«El castellano y leonés busca opciones como el precocinado de alta calidad»

La historia de Eurofrits y Burgos comenzó hace medio siglo. En 1975 se constituye la compañía que arranca su actividad en el polígono de Villalonquéjar donde trabajan aproximadamente 240 personas con el objetivo de posicionarse como referentes entre los fabricantes españoles de productos elaborados congelados como explica el director industrial, Luis Avellanosa.

–Pescado, marisco, carne, aves, patatas productos como croquetas o hamburguesas, disponen de un amplio catálogo de precocinados pero ¿hay un producto estrella?

–Tenemos dos tipos de productos el prefrito que representa el 66% y el crudo. En el mercado nacional los más vendidos son los nugget de pollo, productos cárnicos como las hamburguesas o albóndigas, sin olvidarnos por supuesto de las patatas. Sin embargo, en exportación son los productos hechos con base de queso, los reyes (fingers, CCN...), y el churro, que funciona bien a a nivel nacional tiene cada vez más demanda fuera.

– Y esas tendencias ¿se mantienen o se avistan cambios?

–Los productos congelados, están claramente en auge lo que nos está permitiendo poder seguir desarrollando distintas gamas dentro de nuestro portfolio. Este último año, los productos vegetales están experimentando un crecimiento con una penetración de mercado por encima del 10%. En esta tendencia de crecimiento también están los productos halal y aquellos que requieren certificaciones tipo kosher, que tienen su nicho exclusivo, y que también debemos atender.

– Es un reto cumplir con las expectativas de calidad y sabor

–Nosotros como consumidores queremos tener una serie de productos que podamos manejar sin que te caduquen. La calidad cada vez es más alta. A la hora de regenerarlo ya es difícil diferenciarlo de uno fresco en cuanto a las condiciones organolépticas. Eso es lo que hace que sea tan apetecible. Son productos muy seguros. Estamos trabajando en la reducción de aditivos y dar toda la información posible a los clientes.

–En abril comenzaron las obras para abrir una cuarta línea de producción. ¿Cuándo estará operativa?

–Esperamos poder tener todo terminado (naves, servicios e instalaciones), con la maquinaria conectada y preparada para fabricar para el 1 de enero de 2026. Con este nuevo plan esperamos poder crear en una primera fase 21 puestos nuevos de trabajo y una vez estemos a máxima capacidad poder alcanzar al menos otras 29 contrataciones. Esta nueva línea se dedicará a reforzar la capacidad actual de productos cárnicos (búrguer, albóndigas, etc.) y de vegetales, lo que permitirá aumentar la producción en casi un 30%. De esta forma, cuando la nueva línea esté en plena capacidad, esperamos poder superar las 23.000 toneladas de productos precocinados prefritos y/o crudos al año fabricados en nuestras instalaciones de Burgos.

– ¿Se plantean aumentar las exportaciones?

–Ahora mismo nuestras exportaciones representan el 37% de nuestro volumen de facturación y estamos seguros de poder seguir creciendo en los distintos mercados internacionales. Además, también ponemos el foco en la adquisición de cada vez

más volúmenes selectivos, sin olvidarnos de nuestro mercado de retail y Food service, de una gran importancia estratégica para la compañía.

–Y en el Plan Estratégico, ¿cuáles son los principales desafíos que se recogen?

–Los próximos retos son sin duda, la calidad y la innovación, manteniendo el excelente nivel de seguridad alimentaria que nos acreditan los excelentes resultados obtenidos «AA+» en las auditorías no anunciadas de BRC y de IFS. También es importante la sostenibilidad. El año pasado pusimos en marcha un proyecto de compras sostenibles que obtuvo la certificación ISO-20400:20, respaldada por AERCE (Asociación Española de Profesionales de Compras). Nos enorgullece ser pioneros en la transformación empresarial de nuestra industria y demostrar nuestro absoluto compromiso con los más altos estándares de transparencia y responsabilidad corporativa. Además, el 10% de la energía eléctrica que consumimos en la planta procede de nuestro huerto solar y tenemos la acreditación de Huella de CO2 alcance 1 y 2.

– Atribuida a Benjamin Franklin la afirmación 'La inversión en conocimiento es la que te paga mejor interés'. ¿Está de acuerdo?

–Por supuesto, tenemos que saber rodearnos de los mejores profesionales. Esa es la primera inversión que hay que hacer, en el capital humano. Las personas son fundamentales. Hay que retener el talento y desarrollarlo. Hay que mantener la inversión en medios digitales, herramientas que al final hagan más fácil y eficaz el trabajo. Cada empresa tiene un grado de digitalización y hay que seguir trabajando en esta línea.

–En la distribución de congelados la logística por carretera es importante. ¿Comparte la preocupación por la falta de camioneros?

–Aunque ahora mismo, nosotros como Eurofrits no lo estamos sufriendo, sí pensamos que va a ser efectivamente uno de los principales retos del futuro a medio-largo plazo, por la falta de relevo generacional. Es un trabajo complicado y sacrificado. Nuestro transporte actual es via carretera, camión, tráiler, contenedor y marítima para el traslado a las islas. Habrá que trabajar en ver las mejores soluciones.

–¿Hay escasez también de materia prima?

–Además de abastecernos de proveedores de origen nacional, ya que apostamos por la proximidad y la economía circular, también trabajamos con otras regiones europeas que nos ofrecen poder cerrar un Plan estratégico de compras. De esta forma, aseguramos que, tanto en disponibilidad como precio, seguimos abasteciendo a nuestras líneas de las mejores materias primas. Por ejemplo, a nivel de vegetales casi el 99% son de origen nacional, así como los cárnicos, que son familias donde estamos experimentando un gran crecimiento. Por otro lado, tratamos de priorizar, reduciendo la huella de carbono y en la medida de lo posible con los productos de proximidad.

–¿Cómo se comportan los consumidores en Castilla y León?

–Cada vez están más interesados en productos que combinan tradición y calidad. Les gusta saber de dónde vienen los alimentos que consumen, y valoran mucho los productos locales y sostenibles. Al mismo tiempo, el castellano y leonés busca opciones que les hagan la vida más fácil como los productos precocinados de alta calidad, que les permiten ahorrar tiempo sin renunciar al buen sabor. También influye la responsabilidad de no desperdiciar comida. Además, la inversión en tecnología y en I+D+i de los productos congelados ofrecen más vida útil y una calidad organoléptica muy alta.

–Desde el punto de vista empresarial ¿cómo funcionan las alianzas?

–En Castilla y León, trabajamos con distintos sectores que comparten nuestro compromiso con la calidad y la región. Por ejemplo, colaboramos con el sector agrícola para contar con ingredientes frescos y locales, y también con empresas de transporte que nos ayudan a distribuir nuestros productos. En proyectos de I+D+i colaboramos con la universidad y con otras empresas de la región. Siempre se buscan sinergias. Estas relaciones fortalecen nuestra capacidad de adaptarnos y contribuyen a una economía más fuerte en la región.

–¿Qué medidas implican asegurar la trazabilidad de un producto?

–La calidad es fundamental y tiene que ofrecer las mayores garantías de seguridad alimentaria. Es importante tener un buen sistema robusto de vigilancia, protección y tracking. La trazabilidad es una exigencia. Cada vez que recepcionamos una materia prima le asignamos una 'matrícula', que nos permite ser capaces de identificar que ingredientes (origen o procedencia), hemos empleado para fabricar cada producto que sale de nuestras instalaciones.

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