Pymes: digitales, sostenibles y globales

El 99,8% del tejido empresarial se sustenta en las denominadas pequeñas y medianas empresas, pymes, y de éstas, el 50% son autónomos. El 82% están vinculadas a los servicios con un destacado 20% del sector del comercio. Y una cifra más: las pymes aglutinan más del 60% del empleo de todo el país.

Estos datos se convierten en argumentos más que suficientes para analizar el fenómeno del emprendimiento desde que nace la idea, hasta su consolidación y crecimiento y sirvieron como punto de partida del foro organizado por El Norte de Castilla y BBVA titulado 'Claves en el crecimiento de las pymes'.

La experiencia en primera persona llegó de la mano de Carlos García, cofundador de Invicsa Airtech y de Álvaro Iglesias, gerente de City Hall Store. Augusto Cobos, director general del Instituto para la Competitividad Empresarial (IECYL) de la Junta de Castilla y León aportó la visión de la Administración y, por último, Rosa Bouzas, responsable de Pymes de la Territorial Noroeste de BBVA, se refirió no solo a la parte de la financiación que, se presupone es con la que debe cumplir una entidad financiera, sino que destacó cómo es su labor de acompañamiento en el tiempo.

Bouzas reconoció, en primer lugar, la «dificultad» que supone emprender pero, aún así, «cada vez se emprende más, hay mucho interés, nuevas ideas y gente con ganas de hacerlo». A una entidad como BBVA, aquellos que empiezan en un negocio «nos piden tranquilidad en la parte económica, cómo conseguir ese dinero adaptado a sus necesidades». Insiste Bouzas en que su cometido es, además, «hacer el camino más fácil ofreciendo las pistas de los pasos que tienen que dar», al tiempo que se refirió a tres ejes para el buen funcionamiento de una pyme: la digitalización, y ahí BBVA está para «ayudar en esa transformación»; la sostenibilidad, que supone «mantenerse en el tiempo y mantener el entorno», y la internacionalización: «Cualquier pyme que salga al exterior va a tener un especialista de BBVA para acompañarla, ahí tenemos que estar».

Carlos García fundó su empresa, dedicada a los drones, hace tres años con otros tres socios. «El momento de decidir lanzarte es un hito importante», pero junto con la inquietud conviven cuestiones como la financiación, no tener referencias, sentirte «pequeñito» o el hecho de que «conseguir ese primer cliente puede no parecer fácil». A pesar de lo dicho, su recomendación para aquel que tenga el deseo de emprender es «que lo haga, sin ninguna duda; es lo más bonito que he hecho en mi vida».

En el caso de Álvaro Iglesias, los referentes estaban en casa y, de este modo, «te vas preparando poco a poco inconscientemente». Pero dicho esto, los tiempos cambian y «tienes que hacer cosas diferentes y animo a la gente a que lo haga si tiene una idea clara».

Sobre el perfil del emprendedor en la región, Augusto Cobos se fija en tres aspectos como son el sexo, la formación y el emprendimiento rural y urbano.En el primer apartado, parece que hay «pocas» diferencias entre hombres y mujeres, pero sí que se aprecia una presencia más importante de mayores de 45 años debido a que «deciden un cambio en su carrera y se salen de grandes empresas o, por circunstancias, capitalizan el desempleo».

Se aprecia, además, que cuanto mayor es la formación existe una mayor tendencia a emprender mientras que el emprendimiento urbano se asocia con gente más joven, tecnológica y con estudios universitarios. «Hay que cambiar esa tendencia y que el emprendimiento rural tenga las mimas oportunidades», subrayó Cobos.

Una vez dado el paso de emprender, consolidar una empresa requiere mucha flexibilidad «para adaptarte rápido a lo que pide el mercado y así pensar en el cliente», sin olvidar esos programas de emprendimiento «que te ayudan a concretar la necesidad y acelerar proyectos», manifestó Carlos García.

Sobre esta cuestión, en un sector como el de la moda, que es al que se dedica Álvaro Iglesias, destacó esa parte de venta online, pero incidió mucho más en que «nadie quiere que su ciudad no tenga comercio; es muy importante la parte online, pero el futuro va a ser mucho más en tienda física».

Con ese reto de formación y adaptación continúa, nacen programas como Wolaria, que fue la primera aceleradora pública hace 12 años, y que ofrece «una formación integral y especializada» con la que la Junta acompaña, según apuntó Cobos, durante seis meses en el proceso de formación y durante los siguientes cinco años, lo que ha permitido que «la tasa de supervivencia de las empresas sea del 75%».

En este sentido, Rosa Bouzas incidió en que la financiación «debe ser adecuada al momento vital de cada empresa. No es lo mismo cuando arranca que la consolidación o un cambio de rumbo». Pero en este proceso de acompañamiento a las pymes, BBVA también apuesta por interactuar con el entorno y ofrecer herramientas para que el empresario «haga todas las gestiones de forma autónoma y más segura». Sin olvidar el equipo humano, porque «somos un negocio de personas para las personas, atendiendo de forma cercana».

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