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Cuadras de la afamada yeguada.
Lastras del Pozo, pocos vecinos pero con una finca de cría de caballos

Lastras del Pozo, pocos vecinos pero con una finca de cría de caballos

La explotación del exdueño de Telepizza y de Jazztel, Leopoldo Fernández Pujals, emplea a veterinarios, yegüeros, jinetes y mozos, entre otros profesionales

Elena Rubio

Lunes, 16 de febrero 2015, 08:17

En lo alto de un cerro y con vistas a la sierra, a menos de treinta kilómetros de Segovia, se encuentra Lastras del Pozo, un pequeño pueblo donde hay censados 79 vecinos. No tiene fábricas y apenas cuenta con algunas naves ganaderas que mantienen personas que viven en la capital. La convivencia es «muy tranquila», afirma el alcalde del municipio, Mariano Moreno. Una paz que solo se ve alterada por las bocinas de los vendedores ambulantes que acuden a este pueblo donde no hay ninguna tienda, solo un pequeño bar que abre todas las tardes y que sirve de punto de encuentro para los vecinos.

En las vacaciones estivales la población se multiplica, en buena parte también gracias al turismo rural, una actividad incipiente con vistas a futuro, donde se acaba de terminar la construcción de una casa rural y existe otra en proyecto. Según Moreno, los vecinos «están muy bien atendidos», gracias a las últimas mejoras realizadas en el municipio, como la construcción de un centro de jubilados, una nueva báscula para el pueblo o las obras que se están ejecutando para mejorar el frontón.

Sin embargo, Lastras del Pozo tiene fama internacional al ubicarse dentro de su término municipal la mayor explotación de España de cría de caballos de pura raza española, la Yeguada Centurión, fundada por Leopoldo Fernández Pujals, exdueño de Telepizza y de Jazztel.

La Yeguada Centurión posee dos fincas, ambas en la provincia de Segovia: Santa Ana, en El Espinar, donde se realiza la iniciación a la doma de potros, y la de San Pedro de las Dueñas, en Lastras del Pozo. Las cifras que rodean a este último espacio no dejan lugar a dudas de sus dimensiones: 50.000 metros cuadrados construidos, con capacidad para más de cien caballos estabulados y donde se pueden albergar cerca de un millar de ejemplares, así como mil hectáreas de terreno, 500 de praderas y el resto de monte, cercadas por 65 kilómetros de vallado de madera. Un proyecto que en este 2015 cumplirá 20 años cuando comenzó la idea en la cabeza del empresario hispano-cubano, que agradecido por el éxito empresarial obtenido en España, quiso devolver parte de ese logro «mejorando y promocionando el caballo de pura raza española», según explica en la página web de la Yeguada.

Monasterio de las Dueñas

Después de casi diez años desde que se hiciera con los primeros ejemplares de caballo español y más de un lustro empleado en la construcción de las instalaciones, el proyecto comenzó a funcionar en el 2004. Desde entonces, se crían unos de los mejores caballos españoles de pura raza, en unas modernas instalaciones, cuyo edificio principal es el rehabilitado Monasterio de Las Dueñas, construido en el siglo XIII por las monjas benedictinas y que fue restaurado en 2002. Una finca en la que de continuo trabajan profesionales cualificados como veterinarios, yegüeros, jinetes o mozos, dedicados «en cuerpo y alma al caballo», y que el pasado año amplió de forma significativa su plantilla.

El empresario siempre ha tenido la intención de crear empleos entre los vecinos del pueblo, pero los jóvenes de la localidad hace años que se fueron a vivir fuera y en invierno «apenas residen 35 personas», según relata el alcalde de Lastras del Pozo. De esta manera, el personal que trabaja en su interior procede del entorno cercano a la finca.

Las instalaciones están abiertas al público del 15 de marzo al 15 de diciembre. Unos meses en los que se puede visitar las cuadras para ver los caballos, el funcionamiento de los comederos así como las parideras, donde se encuentran las yeguas con los potros recién nacidos.

Lo que no todo el mundo puede visitar son las nuevas naves construidas de alambrera para cetrería, que, en opinión del alcalde, son para el adiestramiento de aves rapaces que luego «venden a los jeques».

En la finca también existe un proyecto para la construcción de más naves con un coste que rondaría 900.000 euros, que podrían llevan algo de dinero extra a las arcas municipales que manejan un presupuesto anual de unos 100.000 euros.

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