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Es momento de gasto, de que los gobiernos de la Unión Europea salgan en tromba a superar la situación de recesión económica provocada por la pandemia porque los economistas «sabemos bien cómo resolver la situaciones provocadas por la inflación, pero no tenemos tantas alternativas cuando se produce una deflación», aseguró el economista y catedrático de la Universidad de Barcelona Antón Costas durante su intervención en el Foro Económico de El Norte de Castilla que tuvo lugar en la tarde de ayer jueves a través de la página web del periódico.
La deflación, la caída de los precios de los productos provocada por una recesión del consumo privado sería, en opinión de este experto, el principal peligro al que se enfrenta la economía española y el conjunto de la europea en este momento como consecuencia de la pandemia provocada por lacovid-19 y, si bien entiende que la recuperación será relativamente rápida en los dos próximos trimestres, la incertidumbre sobre la evolución de la enfermedad y la posible actitud conservadora de los consumidores solo tiene una salida en este momento: el gasto público.
Antón se une así al argumento del gobernador del Banco de España en su sugerencia de elaboración de unos Presupuestos Generales expansivos, porque considera que el Gobierno debe «gastar, gastar y gastar, con tino claro, ¡ya veremos cómo se financia y de qué manera lo devolvemos», exclamó. «Si volvemos al crecimiento, el préstamo se devolverá y esa será la solución ideal y querida. Si no logramos salir de la crisis..., ¡no lo pagaremos!», añadió durante su charla en el Foro Económico, patrocinado por Banco Sabadell, Gullón, Corporación Llorente y Collosa.
El también presidente de la Fundación Círculo de Economía recordó en su charla la frase del economista John Maynard Keynes sobre cómo cuando esperamos que ocurra lo inevitable, esto pocas veces sucede y lo que de verdad sucede es lo impensable. De manera que entiende necesario «atreverse a pensar lo impensable, en todos los ámbitos, por supuesto también en el político y en el económico».
Declarado optimista, Costas precisó que las actuales cifras económicas no deben conducir al desánimo. Las circunstancias no son las de la crisis que comenzó en 2008, por lo que «las consecuencias económicas y sociales y sobre el empleo van a ser menores que en aquel momento», adelantó en su intervención. La principal diferencia para ello es que esta ha sido, por primera vez, «una recesión provocada de forma deliberada por los gobiernos», advirtió. Deliberada, precisó, que no arbitraria y que ha sido asumida «para proteger un bien superior al económico, el de la vida, lo que hace que ahora los gobiernos se sientan responsables y haya más intensidad en su respuesta que en la crisis de 2008», argumentó.
Una de las diferencias es que, en estos momentos, miles de trabajadores que no han vuelto aún a sus empleos sí tienen vinculación con su empresa. «Hay una intervención del Gobierno más intensa y duradera, por lo que las consecuencias sociales serán menores», se ha atrevió a vaticinar.
De todas formas, la evolución de esta crisis dependerá de tres factores:la marcha de la propia enfermedad, las decisiones que adopten los consumidores y el gasto de los gobiernos y, en concreto, el de España. Valoró de forma positiva en este sentido la decisión del Banco Central Europeo de aumentar en 600.000 millones de euros los fondos para la recuperación, si bien expresó su admiración por el camino iniciado por Gran Bretaña, en la que el Gobierno ha solicitado y ha encontrado financiación para sus políticas de gasto en el propio Banco de Inglaterra.
Antón ha expresado más adelante cómo la recesión también permite observar mejor las fragilidades y, en esta ocasión, muchos individuos han podido comprobar la vulnerabilidad personal, «lo que lleva a las personas a buscar seguridad en dos instituciones viejas: la familia y el estado nacional, que es al fin quien se ocupa de los impuestos, de la financiación de las empresas y de la sanidad». Criticó, en este sentido, la actitud proteccionista adoptada por los gobiernos en Europa, «que rompe –en su opinión– con el criterio el mercado único europeo».
Antón Costas centró la última parte de su intervención en las empresas y resaltó cómo se ha producido en estos meses un cambio importante en la producción, en la distribución y en el consumo al que las compañías deben responder con la que definió la estrategia de las tres 'erres': «Resistir como sea, recuperarse cuanto antes y, sobre todo, reinventarse, porque la economía no va a volver atrás», concluyó el catedrático.
El catedrático de la Universidad de Barcelona Antón costas ha asegurado en el Foro Económico de El Norte de Castilla que en el caso de España, la recuperación exige que hoy el Gobierno «tiene que gastar, gastar y gastar», con cabeza, por puesuesto, pero es el momento del gasto. ¡Ya veremos después cómo se financia!« ha asegurado durante su intervención. El Foro Económico de El Norte de Castilla está patrocinado por Banco Sabadell, Gullón, Collosa y Corporación Llorente.
«Las empresas hoy tendrán que decidir cómo se retorna al trabajo, o si una buena parte de la plantilla teletrabaja a partir de ahora. Deben dotarse de márgenes suficientes de flexibilidad adecuados, pero que se ajusten a cada empresa», aconsejó ayer Antón Costas en la parte final de su exposición en el Foro Económico de El Norte de Castilla».
Al término de su charla, respondió a las preguntas de algunos de los seguidores de la conferencia a través de la web y mostró su temor a que los miedos puedan llevar a los gobiernos y a la Unión Europea a una política de excesiva prudencia que, en su opinión nos aproximaría a momentos de mayor conflictividad social, incluso a la posibilidad de que la UE terminara rota y disuelta «y vuelvan a surgir totalitarismos nacionalistas como lo que se vivieron en los años veinte y treinta del siglo pasado», comentó, a la vez que entiende necesaria una intervención «desde la reciprocidad» en la economía europea.
Antón Costas saludado la aprobación de un Ingreso Mínimo Vital para España: «Hoy somos un país más decente», razona y añade un nuevo componente que, en su opinión, debería ponerse en marcha en el futuro: el Fondo Estatal para el Pleno Empleo, financiado a través de fondos de la Unión Europea destinados a «que a todo aquel trabajador que lo desee pueda asegurársele una oferta de trabajo», indicó ayer antes de comenzar el turno de preguntas en el que ahondó en estos conceptos para precisar cómo una de las diferencias con la crisis de 2008 es, precisamente, la existencia de una iniciativa que evitará la pobreza severa generada en aquel escenario. «Las democracias no se sostienen si en ellas no han un principio de reciprocidad», declaró por otra parte. «Y Trump, el presidente de Estados Unidos, es el ejemplo de cómo se cumple esa profecía», detalló en la parte final de conferencia en el Foro Económico de El Norte.
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