La CNMV espolea al Congreso para acordar un plan contra el fraude financiero

Sin embargo, la CNMV no termina de encontrar el apoyo por completo de los políticos en este sentido. Al menos así se desprende de las palabras que este martes ha pronunciado Rodrigo Buenaventura, persidente de la institución, ante el Congreso de los Diputados, solicitando de nuevo su apoyo para frenar este tipo de fraudes.

El presidente del supervisor advierte de que «hemos notado un incremento de consultas de inversores por ofertas recibidas de entidades no registradas y por presuntas estafas, muchas de ellas ligadas a criptoactivos». Pero también a productos derivados sobre divisas, acciones y materias primas. De ahí su insistencia en señalar la urgencia para un pacto político. «Creo que la situación requiere un esfuerzo conjunto de las distintas instituciones del Estado, incluyendo por supuesto al Parlamento, para abordar un conjunto de medidas que mejoren la lucha contra el fraude financiero», asegura.

Buenaventura reconoce que la CNMV ha percibido una muy buena disposición del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para abordar este problema, que va más allá de las criptomonedas. Pero los avances deben ser rápidos, también en materia de formación financiera a los ciudadanos como fórmula de actuación temprana frente al auge de los fraudes financieros.

La CNMV ya trabaja con el borrador de la circular que regulará la publicidad de esta actividad en el que, entre otros aspectos, se establece que el supervisor pueda exigir que las campañas dirigidas a más de 100.000 personas se comuniquen 15 días antes de su puesta en marcha y, en caso necesario, puedan ser suspendidas. Pero desde la institución consideran necesarias nuevas medidas, también en lo que se refiere a su capacidad para reforzar una plantilla muy mermada en número de activos en los últimos años y que actualmente se limita a 435 empleados.

En esta línea, Buenaventura ha querido dejar claro ante los parlamentarios la necesidad de remar 'todos a una' para mantener la estabilidad de los mercados financieros después de la pandemia.

Sobre todo porque las empresas necesitarán completar la financiación bancaria con alternativas como el capital riesgo o los propios mercados financieros para cubrir las necesidades de inversión que surgirán a partir de ahora y que, según indica, no se cubrirán solo a base de fondos europeos ante un entorno en el que las empresas tienen pocos recursos y mucha deuda con los bancos.

En este sentido, la CNMV calacula que las empresas necesitarán emitir en el mercado unos 10.000 millones de euros anuales en la próxima década. Y, para tener éxito, hay que evitar turbulencias.

Buenaventura se ha referido aquí a los riesgos que supone para la estabilidad del mercado los cambios «de cierta profundidad» que se han detectado en algunos patrones de contratación de los inversores minoristas, en clara alusión al caso 'GameStop', en el que un grupo de pequeños ahorradores, a través de foros de Internet, lograron condicionar la cotización de la compañía, con fuertes posiciones bajistas presionando al valor.