Los autónomos son probablemente uno de los colectivos más afectados por las consecuencias económicas que ya está teniendo la crisis del coronavirus. La menor actividad que está teniendo lugar en las diferentes regiones del país, principalmente en Madrid, País Vasco y La Rioja, impacta directamente en sus negocios, que ven cómo sus ingresos se desploman ante el menor consumo. Los ciudadanos están preocupados y restringen sus movimientos al mínimo: ni peluquerías, ni bares, ni cines... salvo las cosas de extrema necesidad, como sí lo es la alimentación. Es por ello que desde la asociación de autónomos UPTA advierten de que las consecuencias para su economía serán «sustancialmente peores» que para el resto de los trabajadores o empresarios.
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En especial, los autónomos que tienen establecimientos abiertos al público con personal contratado, durante su baja, no sólo perderán las ventas y los rendimientos económicos, también deberán seguir soportando el mantenimiento de los gastos estructurales, ya que, de lo contrario, se podría poner en peligro la continuidad de su negocio.
UPTA ha realizado cálculos sobre un comercio medio en el que el titular tenga un trabajador a su cargo y sufra un mes de inactividad. En este supuesto la reducción media de las ventas estaría en el 8% aproximadamente, pero en lo que se refiere a sus rendimientos netos anuales, esta cantidad podría incrementarse hasta un 25%, al tener que asumir gastos imprescindibles para mantener el negocio en funcionamiento. Además, hay que añadir las dificultades financieras y de liquidez que el problema puede acarrear y la pérdida de oportunidades comerciales de futuro.
Un comercio medio con unas ventas brutas anuales de 120.000 euros perdería 12.000 euros de ingresos totales. Teniendo en cuenta que los gastos mensuales correspondientes a los costes efectivos de la actividad se elevan a 7.200 euros, y suponiendo éstos el 60% de gastos sobre facturación, las pérdidas generadas en la renta neta al año podrían llegar a 12.000 euros.
Por ello, desde UPTA reclaman al Gobierno medidas urgentes para minimizar el impacto económico del coronavirus entre los trabajadores autónomos. Más concretamente, pide que se bonifique al colectivo el 100% de la cuota de Seguridad Social en el caso de que cesen temporalmente en su actividad por cuarentena ante riesgo de contagio. En este supuesto, los trabajadores autónomos deben ser tratados como si se acogieran a una baja por enfermedad, según UPTA.
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En el caso de los autónomos a los que se les haya diagnosticado la enfermedad, el Estado les equipara en este caso con los asalariados y les pagará durante el periodo de ausencia el 75% de la base reguladora, tal y como había solicitado UPTA.
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