FCC busca nuevo CEO tras renunciar Juan Béjar con una indemnización de 8,4 millones

FCC busca nuevo consejero delegado (CEO), aunque sus poderes ejecutivos estarán un tanto limitados en una sociedad donde el magnate mexicano Carlos Slim ha impuesto su forma de actuar desde que finales de 2014 se convirtiera en primer accionista con el 25,6%. Juan Béjar, hasta ahora 'número dos' de la compañía, ha ejercitado una cláusula de blindaje de su contrato para marcharse con 8,4 millones de euros de indemnización.

El consejo de administración del grupo de construcción y servicios, donde Slim -con una fortuna personal estimada en casi 69.000 millones de euros, según la revista especializada Forbes- ya tiene mayoría, dio este lunes luz verde a su salida. El propio interesado se la había comunicado antes a la presidenta, Esther Alcocer. Su madre Esther Koplowitz ha pasado a ser la segunda accionista con el 22,4% del capital social.

Béjar, cuyo contrato expiraba a finales de año y no existían muchas expectativas respecto a su continuidad aunque la relación con Slim no era mala, la reducción de su cuota de poder en los últimos resultaba evidente, según fuentes del sector-, seguirá como CEO y vicepresidente segundo hasta que FCC_encuentre sustituto. La fecha tope para el relevo es el 30 de septiembre y ya se ha contratado a una firma de head-hunters especializada en la búsqueda y selección de ejecutivos a nivel internacional.

Con su salida, resuelta «de mutuo acuerdo» y de la forma "más ordenada posible" según FCC, la principal tarea del nuevo consejero delegado pasa por renegociar las condiciones financieras de la deuda. Aunque hace 15 meses ya selló con la banca la refinanciación hasta 2017 de 4.600 millones de euros, que suponían entonces casi el 75% de sus números rojos, no terminan de salirle las cuentas.

La culpa es de los altos costes financieros que todavía sufre cada año -352 millones en 2014, con la previsión de que en los próximos años habrá de pagar hasta un 4% de intereses por un préstamo de 3.162 millones- para ir pagando su deuda financiera, que al cierre del primer trimestre se situaba en 5.651 millones tras haber engordado casi un 13% (635 millones) durante los últimos 12 meses.

Nuevas emisiones

Durante la última junta general de accionistas, celebrada el pasado 25 de junio, el propio Béjar destacó como un punto «básico» el abaratamiento de esa estructura financiera. Por eso, entre sus planes figura la opción de lanzar nuevas emisiones de deuda (1.000 millones en bonos y otros 500 millones convertibles en acciones) a tipos más bajos para, con el dinero ingresado, saldar los pasivos que soporten intereses más elevados.

Eso por el lado de los gastos, donde Slim no descarta incluso aplicar otro ERE a medio lazo. Por la parte de los ingresos, se mantienen como prioridades la generación de caja y la venta de activos que no sean estratégicos. La inmobiliaria Realia, donde tiene casi el 37% y precisamente es socia de Slim como inversor privado, sí lo parece ahora. FCC ha centrado sus traspasos en los negocios menos competitivos. Un ejemplo son las concesiones de algunas infraestructuras, sobre todo las autopistas, lo que explica la venta prevista de Globalvia al fondo malayo Khazanah. Con ello cumplirá su activo de ingresar 2.200 millones por salida de activos en 2015.

No obstante, el grupo no dejará de invertir:_400 millones al año, centrados en los negocios de medio ambiente y agua. Y respecto al dividendo, volverá solo cuando la deuda baje de cuatro veces el beneficio bruto de explotación (ebitda). Dado que éste fue de 804 millones en 2014, tras una mejora anual del 12%, hablaríamos de un tope permisible de 3.200 millones en números rojos (2.400 millones más que el pasivo actual) si se pretendiera repartir ganancias ya.