Emilio Botín, en uno de sus últimos encuentros con el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera.

Por debajo de Cantabria, Castilla y León

La UVA fue la segunda en sellar un convenio con el Santander que hoy mantiene con 1.048 universidades

Teresa de Lapuerta

Jueves, 11 de septiembre 2014, 10:26

Una personalidad tan poderosa como la del banquero Emilio Botín por fuerza tenía que dejar su impronta en muchas más comunidades que su Cantabria natal y en otros sectores más allá del financiero. La relación del fallecido con Castilla y León, no obstante, tuvo una cercanía particular a través, sobre todo, del mundo universitario. No en vano, sus estudios de Derecho en Deusto fueron convalidados tras una examen en la Universidad de Valladolid, que en aquel entonces daba rango de oficialidad al título. Años más tarde, la UVA sería, tras la cántabra, la segunda de las 1.048 universidades con las que el Banco Santander acabaría manteniendo acuerdos de colaboración.

Publicidad

El fuerte carácter y vehemencia del banquero le granjearon en vida algún que otro enemigo, pero ni siquiera ellos pueden poner en duda que Botín ha sido uno de los principales mecenas de las universidades españolas y uno de los artífices de la proyección internacional de las mismas. «Estaba convencido de que apostando por la universidad se apostaba por el futuro, porque allí estaban los encargados de regir el mundo», explicó muy gráficamente el exrector de la Universidad de Valladolid Javier Álvarez-Guisasola.

Fue precisamente en 1996, durante el rectorado del actual jefe de Pediatría del Hospital Clínico vallisoletano, cuando la UVA selló con el Banco Santander el acuerdo que propiciaría la implantación en sus facultades de la llamada tarjeta inteligente y haría proliferar en sus campus los cajeros de la entidad. Después, y con los rectores que le sucedieron, llegaron las renovaciones de aquel convenio, la financiación de cumbres y congresos, el patrocinio de becas de estudio, de movilidad o para emprendedores... y hasta las inyecciones económicas destinadas a mantener a flote el coro y la joven orquesta universitarios.

Apuesta por el sector

El convenio con la UVA, que en el momento de firmarse contaba con 40.000 alumnos, acabó convirtiéndose en el pistoletazo de salida de una imparable apuesta por el sector universitario español e iberoamericano. Un compromiso que era, en opinión de los rectores entrevistados, fruto «una convicción personal» del banquero más que de una decisión colegiada dentro de la entidad bancaria, algunos de cuyos directivos no estaban demasiado conformes con las dimensiones que alcanzaba.

En la actualidad, solo en Castilla y León, el Banco Santander mantiene acuerdos de colaboración de uno u otro tipo con las ocho universidades: las públicas de Valladolid, Salamanca, Burgos y León, además de la Católica de Ávila, la Pontificia de Salamanca el Instituto de Empresa de Segovia y la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid .

Publicidad

«Se ha ido un gran líder empresarial, repleto de talento y espíritu universitario. Siempre le agradeceremos su gran apoyo y su colaboración para sacar adelante proyectos relevantes para esta universidad. Nos ha dejado su impulso. Un valor del que aprender. Que descanse en paz», enfatizó ayer la rectora de la UEMC vallisoletana, Imelda Rodríguez.

«Brillante empresario, egregio mecenas de la cultura y fecundo Presidente de la Fundación Universia», son algunas de las palabras que le dedicó ayer la rectora de la Universidad Católica de Ávila, María del Rosario Sáez Yuguero, quien destacó su implicación personal en la organización del Congreso Mundial de Universidades Católicas.

Publicidad

Y si la UVA fue el inicio del despegue de ese compromiso con el talento, también en Valladolid se gestó el que sin duda fue el proyecto más ambicioso de Emilio Botín: la creación de la red Universia. El Banco Santander patrocinaba en el año 1998 la celebración en la UVA del Congreso de Universidades en Lengua Hispana, al que acudieron un centenar de rectores, y aquella cita no se quedó en una mera declaración de intenciones, sino que fue evolucionando hasta desembocar en el Encuentro Internacional de Rectores Universia, que este verano ha congregado en Río de Janeiro (Brasil) a más de un millar de universidades. Emilio Botín aprovechó la presidencia para anunciar que el Santander invertirá 700 millones de euros en programas universitarios hasta el año 2018, de los que 240 millones se quedarán en España.

Contrato de exclusividad

También durante su estancia en Brasil, el banquero proclamó que la próxima cita rectoral de Universia, «entidad creada para promover el desarrollo social y empresarial, a través del talento, el conocimiento, la investigación aplicada y la colaboración institucional entre universidades y empresas» se celebrará en Salamanca en el año 2018. Y es que, si la relación entre Botín y la Universidad de Valladolid fue siempre estrecha, la que el cántabro mantuvo con la Universidad de Salamanca no lo fue menos. Las dos, la UVA y la USAL, son de las pocas universidades del mundo que, a petición propia, mantienen un contrato de exclusividad con la entidad financiera española.

Publicidad

Además del convenio de colaboración entre ambas instituciones, suscrito cuatro años después del de la UVA, Botín impulsó en el centro público salmantino la creación de becas que persiguen estrechar los lazos con Hispanoamérica, a través del intercambio de alumnos y profesores, cuyo acto de entrega acostumbraba a presidir. Apoyó también, expresamente, la celebración del Campus de Excelencia Internacional, o la puesta en marcha de la Oficina del VIII Centenario.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad