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Ángel Blanco Escalona
Viernes, 3 de abril 2015, 10:34
En realidad, los objetivos primordiales del BBVA no han cambiado significativamente por el hecho de estar saliendo de la crisis económica. El banco ha sabido «aprovechar los últimos años para crecer en clientes, cuota de mercado y tamaño» y en el futuro se ha propuesto «seguir creciendo en clientes y financiación». La directora de España y Portugal de la entidad, Cristina de Parias (Sevilla, 1966) cree que las perspectivas del banco «son muy potentes» tanto este año como el próximo. De Parias es licenciada en Derecho por la Universidad de Sevilla y Máster en Economía y Dirección de Empresas en la IESE Business School.
¿Hay o no hay financiación para las pymes?
Estamos ante un cambio de ciclo claro. La realidad es que llevamos viendo varios trimestres en los que los flujos de financiación a empresas y pymes han empezado a crecer. Ya el año pasado pusimos a disposición de las pymes de esta región 4.000 millones de euros para financiación y hemos, además, captado 2.000 nuevas empresas. El mercado empieza a reactivarse si ninguna duda: las empresas, que han pasado unos momentos muy duros, han sabido mirar al exterior y también el consumo interno empieza a dar signos positivos y está cogiendo crecimiento.
Hasta hace nada se hablaba de que España sufría un problema de sobreendeudamiento; ¿se puede dar financiación así?
No es incompatible con un proceso de desapalancamiento porque, aunque realmente éramos un país muy endeudado y todavía en el mundo hipotecario los flujos son inferiores a las amortizaciones, todo se está produciendo de una manera sana.El stock seguirá decreciendo hasta final de año en el conjunto del sistema financiero, pero está habiendo crecimientos cercanos al 10%en los flujos de financiación empresarial.
¿Es la demanda de crédito de las pymes más solvente ahora, o ha cambiado la actitud del ofertante?
Creo que la salida de la crisis ha tenido mucho que ver con la mirada al exterior y el crecimiento de las exportaciones. Pero desde hace tres o cuatro trimestres, con la mejoría del consumo interno, también la financiación de particulares está creciendo en el entorno del 12%. Las empresas españolas han hecho de la necesidad virtud y la internacionalización las ha hecho más fuertes. Ahora, con la demanda interna robusteciéndose, se está produciendo una concatenación de fuerzas.
¿Así que también tienen ya posibilidades de acceder a la financiación las pymes que solo tienen negocio dentro de las fronteras?
También. La confianza en la mejoría de la economía la estamos notando en que la financiación al consumo lleva creciendo a dos dígitos desde el verano del año pasado, el uso de tarjetas también está incrementándose y la facturación hipotecaria nueva ha crecido el 12% en 2014.
Cuando se comparan los intereses que pagamos los españoles con los de los países de nuestro entorno se le quitan a uno las ganas de pedir un crédito...
Los que pagábamos. Estamos viendo que ya hay muchísima liquidez en el mercado, entre otras cosas por las medidas del Banco Central Europeo. La prima de riesgo, de la que ya no hablamos, está en 90 puntos básicos y la diferencia entre cómo se financia una empresa española y una europea se ha reducido enormemente. Es un buen momento para todas las empresas que quieran retomar proyectos que tenían, o iniciar otros nuevos porque los tipos están en unos niveles muy competitivos. Eso de que era más barato financiarse en Alemania que en España ya no está vigente.
El BBVA es una entidad global y España y Portugal han ido aportando cada vez menos a los resultados del banco. ¿Cree que esto cambiará con la recuperación económica?
