Los conductores de autocares y autobuses urbanos irán a la huelga desde el lunes

Tanto la Asociación de Transportes Púbicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC) como la Confederación de Transporte en Autobús (CONFEBUS) lamentaron ayer «no haber llegado a un acuerdo», aunque siguen abiertos a nuevas conversaciones «para desbloquear una situación que supondría el paro general en el transporte de viajeros por carretera».

Las dos asociaciones -que agrupan a 95.000 trabajadores que transportan cada año más de 3.144 millones de viajeros- han solicitado la apertura de una mesa de diálogo, para tratar, entre otras cuestiones, todos los aspectos relacionados con la jubilación anticipada. «Sin este estudio, las principales asociaciones del sector del transporte de viajeros no pueden tomar ninguna decisión al respecto, al desconocer las implicaciones que unamedida de este calado puede conllevar para las empresas y para los servicios de transporte público que estos prestan», defienden.

Al menos de momento, ese escenario no parece posible, con lo que las movilizaciones se mantienen en el sector, sumándose a las mismas, y en el último momento, los taxistas.

Por su parte, y tras firmar el pacto para introducir al colectivo dentro de las profesiones de riesgo para acceder a jubilación anticipada, el transporte de mercancías solicitará en un plazo de 20 días el inicio del proceso para implantar el sistema de coeficientes reductores a la edad de jubilación de 67 a 60 años, conforme a la normativa.

Dado que esto implicará un aumento de las cotizaciones sociales en la cuota empresarial, las empresas solicitarán al Ministerio de Seguridad Social una rebaja del 6,7% al 3,7% en el tipo de cotización por accidentes de trabajo. Si se deniega, pedirán ayudas para la compra de vehículos que cumplan los requisitos de seguridad de la UE.

Desde CC OO añaden que, además de esta medida, se suscribirá un acuerdo sobre materias concretas, como los reconocimientos médicos periódicos contemplados en la normativa preventiva o la facultad de las empresas de transporte de mercancías por carretera de realizar controles aleatorios de consumo de alcohol y drogas a su personal de conducción conforme al protocolo que se establezca.

Esta negociación de último minuto para desatascar la huelga se produjo tras el fracaso de la reunión del pasado lunes, donde solo el colectivo de los conductores de ambulancias consiguió un acuerdo con la patronal. La primera reunión comenzó a las 13:00 horas, con el transporte de mercancías de protagonista. La segunda, «la más complicada», según fuentes sindicales, no comenzó hasta bien entrada la tarde del jueves.

Los sindicatos habían llamado a la huelga a unos 700.000 trabajadores, aunque la gran mayoría correspondía al sector de mercancías: unos 250.000 conductores asalariados y casi el mismo número de autónomos que se hubieran podido sumar al paro. El lunes, están llamados a la huelga 100.000 conductores de autocares y autobuses urbanos y los más de 50.000 taxistas representados en la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi). Los conductores de VTC (Uber y Cabify, entre otros) no se sumarán por el momento a la convocatoria.

El objetivo de esta huelga es lograr la regulación de la jubilación anticipada de los conductores profesionales. Ambos sindicatos denuncian el «bloqueo sistemático» por parte del Gobierno y las distintas patronales a la reivindicación de adelantar la edad de jubilación de los conductores. Los sindicatos justifican la jubilación anticipada en el sector por el alto índice de siniestralidad en la carretera debido a la alta edad de los conductores, sobre todo a partir de los 55 años.

«Esta es una reivindicación que se viene haciendo desde hace 20 años y que se viene bloqueando desde hace más de una década», argumentan. Aseguran que hay propuestas para mejorar las condiciones laborales del sector paralizadas en el Congreso de los Diputados y en el Senado y reclaman al Gobierno que las impulse y a las empresas que reconozcan la peligrosidad del trabajo, así como que se reduzcan las cotizaciones a la Seguridad Social (que son seis veces más altas en este sector por accidentes de trabajo y enfermedades profesionales) y que la jubilación parcial con contrato de relevo sea voluntaria para el trabajador.