Atención psicoeducativa a mujeres reclusas para su inserción y desarrollo

Desde noviembre una docena de mujeres del centro penitenciario de Villanubla (Valladolid) participan en el programa 'Freeda: atención psicoeducativa a mujeres reclusas', orientado a la inserción –a través del desarrollo integral y el proceso de inclusión social– de las personas en situación de vulnerabilidad. El equipo de intervención terapéutica de la línea de mujer de la Fundación Aldaba Proyecto Hombre desarrolla esta iniciativa con un abordaje integral: «No solo está centrado en el consumo de sustancias, que forma parte de su problemática, sino también violencia de género. Se tiene que hacer frente a una triple discriminación por ser mujer, consumidora y reclusa», explica Ana Macías, directora de Programas de Proyecto Hombre Valladolid.

La metodología del programa es principalmente grupal, con sesiones personales basadas en Planes Individualizados de Intervención (PIT) para cada mujer. «La evidencia nos dice que en el ámbito de las adicciones hay que trabajar en grupos no mixtos y con elementos muy diferenciales con respecto a los hombres».

Para lograr dar oportunidades de cara a una futura inserción en línea de autonomía personal se trabajan contenidos como autoestima, salud emancipadora, autorregulación emocional, relaciones afectivas, violencia de género, maternidad, autonomía, inserción laboral y deshabituación del consumo de drogas. Además, se trabaja con el entorno social y familiar de las mujeres para favorecer su integración después de la puesta en libertad. Pero, además de las intervenciones grupales, «hacemos también entrevistas individuales y planes de intervención específicos».

La directora de Programas de Proyecto Hombre Valladolid explica que en estos primeros meses han trabajado «la generación de confianza para lograr un espacio terapéutico. Ahora vamos viendo los beneficios y lo diferentes que pueden ser este tipo de intervenciones. Ahora ya estamos metidos en el núcleo del programa y avanzando poco a poco para abordar sus necesidades y demandas específicas».

Las internas que participan en el programa tienen en torno a los 40 años y han cometido delitos contra la salud pública y el patrimonio. «Cuando comienzan a consumir se acaban descuidando ellas y su entorno y eso favorece la estigmatización», por lo que en los encuentros se abordan temas relacionados con su problemática de adicción: prevención de recaídas, gestión emocional, toma de decisiones, inserción social y laboral, pero también temas personales como la dependencia emocional, autocuidado y sexualidad.

El programa Freeda ha recibido el impulso de Fundación 'la Caixa' a través de las Convocatorias de Proyectos Sociales. Actualmente se lleva a cabo en Villanubla y pretende ampliar horizontes en el segundo trimestre del año hasta el centro penitenciario de Brieva (Ávila). «Estamos pendientes de iniciarlo en Ávila y tiene una vocación de apoyo en un contexto extrapenitenciario». Con una duración aproximada de un año, se plantea como un programa continuo que podría extenderse más allá de la prisión para respaldar la inserción sociolaboral con apoyos necesarios. «Nos gustaría darle continuidad. Esa es la vocación, que sea apoyado y que cuando estas mujeres puedan salir, se les pueda dar asesoramiento, hacer un seguimiento y que seamos un centro de referencia», explica Ana Macías.

Prevención, rehabilitación y reinserción

La Fundación Aldaba Proyecto Hombre lleva más de 25 años en Valladolid acompañando a personas y familias en la recuperación de su autonomía, especialmente entre personas en riesgo de exclusión o vulnerabilidad, en todas las etapas de su vida. El fin de la Fundación es atender y mejorar la calidad de vida de personas y colectivos adultos, juveniles e infantiles afectados por la drogodependencia u otro tipo de adicciones (sin sustancias) con presencia o no de problemáticas asociadas: la enfermedad mental, la violencia de género o la violencia intrafamiliar, y otras que puedan incrementar su riesgo de exclusión. En definitiva, pretende acompañar a personas y familias en la recuperación de su autonomía y su proyecto de vida.

En concreto, con la puesta en marcha del programa 'Freeda' los esfuerzos se centran en un colectivo más concreto como es el de las mujeres reclusas. De acuerdo con la experiencia de la Fundación Aldaba Proyecto Hombre, el consumo de drogas es diferente entre los hombres y las mujeres ya que los factores que motivan el consumo, las sustancias, las consecuencias y los problemas que provocan no suelen coincidir. Las mujeres suelen consumir tabaco, alcohol y psicofármacos y lo hacen para evadirse de problemas emocionales o por sobrecarga física y laboral, con ausencia de espacio para el desarrollo personal. Por este motivo, la organización de una serie de terapias y actividades focalizadas en las necesidades concretas que manifiestan estas mujeres contribuye a mejorar su inserción socio-laboral.

Poco a poco se van dando pasos en la lucha contra la estigmatización y la brecha de género estructural. Satisfechos con el desarrollo de esta iniciativa en el centro penitenciario de Villanubla (Valladolid) se seguirán dando pasos en otras provincias (como la abulense). Una iniciativa que lucharán por darle continuidad el máximo tiempo posible.

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