Los españoles pagan récord de impuestos verdes con casi 23.000 millones en un solo año

A medida que han ido transcurriendo los años, las diferentes administraciones han aplicado nuevos impuestos verdes, o bien han modificado al alza los que ya existían. Bajo el lema de que 'quien contamina paga', es una tendencia que también se está extendiendo en toda la Unión Europea, desde donde llegan cada vez más normas vinculadas a la fiscalidad ambiental.

En concreto, el INE indica que los impuestos sobre los productos, excluidos el IVA y los que se aplican sobre las importaciones, sumaron más de 16.000 millones de euros en 2023, un 6,6% más que en el año anterior.

Por su parte, los denominados como 'otros impuestos sobre la producción' alcanzaron los 5.000 millones (un 32,8% más que en 2022) y el resto de tributos corrientes ambientales se situaron en 1.816 millones (un 1% menos).

Los impuestos de naturaleza ambiental representaron casi cuatro de cada diez euros recaudados en esta materia, excluidos IVA y los impuestos sobre las importaciones. Por su parte, los Otros impuestos corrientes con finalidad ambiental supusieron el 34,7% del total, y los Impuestos sobre la producción el 18,4%.

En concreto, los tributos ambientales se agrupan en tres categorías: impuestos sobre la energía (que en 2023 representaron el 77,5% del total), sobre el transporte (13,7%) y los que se aplican sobre la contaminación y los recursos (8,8%). Entre 2023 y 2022 los tributos sobre la contaminación y los recursos aumentaron un 87,7%, los Impuestos sobre la energía un 7% y los tributos sobre el transporte más de un 3,5%.

Los vinculados a la contaminación y los recursos son los que experimentan un mayor crecimiento, debido principalmente a la entrada en vigor del Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables, alcanzando la cifra de 596 millones.

Los hogares pagaron el 42,8% del total de impuestos ambientales en 2023. Por tipo, abonaron el 72,7% de los tributos sobre el transporte y el 42,0% de los vinculados a la energía. A las empresas les correspondió el 57,2% restante. Las actividades que más impuestos verdes pagaron fueron la industria manufacturera y el transporte y almacenamiento. Por el contrario, las que menos abonaron fueron industrias extractivas y agricultura, ganadería, selvicultura y pesca.

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