no quiere cambiar, tiene claro el rumbo que quiere seguir», aseguraba. Y hasta soltaba la muleta un rato, gesto que delata el poder de la adrenalina contra el dolor.

Irene Carvajal, candidata de Vox. Carlos Espeso

Vox se concentró en la caseta de campaña para después desplazarse a la Academia de Caballería, donde estaba prevista la pegada de carteles de la candidata, Irene Carvajal. Sin muchas alharacas, con el perfil bajo que ha mostrado hasta el momento a la espera de entrar en el barro electoral de los mítines, los debates y las visitas de los primeros espadas del partido. A Carvajal le acompañaron los integrantes de la lista, se escucharon gritos de «¡Viva España!» y de «¡Hay que votar a Vox!», estos para estrenar el altavoz, y se desplegaron los carteles en torno a una caseta que luce los colores de la bandera española. La candidata declinó opinar sobre el sondeo del CIS y reiteró que sus principales medidas irán enfocadas a la movilidad: neutralizar la zona de bajas emisiones y «revertir el caos circulatorio».

Publicidad

Pablo Vicente, de Ciudadanos. Rodrigo Jiménez

Ciudadanos mantuvo un perfil más clásico. Inicio de campaña en la calle Santiago, en una caseta, cerca de la sede del partido, con la presentación del cartel del candidato, Pablo Vicente, acompañado de los integrantes de la lista. Con la dificultad de tener que hacer una campaña con pocos fondos y después de que la masa de afiliados -y por tanto de voluntarios entusiastas para organizar los actos- haya disminuido en los últimos tiempos. Francisco Igea, procurador en las Cortes de Castilla y León y ex vicepresidente de la Junta, pasó por la caseta para mostrar su apoyo al aspirante naranja, que soporta el peso de los malos vaticinios demoscópicos en una batalla en el eje derecha-izquierda que deja a Ciudadanos en el ostracismo.

Mujeres, jóvenes, mayores de 65 años y personas de clase media conforman el cuerpo de indecisos

Y toda esta parafernalia 'campañera', después de meses de precampaña, presentaciones y promesas, ¿para qué? Pues para decidir el voto, aunque parezca mentira. Un estudio de BeBartlet del mes de abril a partir de los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas y de encuestadoras privadas destacaba el papel de los indecisos ante unas elecciones generales. Con segmentos de población que cobran especial relevancia en este ámbito de los que aún no han decidido su voto: «mujeres, mayores de 65 años, universitarios, las personas de clase media y las que se sitúan en el centro ideológico».

Noticia Patrocinada

Asegura el informe que un 23% de los españoles decidirán su voto en la última semana. Y eso, trasladado a estas municipales, es mucho decir. «Las campañas cada vez son más determinantes», advierten desde BeBartlet. En las generales de 2019, según el CIS, cuatro millones de votantes decidieron en la última semana qué papeleta iban a elegir. En Valladolid, según el CIS, hay un 19% de indecisos. Es el porcentaje más pequeño entre las ciudades analizadas, pero no deja de ser una quinta parte de la ciudadanía votante.

El papel de los jóvenes

Y hay un dato relevante en el estudio de BeBartlet sobre los jóvenes. Se identifican más con su generación, y por tanto con sus problemas y perspectivas, y con el lugar donde viven que con la religión, el país o la ideología política. En Valladolid, con la movilidad como eje de la principal polémica entre bandos, esto puede ser muy relevante. Las cifras de jóvenes que se sacan el carné de conducir han bajado drásticamente, siguiendo una tendencia mundial, y los medios alternativos, como bicis o patinetes eléctricos, están al alza, especialmente en ese segmento de población. El debate está servido y la resolución, en poco más de un par de semanas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad