El golpe en Telefónica deja la presidencia de Indra en manos de Ángel Escribano

La compañía de tecnología, controlada también por el Estado a través de ese 28% de acciones en manos de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), nombró este domingo a Ángel Escribano –en otro consejo de administración extraordinario convocado de urgencia, como el de Telefónica– nuevo presidente tras el paso de Marc Murtra al mando de la firma que hasta ahora comandaba José María Álvarez-Pallete. Murtra presentó asimismo su dimisión formalmente, según el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Juntos compartirán el reto de crear un gran campeón nacional de las telecomunicaciones, la defensa y la seguridad.

Ángel Escribano es cofundador y presidente de Escribano Mechanical & Engineering, una de las empresas pioneras en el desarrollo de tecnología e innovación para el sector de la defensa y seguridad, tanto a nivel nacional como internacional. La creó en 1989 junto a su hermano Javier –que cuenta también con un sillón en el consejo de administración de Indra– sobre la base de un pequeño taller de mecánica puesto en marcha por su padre. Durante dos décadas se dedicaron a fabricar componentes mecánicos para terceros, si bien en 2011 cambiaron su modelo de negocio para acometer una integración vertical de sus capacidades de ingeniería y producción para fomentar la soberanía tecnológica de sus soluciones y sistemas de defensa y seguridad. Fue el salto que la catapultó al éxito y la ha convertido en un referente en su sector.

Escribano parte con la ventaja de que conoce bien la compañía de la que ya es nuevo presidente: su empresa familiar irrumpió en esta multinacional por sorpresa a mediados de 2023 al adquirir un 3% del capital de Indra, participación que elevó al 14,3% el pasado diciembre. El grupo se convirtió así en el segundo mayor accionista, el primero de capital privado, solo superado por la SEPI. De hecho, tendría derecho a un segundo asiento en el consejo además del que ocupa su hermano Javier.

El Gobierno cede así la presidencia a Escribano con el objetivo último de convertir a esta empresa en un gran grupo español de telecomunicaciones y defensa, de la mano también de Telefónica e Hispasat. Pero el nuevo presidente no trabajará solo: ejercerá la dirección de la empresa de defensa «en coordinación con el liderazgo operativo y de negocio» del consejero delegado, José Vicente de los Mozos, según recalca la empresa en su comunicado.

Este no será el único cambio que se produzca en la estructura de Indra, que se encuentra en un momento de transición a la espera de renovar la mayoría de su consejo: en los próximos meses expiran los mandatos de 11 de sus 15 consejeros. Cabe recordar el periodo de convulsión de hace tres años, cuando el consejo se quedó casi vacío tras un reguero de ceses y dimisiones de independientes que conformó una nueva cúpula que ahora ha de rearmarse.

Escribano coge las riendas de la compañía en un momento especialmente transcendente, en el que tendrá que afrontar retos que están encima de la mesa como la posible venta de su principal filial, Minsait, o la adquisición de Hispasat, una operación que ya se está evaluando. Además, deberá lidiar con el Ministerio de Defensa en relación con el contrato firmado en 2020 con el departamento que dirige Margarita Robles para la producción de 348 vehículos de combate sobre ruedas (VCR) 8x8 Dragón para el Ejército de Tierra en el marco de una licitación valorada en unos 2.000 millones de euros y que ha sufrido diversos retrasos.