Los ERTE sujetan la subida del paro en un mes de agosto que generó 3.102 afiliaciones

En 2020, el agosto del año de la pandemia, Castilla y León registró un leve repunte del paro de 427 personas hasta un total de 29.780, con una tasa de aumento, del 0,27%, bastante mejor que el 0,79% nacional. En cuanto al empleo, la afiliación se incrementó en 3.102 personas hasta totalizar 912.539. Este atípico repunte, del 0,34%, contrasta con el exiguo 0,04% de ganancia media en el país.

El mecanismo habilitado para favorecer los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y evitar los despidos sirvió para sujetar el mercado de trabajo un mes más. En agosto, la Seguridad Social totalizó 24.120 castellanos y leoneses incluidos en un ERTE, de los que 19.605 fueron por fuerza mayor de la covid-19 y los 4.515 restantes, convencionales. Restan así en situación de para laboral temporal la sexta parte de quienes llegaron a estar afectados en el pico de la 'emergencia laboral', en abril. Frente a los 38.809 de julio se produce un descenso del 37,8%.

El alza del desempleo se cebó en esta ocasión con las mujeres, ya que el mes pasado aumentó el número de parados para el colectivo masculino en 42 personas y en el femenino lo hizo en 385.

También en términos mensuales, el paro registrado en Castilla y León disminuyó en la agricultura (1,36%), en la industria (1,29%) y en la construcción (0,26%), pero aumentó en el sector servicios (0,19%) y en el colectivo sin empleo anterior (3,7%).

El paso atrás de la lucha contra el paro duele un poco más cuando se echa un vistazo a cómo estábamos hace un año:en agosto de 2019 la comunidad tenía 23.783 parados menos. Con un 18,02% de repunte anual (en España es del 24,04%), Castilla y León puede presumir de ser la cuarta con un subida más moderada, tras Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia.

En contra de lo que pudiera sugerir el repunte del desempleo en el sector servicios, los apartados de hostelería y comercio concentraron la creación de puesto de trabajo en Castilla y León el mes pasado. Las restricciones de aforo siguieron haciendo mella en el sector de bares y restaurantes, que no obstante ganó 1.699 afiliados al Régimen General. Las actividades sanitarias y de servicios sociales vieron incrementada la afiliación en 1.187 personas, La temporada de verano también fue positiva para el comercio y reparación de vehículos, que vio incrementados sus asalariados en 784 personas, por 473 en la construcción.

Se perdieron, sobre todo, 1.672 empleos en educación y 479 en agricultura y ganadería.

Castilla y León registró un número medio de afiliaciones a la Seguridad Social en agosto de 912.539 y la ganancia de 3.102 con respecto a julio convive con una pérdida de 22.903 con respecto al mismo mes del año anterior, con una tasa (2,45%) similar a la media de España (2,73%).

En términos mensuales, la afiliación aumentó en el régimen General (0,4%), en el Sistema Especial Agrario (2,8%), se mantuvo prácticamente constante en el régimen Especial Autónomos (-0,02%) y disminuyó en el Sistema Especial Hogar (-0,2%).

En el agosto más extraño de la historia, el número total de contratos registrados disminuyó en 20.848 (27%) y el de indefinidos en 256 (5,25%).

Del total de parados de la comunidad, con datos de julio, 114.160 recibieron algún tipo de prestación, 72.833 de ellas contributivas de una media de 749,50 euros, mientras que el resto fueron 36.531 subsidios y 4.795 rentas activas de inserción de algo más de 400 euros.

Anivel nacional, el mercado de trabajo no ha podido aprovechar el tirón de toda la campaña de verano después de un mes de agosto en el que el número de parados ha aumentado en 29.780 personas. Los rebrotes por coronavirus, las restricciones a la actividad y, sobre todo, los vetos de los vecinos europeos para los turistas que pasaran sus vacaciones en España explican esta realidad. El número de desempleados registrados alcanza los 3,8 millones. Al mismo tiempo, se han creado 6.822 puestos de trabajo con lo que la Seguridad Social cuenta con 18,8 millones de afiliados, muy lejos de los 19,5 millones que tenía hace un año.

El aumento del paro es inferior al que se ha producido en ese mismo mes en los últimos cuatro años. En buena medida se debe a que muchos ciudadanos han dejado de buscar activamente empleo.

En términos de creación de empleo, en agosto nunca se había incrementado el número de cotizantes, por el efecto del fin de los contratos temporales. Pero en este año atípico el número de afiliados ha crecido en cerca de 7.000 personas, el primer incremento de cotizantes un mes de agosto en toda la serie histórica.

En cualquier caso, las expectativas eran más optimistas tras el fin del estado de alarma, en junio. Los empresarios confiaban entonces en que el impulso llegara en julio y agosto tras la sangría de marzo a junio. Julio fue un mes bueno, con 161.000 empleos más, pero la evolución epidemológica ha impedido una recuperación más vigorosa en agosto. A partir de ahora, como ocurre habitualmente, el mercado laboral comenzará a mermar con más destrucción de empleo ante el final de una temporada turística que se mantiene en el chasis.