Se tiene que notar. BBVA en España ha aprovechado la crisis para crecer y lo hemos hecho captando nuevos clientes, con más de cien puntos básicos de crecimiento en tres años en cuota de mercado. Hemos hecho además dos operaciones muy relevantes: la integración de Unimm, que nos aportó setenta puntos básicos, y en el segundo trimestre incorporaremos Catalunya Caixa, que nos aportará otros doscientos puntos básico en cuota de mercado y nos posicionará como líderes en volumen de negocio. Claramente, los resultados del grupo en España van a seguir creciendo. En 2014 hemos tenido un beneficio atribuido por encima de los 1.000 millones, aunque es cierto que cuando incorporamos la unidad de Real Estate se queda en 152. Las perspectivas paras 2015 y también 2016 son muy potentes.
¿Qué cuota tienen ahora?
En volumen de negocio, del 12% de antes de la crisis hemos pasado a una cuota de mercado en el entorno del 16%;entre el crecimiento orgánico y el inorgánico.
De un panorama sembrado de pequeñas entidades, se ha pasado a otro de bancos mucho mayores. ¿Cómo afecta esto a la estrategia de un banco que ya era grande?
La reestructuración de los últimos cinco años ha hecho que el 50% del mercado español, las cajas de ahorros, hayan desaparecido o se hayan integrado en otros grupos bancarios. Este proceso de concentración ha hecho que, sobre todo, las tres mayores entidades de España hayamos pasado a concentrar un mayor volumen de negocio. Con la creciente regulación que tenemos y la competencia que hay, tener un tamaño mínimo es muy importante. Crecer en cuota va a ser muy relevante para seguir compitiendo porque en el sector tenemos retos importantes, como los tipos de interés tan bajos, o las mayores exigencias de capital, que hacen que cada vez debas ser más eficiente. El proceso de concentración nos ha llevado a competir en un terreno de juego común para todos, que es lo que propicia la unión bancaria, y a que la gestión de las entidades sea mucho más profesional. La reestructuración nos ha hecho ser mejores, más fuertes, más grandes, y miramos el futuro con mucho optimismo, enfocados a seguir creciendo en clientes y en financiación, que son nuestras prioridades ahora mismo.
¿Y cuáles son sus armas para conseguirlo?
Con nuestro posicionamiento, nuestro tamaño y nuestra marca. BBVA ha demostrado a lo largo de la crisis que ha estado ahí cuando otros no han estado y vamos a seguir estando. Con el equipo profesional que tenemos, que es el mejor de la banca española. Y transformándonos para estar muy cerca de los clientes. La base es muy amplia, ocho millones en España y medio millón en esta comunidad autónoma. El cliente nos demanda cercanía, transparencia y conocimiento de su negocio.
¿Tienen flexibilidad y versatilidad como para hacerles a los clientes trajes a medida, o se les ofrece una cartera de productos establecida?
La flexibilidad es la base de nuestro negocio. Nuestra oferta está totalmente segmentada, es distinta para un cliente de alto valor que para una pequeña empresa, una grande... Ofrecer a cada uno algo diferente es básico y se consigue con un equipo humano capaz de dar un valor añadido.
La reestructuración financiera por un lado y el mayor o menor auge, usted me lo dirá, de la banca online por otro han provocado una drástia reducción de sucursales y plantillas en el sector. ¿Este proceso ha terminado, seguirá, o con la recuperación habrá movimiento pendular?
Se han cerrado en torno al 30%de las oficinas, pero también es cierto que las redes españolas eran superiores a la media europea. Creo que esta parte de la reestructuración está completada. A partir de aquí, estamos viendo que tanto el cliente particular como el empresarial está cambiando su forma de relacionarse con el banco y lo que quiere es conveniencia. Bajan las transacciones en las oficinas y aumentan de forma significativa las que se hacen a través de otros medios. Y no hablo solo de tecnología, sino que muchas veces el gestor, el asesor, va a la casa o a la empresa del cliente. Esto va a ir cambiando. Lo que vemos, y ya ha pasado en otros países europeos, es que tendremos oficinas más grandes, mejor dotadas, más especializadas... y que tendremos que estar más cerca del cliente cuando lo necesite. Una relación bancaria se establece desde la confianza y eso es una cuestión de personas. La tecnología solo ayuda.
