¿Vas a alquilar tu casa en Valladolid? Estos consejos te ayudarán a evitar sorpresas

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística sitúan el alquiler en Castilla y León como la opción residencial elegida por un 13,1% de los hogares. Pese a que, como reconoce Ferran Font, director de Estudios de pisos.com: «la accesibilidad al mercado del alquiler sigue estando comprometida debido al creciente esfuerzo económico que supone ser inquilino en determinadas ciudades», lo cierto es que es una alternativa residencial que, desde el punto de vista de los arrendadores, puede resultar de lo más rentable.

Los datos del portal inmobiliario sitúan Valladolid como la provincia más cara para comprar una vivienda. En febrero, los compradores pagaron de media 1.448 €/m2 por inmuebles de segunda mano, aunque también es el territorio castellanoleonés con los precios del alquiler más elevados (6,35 €/m2). A tenor de los datos de pisos.com, la rentabilidad bruta del alquiler alcanzó en febrero el 5,26% en el conjunto de la provincia, un porcentaje muy similar al registrado en la capital. De hecho, fue tras Zamora el territorio más rentable de la comunidad, aunque en el ranking por capitales ocupa un discreto quinto puesto, superada por ciudades como Soria (5,22%), León (5,92%), Ávila (7,4%) o la propia Zamora (7,83%).

Con todo, comprar para alquilar en Valladolid o sacar un rendimiento de un inmueble que tienes cerrado -ya sea en la capital o en cualquier otro punto de la provincia- puede resultar de lo más interesante. Pero para que la tarea no te levante más dolores de cabeza de los estrictamente necesarios, nada como poner en práctica algunas recomendaciones básicas que todo propietario que tenga pensado alquilar debería conocer.

Antes de fijar el precio de alquiler para tu casa es importante investigar el mercado inmobiliario en la zona. Analiza cuánto están cobrando otros propietarios por alquilar una propiedad similar a la tuya considerando tanto sus propias características como la ubicación de la propiedad. Otras cuestiones como las comodidades que ofrece -acceso al transporte público, supermercados, colegios, centros médicos…- también te ayudarán a fijar un precio justo y competitivo que atraiga a los inquilinos apropiados.

No hay segundas oportunidades para causar una primera buena impresión o, lo que es lo mismo, si quieres conquistar a los potenciales arrendatarios, es importante hacer una buena presentación de tu vivienda. Asegúrate de que tu casa esté limpia, ordenada y bien iluminada cuando recibas a las visitas y, cómo no, realiza una limpieza profunda antes de citarles o, sencillamente, hacer las fotos para el anuncio del alquiler. Hacer pequeñas mejoras, como pintar las paredes o cambiar las cortinas, para darle un aspecto fresco y atractivo a la propiedad puede ayudarte a revalorizar la vivienda con una inversión mínima.

Por otro lado, es importante que elijas bien cómo quieres localizar a tus potenciales inquilinos. Una vez que hayas preparado tu casa para alquilar, publicar tu anuncio en los lugares adecuados te ayudará a encontrarlos. Puedes utilizar sitios web de alquiler de confianza, aunque también puedes publicar en redes sociales, en grupos de Facebook o en tablones de anuncios de universidades o centros de trabajo cercanos. Asegúrate de incluir fotos atractivas de la propiedad, así como información detallada sobre la ubicación, el precio y las condiciones de alquiler.

Hacer match con quienes se convertirán en moradores de tu propiedad es importante. Por eso, antes de decantarte por unos u otros inquilinos hay que estudiar con calma cada perfil. Aprovecha las comunicaciones que tengas con ellos -ya sea telefónicamente como durante la visita a la vivienda- para saber más. Conocer su trayectoria como inquilinos o los motivos por los que buscan vivienda, así como sus hábitos o si tienen mascotas, puede inclinar la balanza en una u otra dirección.

Pero si hay algo sobre lo que no puedes dejar de informarte es sobre su solvencia financiera y su situación laboral. Puedes solicitar referencias de sus antiguos propietarios o verificar su situación a través de documentos como nóminas o contratos de trabajo. También puedes solicitar un aval bancario que respalde el pago del alquiler en caso de impago o contratar un seguro de alquiler con el mismo fin.

Antes de firmar, asegúrate de que las cláusulas del contrato del alquiler están claras y que el documento recoge detalladamente todos los términos y condiciones del acuerdo, incluyendo el precio, el plazo del alquiler, la fianza, las responsabilidades del propietario y del inquilino, así como las posibles restricciones. Si no te sientes seguro redactando el contrato tú mismo, puedes contratar a un abogado especializado.

Del mismo modo, puedes recurrir a un experto inmobiliario para que se haga cargo de todo el proceso. En estos casos, el agente inmobiliario te ayudará con cada una de las fases del alquiler -incluida la selección de los inquilinos- aunque supondrá un coste añadido.