Macron anuncia un plan de 8.000 millones para salvar al automóvil en Francia

El del automóvil es uno de los sectores más afectados por la crisis económica ligada al coronavirus, y una de las joyas de la industria francesa, que emplea a 800.000 personas entre empleos directos e indirectos y supone un 16% de su volumen de negocios, por lo que el gobierno no puede dejarla caer. Para ello hay que empezar por dar salida a los más de 400.000 coches que languidecen en los concesionarios desde el inicio del confinamiento, en el que las ventas han caído en un 89%.

«Queremos que los franceses compren más vehículos, y sobre todo, más vehículos limpios», ha indicado Macron durante la presentación del plan esta tarde en París. Para ello, se han previsto primas de 7.000 euros para los particulares que se animen a comprar un eléctrico, 5.000 euros para las empresas y 2.000 euros si el coche que se adquiere es híbrido recargable. Más vehículos limpios requieren más puestos de recarga, por lo que el gobierno quiere, además, acelerar su instalación, para alcanzar los 100.000 puntos en el país en 2021.

El Estado destinará además 1.000 millones de euros entre subvenciones e inversiones para modernizar la industria y ayudarle en su transformación ecológica y digitalización.

Pero Macron quiere que las ayudas tengan una contrapartida, que los fabricantes franceses relocalicen en territorio galo la producción del «coche del futuro». El presidente, que ha anunciado su plan desde una factoría de la región de Pas-de-Calais, quiere que para 2025 Francia esté fabricando un millón de vehículos eléctricos, híbridos o híbridos recargables al año.

Como accionaria de dos de las principales empresas del sector (Renault y PSA), el Estado francés tiene peso para convencer a los fabricantes. Macron ha arrancado la promesa de que el futuro motor eléctrico de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi se va a fabricar en la factoría gala de Cléon, y no en China, y que la marca del rombo va a cuadruplicar el montaje en Francia de vehículos de batería para 2024.

Renault, ya en dificultades antes de la crisis, planea recortes por valor de 2.000 millones de euros, que podrían incluir el cierre de plantas. Pero Macron, que este martes se ha reunido con el presidente de la compañía, Dominique Sénard, señaló este martes que el gobierno va a condicionar los 5.000 millones de euros en préstamos garantizados que había ofrecido al fabricante a que este mantenga los empleos franceses. La semana que viene se iniciará un diálogo social con todas las partes, y el préstamo no se concluirá hasta que no se haya llegado a un acuerdo, ha anunciado Macron, que ha conseguido, además, que Renault se una al programa europeo de baterías eléctricas, como ya ha hecho PSA.

La empresa del león ha prometido, por su parte, relocalizar en territorio francés la total de la cadena de tracción eléctrica, y también va a multiplicar por cinco su producción francesa de vehículos recargables. El futuro modelo 3008 eléctrico también será fabricado en Francia.