Eustaquio Andrés. Presidente Grupo Andrés.

«Transportar nuestras mercancías por ferrocarril abarataría los costos»

El Grupo Andrés es una compañía con ADN salmantino líder en la distribución de neumáticos. Su fundador Eustaquio Andrés lidera la empresa que nació en 1980, por aquel entonces Neumáticos Andrés. Desde entonces no ha dejado de crecer hasta constituir el grupo actual que engloba departamentos de neumáticos, logística, tecnología, startup, ocio y servicios. El año pasado facturó 345 millones de euros con una plantilla de 280 personas.

–Toda la vida sobre ruedas o al menos rodeado de ellas, ¿cómo ha evolucionado el sector de la distribución de neumáticos en estos últimos cuarenta años?

–Hace cuarenta años nos costaba llegar a nuestros clientes. La única forma de comunicarnos era marcar aquellos teléfonos fijos de cuatro cifras y, desde hace ya más de veinte años, estamos apostando por nuevas tecnologías. Nuestra empresa se ha pasado de ser una empresa de distribución tradicional a ser una empresa con un elevado nivel tecnológico, constante innovación y plenamente informatizada.

–¿Cuáles son los retos del Grupo en términos de crecimiento?

–El principal reto del grupo es consolidarnos y mantenernos en el liderazgo actual. Cuando llegamos a unas cifras como las que tenemos ahora, que este año ya vamos a sobrepasar y probablemente superemos los 370 millones de euros solamente en facturación de neumáticos, pues ya es muy difícil crecer siempre al mismo ritmo. Hasta ahora hemos tenido crecimientos de 2 dígitos, y eso es cada vez más difícil, mantener estas cifras supone ya un grandísimo esfuerzo.

–¿Y qué planes hay para Castilla y León?

–En Castilla y León lo que estamos haciendo es seguir avanzando en ampliar nuestra distribución. De hecho, tenemos ya distribución de, como poco, dos repartos al día en todas las provincias de la Comunidad, por ejemplo, destacar los ocho repartos diarios en Salamanca y los cuatro por día en Zamora. Estamos trabajando muy fuerte para seguir siendo líderes.

– La diversificación dentro del propio negocio les ha permitido llegar a otros mercados…

–Pues sí, para trabajar en la diversificación de mercados primero lo que debes tener es un almacén suficiente para poder tener suministro. Y después ver cuál es la demanda de productos, en el nuestro y en otros países. Tenemos que contar con producto suficiente, para que cuando falte o haya escasez, lo puedan comprar en España, en Salamanca. Si hay países que gastan muchísimas ruedas de moto, debemos tener ruedas de moto suficientes para tenerlas en stock cuando estos países las necesiten. Somos un gran experto europeo también en este producto. O si en Estados Unidos o China se demandan neumáticos de altas prestaciones para los coches europeos que ahora compran y cuyos neumáticos no se fabrican en sus países porque tienen unas homologaciones especiales, pues nos especializamos en esos mercados, en lo que necesitan y nosotros ofrecemos.

–Distribuye neumáticos en 53 países, ¿cómo le afectan los complejos escenarios globales?

–Gestionamos muy bien el stock. Además, realmente no falta tanta materia prima, porque las materias primas están cambiando muchísimo, ahora se usan mucho otros productos, como sílice, y caucho sintético, pero ya más refinados, porque, además, tratamos de distribuir neumáticos cada vez más ecológicos. Y sí, es cierto que hay escenarios imprevisibles, como una pandemia o que se cruce un barco en el canal de Suez, y estamos 15 días toda Europa sin suministros… Eso son situaciones que sufrimos todas las empresas y en cada momento se busca la manera de sobre llevarlas y capearlas.

–Si le ponemos un número a esa distribución en los 53 países, ¿de más o menos cuántos neumáticos estamos hablando?

–En nuestros almacenes se mueven una media de 40.000 neumáticos diarios, y si multiplicamos por los días del año, hablamos de cifras de 4 o 5 millones de neumáticos que vendemos todos los años.

–En Salamanca se encuentra la sede central de su empresa. ¿Les ha tentado en algún momento trasladarse a Madrid?

–Claro que nos ha tentado, sobre todo por cuestiones fiscales y logísticas. Pero somos salmantinos. Vemos que nuestra calidad de vida es importante también y de nuestros trabajadores. Y la calidad que tenemos aquí para trabajar en una ciudad como esta tan bonita, tan tranquila, pues no nos lo va a dar Madrid de ninguna manera.

–¿Qué impacto económico supone para la provincia y también para el resto de Castilla y León que se mantengan en esta tierra?

–Cuantitativamente, no puedo decir cuál es el impacto que podría suponer. Lo que sí sé es que aquí estamos trabajando 280 personas de un modo fijo, con un empleo joven. Y que también hay, además, otras 200 familias que están trabajando a nuestro lado. Como son transportistas autónomos, empresas de distribución, empresas con muchas furgonetas que después van a trabajar para nosotros. En fin, son muchas familias las que dependen de nosotros. Por tanto, no sé el impacto que será en Castilla y León, pero en Salamanca es importantísimo.

–Ser una empresa familiar ¿es una ventaja o desventaja? ¿debe tener una estructura sólida para mantenerse en el tiempo?

–Bueno, pues empecemos por las ventajas. Las ventajas de una empresa familiar es que los problemas se resuelven en un consejo de administración que se reúne todos los días. Incluso en casa del padre, para comer. Y junto con el director general y con las demás personas, podemos tener una reunión de consejo de administración cada día. O sea, cada vez que tenemos un problema de distribución, de impago, de suministro … se enciende una luz roja. Nos juntamos, lo hablamos y solucionamos el problema en cinco minutos. Y no dejamos que se enquiste Esa es una de las ventajas, la capacidad que tiene la empresa familiar, para afrontar esas decisiones rápidas. La desventaja principal en la empresa familiar es que el empresario tiene que avalar con su propio patrimonio todas las inversiones que hagamos con nuestra propia empresa. Precisamente para que tengamos una estructura sólida y fuerte dentro de la empresa familiar, lo que necesitamos es ser un poco austeros en la gestión. Reinvirtiendo, todo lo que ganamos, para que al final podamos tener, como es nuestro caso, un macro almacén que nos permita vender a muchos otros países

–Las carreteras y vías ferroviarias son las principales vías para la distribución en España, ¿cómo valora las conexiones en Castilla y León?

–Bueno, pues nosotros apostamos por el Centro de Transporte donde estamos actualmente en Salamanca y cuando empezamos aquí, estábamos en un descampado trabajando. Y en los últimos 10, 12 años, nuestra localización ha mejorado mucho; es un enclave bien comunicado para salir por autovía al Norte, Andalucía, Portugal o Madrid, aunque todavía los accesos son muy mejorables. Con respecto al tema del transporte ferroviario, no hay problema porque no existe. Es una asignatura pendiente, pero todavía no podemos contar con él. Es un grave inconveniente, ya que transportar nuestras mercancías por ferrocarril, abarataría los costos y también sería muy bueno para el medio ambiente.

– ¿Les preocupa la fuerte competencia de mercados como el chino en la venta de neumáticos?

–No, no nos preocupa. Ellos no distribuyen, pero sí fabrican bien, porque realmente les hemos enseñado nosotros a fabricar. Pero no los vemos con sus empresas o empresarios distribuyendo en Europa, porque para esto hace falta también tener mucho stock y mucho poder económico detrás. Tendrían que amoldarse, no solamente a las costumbres, sino al reglamento europeo. De momento, no me los imagino adaptando sus empresas a nuestras obligaciones laborales y fiscales.

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