Parque eólico marino East Anglia One, en el Mar del Norte. Rebeca Alonso

Tecnología española en uno de los parques eólicos marinos más grandes del mundo

Iberdrola ya ha instalado 51 de los102 aerogeneradores en la plataforma británica, que emplea a dos mil españoles

Rebeca Alonso

Londres

Miércoles, 27 de noviembre 2019, 15:26

A unos 50 kilómetros de la costa del condado inglés de Suffolk, en las aguas del Mar del Norte, se erige una impresionante construcción con mucho trabajo español detrás. Se trata del parque eólico marino East Anglia One, que ya cuenta con 51 de los ... 102 aerogeneradores del proyecto llevado a cabo por Iberdrola a través de su filial ScottishPower Renewables. Tras alcanzar el ecuador de su instalación, se espera que se complete a mediados de 2020 y lleve energía 'limpia' a 630.000 hogares ingleses. Con una inversión aproximada de 2.500 millones de libras y cubriendo un área de unos 300 kilómetros cuadrados (lo que equivale a 40.000 campos de fútbol), se convertirá en uno de los tres parques eólicos marinos más grandes del mundo.

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Para lograr este objetivo, unos 15 países se han visto implicados en la cadena de suministro, incluida España. Así, los aerogeneradores proceden de Siemens Gamesa, con sede en Zamudio, Vizcaya. Una subestación marina (Andalucía II), fabricada por Navantia en Puerto Real (Cádiz), será la encargada de recoger la electricidad producida por estos aerogeneradores y transformar la tensión para poder trasladarla a la costa, de lo que se encargan dos cables de exportación en el fondo del mar, cada uno de cerca de 85 kilómetros. Estos cables se unen a otros seis subterráneos en tierra de unos 37 kilómetros, desde Bawdsey hasta un nuevo transformador terrestre en Burstall, que conecta el parque eólico marino a la red nacional. De las 102 cimentaciones tipo jacket, Navantia ha fabricado 42 en Fene, en la provincia de La Coruña (Galicia), y Windar ha construido los pilotes en Avilés (Asturias). En total, se han creado unos dos mil empleos en el país.

Piezas arqueológicas de la Edad de Bronce y minas de la II Guerra Mundial

Durante la instalación del parque eólico marino East Anglia One, Iberdrola se ha topado con más de una sorpresa. En primer lugar, bajo el agua, ya que en la zona de East Anglia se encontraron numerosas minas de la Segunda Guerra Mundial, que tuvieron que ser desactivadas. También se halló un submarino alemán cuya pista se perdió durante la Primera Guerra Mundial. Dentro seguía su tripulación, 31 personas que perdieron la vida y de las que hoy se conoce un poco mejor su historia.

La erosión marina fue otro de los problemas a los que se enfrentó el proyecto, ya que el movimiento del mar originaba socavones alrededor de los pilares. «Es como cuando estás en la playa y la ola toca tus piernas y se retira. Crea un agujero alrededor de los pies», explica José Luis Morales, 'project manager' de aerogeneradores de Iberdrola. Para evitarlo, realizaron diversos estudios y finalmente optaron por apuntalar los pilares con roca.

En tierra, al soterrar el cable que lleva directamente la energía a las familias británicas, los trabajadores descubrieron lo que se convirtió en una de las mayores excavaciones arqueológicas del sureste de Inglaterra, en la que se congregaron hasta 400 arqueólogos. Salieron a la luz muestras de la Edad de Bronce, la Edad de Hierro, el periodo romano, el anglosajón e, incluso, el periodo medieval. Destacan los restos de una calzada de época neolítica del año 2.300 antes de Cristo.

Iberdrola también se ha preocupado de proteger el entorno de los animales de la zona, como por ejemplo los tritones, y de tapar los cables de manera que no se perjudique al paisaje local.

Vencidos estos problemas, se ha podido llevar a cabo la instalación. En alta mar, 155 kilómetros de cable llevan la energía de los aerogeneradores hasta la subestación marina, que a su vez está conectada por 85 kilómetros de cable a la costa. Desde allí, un último tramo de 37 kilómetros bajo el suelo lleva la potencia a las viviendas de Suffolk.

Para José Luis Allegue, de Nervión Industries, subcontratista principal de Navantia, fue todo un «reto» adaptarse a este sector, pero también un salvavidas laboral. «Cuando prácticamente no había trabajo en Ferrol, ahí estábamos unas 600 personas trabajando, y así llevamos cuatro años. Llevo 16 años en la empresa y fue complicado el cambio de construir barcos a fabricar jackets, pero al final vimos que también eran estructuras de hierro y recibimos varios cursos. Para la comarca del Ferrol, la eólica marina nos vino como anillo al dedo», reconoce agradecido José Luis Allegue.

Parte de un proyecto mayor

Pero el East Anglia One tan solo es parte de un proyecto aún mayor al que se suman tres parques más: East Anglia One North, East Anglia Three y East Anglia Four. Cuando funcionen los cuatro, se espera que puedan abastecer a cerca de tres millones de hogares. «Tenemos autorizado ya el East Anglia Three, estamos trabajando para conseguir otros dos proyectos más con el objetivo de que se conviertan en las siguientes fases de la zona East Anglia. Nos gustaría tramitar los otros dos hacia el año 2021 o 2022. También estamos desarrollando un proyecto en la Bretaña francesa», explica Álvaro Martínez, director de gestión de proyectos de Iberdrola.

Estas zonas se han escogido, entre otras razones, por la poca profundidad de sus aguas, característica que en el futuro podría dejar de ser un condicionante. «Hay otra línea de trabajo en la que Iberdrola también está involucrada, que es el desarrollo de tecnología eólica flotante. Podría permitir desarrollar instalaciones en aguas más profundas con una menor limitación, por lo que sería posible que se llevara a cabo en España en un futuro», avanza Álvaro Martínez.

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