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laura van hoeylandt
Valladolid
Sábado, 26 de agosto 2017, 10:16
En la actualidad existen 3.784 centros de trabajo en Castilla y León que disponen de un certificado de la acreditadora Aenor. Fundada en 1984, esta entidad de certificación y normalización se encarga de garantizar la calidad, seguridad y sostenibilidad de las empresas que soliciten ... sus servicios.
En el ámbito internacional, aproximadamente 77.000 centros de trabajo y más de cien mil productos están certificados por Aenor, considerada una de las diez principales certificadoras globales. Su relevancia en la región se centra especialmente en las pymes, tal como declara el director de Aenor en Castilla y León, Javier Muñoz: «Los beneficios de la certificación son más notorios en el caso de las pequeñas y medianas empresas, en ocasiones con menos acceso a tendencias de vanguardia en procesos, porque ayuda más notoriamente a mejorar sus sistemas y a ser más eficientes».
Esta afirmación se basa, según Aenor, en que la certificación –solicitada de forma voluntaria– permite a las empresas presentarse ante sus clientes y nuevos mercados respaldadas por el reconocimiento de un experto. El sector agroalimentario, uno de los motores económicos de la comunidad autónoma, registra hoy en día 80 centros certificados en seguridad alimentaria, algo que facilita a dichas empresas expandirse internacionalmente. Entre otras destaca la norma internacional 9001 (ISO 9001, por sus siglas en inglés), que reconoce la gestión de calidad en base a la regulación europea.
El sector vitivinícola de la región, por ejemplo, apuesta especialmente por los certificados relacionados con la huella de carbono, que acredita la veracidad del cálculo, reducción o compensación de las emisiones de gases de efecto invernadero. La seguridad de la información preocupa cada vez más a las entidades de la región. De hecho, las solicitudes de este tipo de certificados, denominados ISO 27001, se incrementaron el 18% en el último año. La norma avala que los datos privados de los clientes, la información que posee la empresa y la disponibilidad de los clientes hacia la misma está acorde a los parámetros establecidos por la Unión Europea (UE). Además, en 2016, se triplicó el número de entidades que disponen de la acreditación IQnet SR10, relacionada con la responsabilidad social, buen gobierno, sostenibilidad y compromiso con los grupos de interés.
Javier Muñoz asegura que Aenor «sirve para hacer más competitivas a las organizaciones de la región, mediante la mejora del conocimiento de los procesos y la eliminación de los costes –incluidos los directamente monetarios– de la falta de calidad; el aumento del compromiso de los profesionales para conseguir el trabajo bien hecho y de forma sostenible; y la mayor convicción en la transmisión del compromiso con la calidad a todos los públicos de una organización»
Los certificados ISO 9001 son los más numerosos en Castilla y León. Concretamente, Aenor registra 1.560 centros de trabajo con este tipo de acreditación, seguidos por la norma ISO 14001. Esta última cubre los aspectos de sistemas de gestión ambiental y casi 600 entidades disponen de este certificado. Por último, 520 centros de la región cuentan con el reconocimiento de Aenor por sus sistemas de gestión de seguridad y salud en el trabajo, es decir, la norma OHSAS 18001.
En un sentido amplio, Castilla y León destaca en las certificaciones relacionadas con la sostenibilidad. La gestión forestal ISO 162002 garantiza que el monte cumple con los aspectos ecológicos, sociales y económicos. En la comunidad autónoma hay un superficie certificada de 1,97 millones de hectáreas, dentro de las cuales se encuentra un centenar de centros acreditados en cadena de custodia de productos forestales. Estas ratifican que la materia prima, como la madera o el papel, procede de un bosque gestionado de forma responsable.
En cuanto a la distribución por provincias, Valladolid es aquella que cuenta con más centros avalados por Aenor en sistemas de gestión, en concreto el 26,7%. Es decir, 942 centros del parque empresarial disponen de alguna de estas certificaciones. Le sigue León, con 676 centros (19,1%); Burgos, con 522 centros (14,81%) y Salamanca, con 434 centros (12,31%). Los datos más bajos se registran en Ávila, con 150 entidades (4,26%), aunque son similares a Soria, que registra cuatro centros más. En total, 3.525 entidades castellanas y leonesas cuentan con sistemas de gestión avalados dentro de los códigos de la UE.
Por otro lado, Aenor llevó a cabo un cambio de modelo en enero de 2017, que supone una de las iniciativas más relevantes que ha acometido la asociación desde su fundación. Consistió en que las actividades de normalización y cooperación internacional pasaron a responsabilidad de la Asociación Española de Normalización (UNE) mientras que las relacionadas con la evaluación de la conformidad –certificación, inspección y ensayos–, así como formación y servicios de información están a cargo de la sociedad Aenor. Se trata de una evolución en línea con la modificación del Real Decreto de Reglamento de la Infraestructura para la Calidad y la Seguridad Industrial. Este nuevo modelo impulsará el progreso de servicios y en la forma en que se prestan, ofreciendo a las organizaciones soluciones que apoyen su competitividad y su expansión internacional.
«En un mercado complejo y global, la certificación actúa como un verdadero pasaporte de calidad; significa que se puede confiar en esa empresa y que se esfuerza todos los días por el trabajo bien hecho, aunque no tenga un nombre ampliamente conocido».
La empresa agroalimentaria Queserías Entrepinares, con sede en Valladolid, quiere comprometerse a mejorar su calidad y todos los factores respecto a su impacto en el medio ambiente. Por ello, dentro de su plan de mejora continua busca la valoración por parte de un experto externo que permita contrastar todos los aspectos relacionados con la gestión de la empresa.
En este sentido, el director de calidad e I+D+i de la compañía, Óscar Esteban, declara que este tipo de certificados concedidos por Aenor son «clave para cualquier tipo de mejora», y que además, «permite garantizar las normas de calidad y mejorar para el año siguiente».
Entrepinares cumple con las regulaciones obligatorias impuestas por la Unión Europa (UE), aparte de las normas en el ámbito nacional y regional. Voluntariamente solicitó los servicios de Aenor para certificar y, si fuera necesario, mejorar sus sistemas de gestión, seguridad laboral o medio ambientales. Óscar Esteban recalca que «nosotros no trabajamos para el certificado, son ellos los que trabajan para nosotros», insistiendo así en que el cometido de la empresa es mejorar con el apoyo de estas acreditaciones, no exclusivamente alcanzar estos títulos.
Uno de los mejores ejemplos es su labor con los residuos generados por la producción de sus alimentos. Hoy en día, Entrepinares busca el menor impacto medioambiental, trabajando con otras empresas que aprovechan dichos residuos, tal como certifica Aenor con su norma ISO 14001. Entrepinares cuenta además con las acreditaciones ISO 9001, AHOSAS 18001 o International Food Standard (IFS), entre otras.
Óscar Esteban también declara que las pequeñas empresas de la región se pueden beneficiar en gran medida de estos servicios, igual que las grandes. La única diferencia estaría en los objetivos de cada entidad, que se adaptan a la personalización y diferenciación de cada una de ellas. De hecho, argumenta que «las pymes heredan los conocimientos adquiridos por las grandes empresas, sus errores y sus aciertos».
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