Las exigencias de solvencia y capital impuestas por los reguladores, ¿son 100% positivas para un banco que nunca pareció estar enfermo, o siente que les han coartado de alguna manera?
Es muy positivo que todos tengamos unas reglas comunes y un terreno de juego igual para todos. Viniendo de donde venimos es muy importante que haya un orden. Dicho esto, el negocio hay que hacerlo con mayores exigencias de capital y nuestras líneas de ingresos tienen que seguir creciendo para hacer frente a los requerimientos regulatorios. Las nuevas reglas del juego introducen un cambio en la rentabilidad y nos obligarán a ser más eficientes en nuestro servicio. Pero, en definitiva, creo que es positivo. Gracias a ellas, si en algún momento hay otra crisis financiera, la forma de solucionarla será totalmente diferente a la que hemos vivido.
¿Han pagado los justos un precio demasiado alto por los pecadores?
Yo no diría eso. Ha habido una crisis muy profunda, en España de cajas de ahorros, y el sector financiero en su conjunto ha colaborado para salir fortalecido, para lo cual tenemos que mirar hacia adelante. Además, hemos sufrido una crisis de credibilidad del sistema en general y los dos grandes retos que tenemos ahora mismo en el sector financiero son recuperar la rentabilidad en un entorno más complejo y recuperar la confianza de los clientes. Nosotros hemos sufrido parte de esa crisis de confianza, pero desde hace ya dos años, la calidad percibida por los clientes y el ratio de recomendación están creciendo. La satisfacción está en máximos históricos. Al final, el cliente distingue entre quienes han hecho las cosas bien y quienes no.
¿Qué mecanismos de carácter social ha adoptado el BBVA para beneficiar sus clientes más vulnerables y preservar una buena imagen?
Fuimos de las primeras entidades en eliminar las cláusulas suelo;dimos una solución satisfactoria a los clientes que tenían preferentes ya lo largo de toda la crisis hemos procurado dar soluciones a las familias que tenían problemas en sus pagos con soluciones a medida. Hemos ayudado a más de 200.000 a reestructurar su deuda. Tenemos más de 2.000 viviendas en alquiler social para personas en riesgo de exclusión y hemos ayudado a estas familias con la Fundación Adecco a encontrar trabajo. Estoy muy orgullosa de iniciativas como Yo soy empleo y de proyectos de Responsabilidad Social como Momentum o Territorios Solidarios.
«El futuro se va a jugar en un terreno de juego diferente yestamos preparados»
«Los bancos señaló el pasado miércoles Marcos Urarte, consultor estratégico de más de cien entidades en el Foro Económico de El Norte deberían temer más a Google que a los competidores de su mismo sector.El buscador de Internet tiene dinero, tiene grandes conocimientos sobre todo tipo de hábitos de sus potenciales clientes, que somos todos, y ya dispone de ficha para actuar como operador financiero».
¿Qué opina de esto?
En BBVA llevamos más de siete años trabajando en la transformación digital del grupo. A lo largo de toda la crisis hemos invertido unos 700 millones de euros anuales en transformarnos. Y hablamos no solo de tecnología y de plataformas, sino de la cultura que hay en la casa, de qué necesita el cliente, de nuestros productos, etc. Queremos ser un jugador del futuro y sabemos que el futuro se va a jugar en un terreno de juego diferente. De hecho, ya lo estamos empezando a ver. Un tercio de nuestros ocho millones y medio de clientes tienen una relación digital o multicanal con nosotros. Es obvio que hay jugadores tecnológicos que van a entrar, o que ya están haciéndolo, en el negocio financiero. En el mundo de los pagos, de los microcréditos, etc. Uno de los aspectos positivos de la unión bancaria es que el terreno de juego sea el mismo para todos y las entidades digitales que quieran entrar en el negocio financiero lo hagan con las mismas reglas y los mismos requerimientos de capital. Estamos muy preparados para el cambio que se va a producir.
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