El diésel vuelve a ser más barato que la gasolina después de medio año

Siete meses ha durado la espera para que el mercado de los hidrocarburos vuelva a regularse y el diésel vuelva a ser sinónimo de ahorro a la hora de llenar el depósito. Y es que fue el pasado 4 de febrero cuando las líneas dibujadas por el coste de gasélo A y la sin plomo 95 se cruzaron de nuevo en precios similares. En Castilla y León el precio del gasóleo se encuentra en el 1,661 euros mientras que la gasolina 95 esta ligeramente por encima en los 1,668 euros y hace tan solo un mes la diferencia a favor de la gasolina era de cincuenta céntimos por litro.

Este martes, los precios medios en Valladolid se cruzan en los 1,648 euros por litro para la sin plomo 95 con el diésel, con una tendencia a la baja, según los datos facilitados por el Ministerio de Energía y Transicción Ecológica en el Geoportal. En Palencia, la diferencia es algo mayor y se cobra el litro de gasolina a 1,678, mientras que el gasóleo A cuesta 1,678 euros. También es una tendencia que ocurre en Burgos con el diésel a 1,663 euros mientras que la gasolina se eleva a 1,685. Con una diferencia similar en León cuesta llenar el déposito 1,652 euro el litro y la gasolina 95 a 1,678. En Salamanca en cambio, la gasolina está más barata, a 1,658 el litro por 1,679 el diésel, lo que supone una excepción a la norma de la bajada del gasóleo.

360 millones en ayudas

En la Unión Europea más del 95% de los camiones matriculados son diésel y The European Automobile Manufacturers' Association (ACEA) estima que en los próximos diez años la mayor parte de esta flota seguirán activos. También en España la mayoría de turismos son diésel, las dos terceras partes del total. Por ello la bajada de este tipo de carburante es esperada como agua de mayo para buena parte de los conductores para aliviar sus carteras.

Las ayudas del Gobierno que sí se mantienen de cara a 2023 contemplan la bonificación de 0,20 céntimos al transportista profesional hasta el 30 de junio, el descuento del 30% en los abonos del transporte público (en aquellas comunidades que ya lo bonifican), así como los abonos gratuitos en trenes de media distancia y Cercanías o autobuses de larga distancia. Una subida que afecta aún más pensando en el coste de los trayectos cotidianos y en los viajes largos en automóvil.

En definitiva, medidas que alivian el bolsillo de los usuarios mientras impulsan el uso de los medios de transporte público frente al privado y apoyan a colectivos profesionales especialmente afectados por la subida de los combustibles fósiles.

A partir del 1 de enero de este año, además, desapareció la rebaja de 20 céntimos por litro que entró en vigor el 1 de abril de 2022. Ese día, el precio medio de la gasolina de 95 era de 1,819 euros, frente a los 1,854 euros del gasóleo A. Lo que supuso un incrementó de los precios de los hidrocarburos desde Navidad.

Para minimizar en lo posible las consecuencias de la imparable subida del precio de los combustibles, la mejor solución es aplicar técnicas de conducción eficiente y buscar las áreas de servicio cercanas con precios más bajos a la hora de llenar el déposito.