«El nuevo CTME estará en funcionamiento en el segundo semestre de 2025»

La fábrica de combustible nuclear Enusa (controlado por SEPI y el CIEMAT) se puso en marcha en la localidad salmantina de Juzbado en 1985. El director de la planta, Pablo Vega, pone la mirada en la puesta en marcha de líneas de fabricación para nuevos productos y en la renovación, para los próximos diez años, de la autorización de explotación de la fábrica de Juzbado.

–En la planta de Juzbado se producen elementos de combustible nuclear. ¿Qué son?

–Los elementos de combustible son haces compuestos por barras cilíndricas de una aleación de zirconio. En el interior de cada barra se encuentra óxido de uranio cerámico en forma de pequeños cilindros. Cada barra está herméticamente sellada con tapones soldados.

–Y ¿cuáles son sus aplicaciones?

–Los elementos de combustible, una vez ubicados en los núcleos de los reactores nucleares sirven para generar energía térmica gracias a la fisión del uranio. La energía térmica se transforma finalmente en energía eléctrica en las centrales nucleares. La actividad de Enusa se centra en el acopio de uranio y de los componentes necesarios para el proceso, en la ingeniería y en la fabricación de elementos combustibles para las centrales nucleares españolas y europeas integrando la tecnología más innovadora y los últimos avances del mercado.

– ¿Cuántas toneladas se pueden producir de estos elementos de combustible?

–Durante el 2023 se alcanzaron las 270 toneladas producidas. La carga varía de unos años a otros porque las centrales nucleares no recargan combustible anualmente. Algunas lo hacen cada 18 y otras cada 24 meses.

–Ha mencionado que exportan al resto de Europa. ¿Qué países compran su producción?

–Alrededor del 60% de nuestra producción tiene como destino otros países de la Unión Europea como Bélgica, Francia y Finlandia pero también está previsto suministrar en los próximos años a Suiza y Suecia.

–La relación de Enusa con Salamanca comenzó hace medio siglo. ¿Cómo se encuentra actualmente?

–En buen estado. Enusa encabeza año tras año las exportaciones de Salamanca, si no es volumen, sí en el tanto por cierto del PIB, la producción representa el 29% de los ingresos de la provincia de Salamanca, gracias al comercio exterior, según los datos del Ministerio de Industria, Ciomercia y Turismo.

–Echando la vista atrás ¿por qué se apostó por esta localización?

–Aquí era donde estaba el uranio para nuestro centro de extracción minera de Saelices. Además, es donde finalmente se encontró una finca que reuniese los requisitos que buscaba Enusa: una ciudad universitaria, de la que poder nutrirse para su plantilla de trabajadores; con calidad de vida para que se estableciesen en ella; y con una amplitud adecuada para los planes de construcción que en aquel momento se preveían. Actualmente, Enusa ya no explota ningún yacimiento de uranio, pero su relación con Salamanca permanece más enraizada aún a través de la fábrica.

–Juzbado es un municipio de menos de 200 habitantes. ¿De qué forma contribuyen al desarrollo económico del entorno?

–En Enusa trabajan 32 personas de los pueblos más cercanos, principalmente de Juzbado, Ledesma y de Castilla y León 398 personas en total. El papel de la fábrica principalmente es el de motor económico y dinamizador de esta zona. Genera riqueza y esto permite a su población permanecer en su pueblo, región, y emprender un proyecto de vida en su entorno más próximo..

–La facturación de Enusa fue de 295 millones de euros en 2023 ¿Hay futuro laboral en este sector?

–Seguimos trabajando como el primer día, cuidando de nuestra plantilla y ofreciéndoles un desarrollo profesional para que el talento permanezca en nuestra empresa, en esta zona, en Salamanca. Este es un centro altamente especializado, que requiere de una tecnología muy específica y compleja, por lo que demanda profesionales altamente cualificados. Los perfiles que buscamos son de varios tipos: como formación mínima requerimos una Formación Profesional, pero adicionalmente cerca del 35% de la plantilla son titulados universitarios principalmente.

–En cuanto al compromiso medioambiental, ¿cómo se gestionan los residuos?

–Somos pioneros en la implantación de los más estrictos sistemas de gestión ambiental para el control del impacto que nuestras actividades industriales tienen sobre el entorno.

–¿En qué consisten esas medidas?

–Por un lado, la actividad industrial desempeñada, que utiliza como materia prima material radiactivo, hace necesario realizar un control radiológico muy riguroso de todos los residuos, emisiones y vertidos que posean un carácter radiactivo. Por otro lado, existen otros aspectos ambientales que, no teniendo carácter radiactivo, repercuten también en el medio ambiente. Se trata de cuestiones relacionadas con la generación, tratamiento y gestión de los residuos convencionales y peligrosos, los vertidos al río Tormes, el ruido y los consumos de recursos naturales. Los residuos en los que finalmente no se prevé una actuación posterior, y que son clasificados como de media-baja y muy baja actividad, se entregan a ENRESA como gestor final autorizado y se trasladan a el Cabril.

– ¿Han implementado medidas de innovación tecnológica en la producción de combustible nuclear?

–La innovación tecnológica es uno de los elementos diferenciadores de nuestra fábrica. En los últimos diez años hemos invertido más de 45 millones de euros en la mejora de las instalaciones. Nuestra fábrica es única en el mundo por su gran capacidad de adaptación a las necesidades de nuestros clientes. Una muestra es la reciente implementación y adaptación de las línea de fabricación de combustible VVER-440, un tipo de combustible que diseñado para las centrales nucleares de los países del Este, que dependían de la tecnología rusa para su abastecimiento de combustible.

–¿Qué medidas de seguridad se adoptan para la prevención de incidentes?

–La seguridad es nuestra prioridad número uno y la entendemos en su sentido más amplio: seguridad industrial, seguridad nuclear, protección radiológica y calidad del producto que fabricamos, ya que su calidad asegurará también la seguridad de las centrales nucleares. Las organizaciones asociadas a la seguridad de la fábrica cuentan con más de setenta trabajadores y adicionalmente, en los últimos diez años se han invertido más de 15 millones de euros en la mejora de sistemas de seguridad.

–A punto de estrenar nuevo año. ¿Que proyectos a la vista destacaría?

–Como una de las iniciativas estratégicas tenemos la construcción de un Centro de Tecnología y Mantenimientos de Equipos (CTME) que estará al lado de la fábrica. Está previsto que entre en funcionamiento en el segundo semestre de 2025 y ha supuesto una inversión de 7 millones de euros. Un centro que se enmarca en nuestro Plan Estratégico y que albergará los nuevos proyectos y los que ya están en marcha de I+D+i. Es decir proyectos relacionados con la logística, mantenimiento, calibración y reparación de los equipos y herramientas empleadas en la prestación de servicios en Centrales Nucleares relacionados con el combustible, el desmantelamiento y gestión de residuos radiactivos, entre otras.

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